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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
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Iglesias Evangélicas: La última revolución del protestantismo







Evolución de movimiento evangelista

             El moderno movimiento evangelista no nace de un líder en particular, ni de una escisión surgida en un momento dado. Se puede decir que es el fruto de muchos pasos dados por diversos líderes protestantes desde los siglos XVIII, XIX y XX.     
        
 Así en primer lugar se puede hablar de los presbiterianos, iglesia promovida por John Knox en el siglo XVI, quienes rechazaron el clero y las formas de organización piramidal, típicas de iglesias como la católica, anglicana, calvinista o luterana y establecieron un sistema en el que los propios asistentes a la iglesia elegían a sus pastores, en este caso presbíteros, aunque mantenían cierta cohesión entre congregaciones al nombrar un consistorio o consejo de presbíteros que gobernaba sobre las congregaciones. Pero para 1542 surge la línea de los congregacionistas, liderados por Robert Browne, quien dando un paso más, rechazó la interconexión de las iglesias, dotándolas de independencia absoluta. Según este, Dios se revela por su palabra y su espíritu y no a través de personas u organizaciones, al principio, Browne, rechazó incluso la institución de presbíteros o pastores, aunque luego no tuvo más remedio que aceptar que en las diferentes congregaciones se eligiera un solo presbítero para dar cierto orden, promoviendo el uso de un único pastor. 

            Otra influencia notable en la formación de las actuales iglesias evangélicas de hoy, fueron el puritanismo, que abogaba por la práctica de una religiosidad personal, que se hiciera notable en la vida, y no un simple ritual de fin de semana, a lo que se añadía un rechazo por las vestimentas especiales, lo que incluía la levita, y otras prendas que los pastores iban a evitar. El pietismo de Jackob Spener, infundió el espíritu de lectura y estudio de la Biblia, lo que ha llevado a muchos a la investigación personal y la relación personal del individuo con Dios. El surgimiento del movimiento bautista, una disgregación y mezcla de los anabaptistas con los separatistas y puritanos ingleses dieron otro toque en la dirección del protestantismo, posteriormente el metodismo sentó las bases de una iglesia que busca en el populacho su feligresía, alejándose de las clases altas. 

            Dentro de la explosión de idas y grupos religiosos surgidos en siglo XIX, estuvieron los movimientos de restauración, que si bien hoy día están a años luz de los evangelistas actuales, sin embargo también tuvieron algo que ver en el desarrollo, sobre todo, dos, uno de ellos fue el originado por los Campbell, padre e hijo, estos promovieron por un lado la unión de las iglesias protestantes, y a la vez el rechazo a las jerarquías religiosas, es decir abogaban por la independencia unas de otras, a esto añadieron el impulso por el estudio de todas las escrituras, no solo del Nuevo Testamento, en eso radicaba su famoso argumento: Hablamos donde la Biblia habla y callamos donde la Biblia calla. Este es un lema que también quieren hacer suyo los movimientos evangelistas actuales, aunque el resultado sea distinto y no ha llevado a la concordia con la línea de los campbelitas.

            El segundo camino restauracioncita que también ha ejercido mucha influencia son los movimientos de santidad. Esta línea de pensamiento, enseñaban que la "naturaleza carnal" puede ser limpiada por medio de la fe y por el poder del Espíritu Santo, por la misma razón por la que los pecados del hombre han sido perdonados por medio de la fe en Jesucristo. Básicamente se basaba en tres preceptos:
    -Regeneración por la gracia, por medio de la fe.
    -Santificación cristiana, por la gracia y por medio de la fe.
    -La certeza de la salvación por el testimonio del Espíritu Santo.

Se dice que se originó en 1836, cuando una metodista llamada Sarah Worral Lankford, comenzó a realizar reuniones una vez por semana, para practicar experiencias casi místicas relacionadas con la santidad, esto lo hacía en la ciudad de Nueva York. En esas reuniones, la hermana de Sarah, Phoebe Palmer, empezó a experimentar algo que denominó "santificación sincera", una condición que se define como la habilidad de sentirse puros y santos, incluso en pensamiento, de tal manera que el pecado no corrompe tal situación, es tambien conocida como alcanzar la "Perfección cristiana". 

Con el tiempo, diversos metodistas comenzaron a asistir a las reuniones, incluyendo miembros del clero. Un año después se sabe que Timohy Merrit, otro metodista, fundó una revista que también destacaba ese tema, la publicación semanal en cuestión se llamaba “Guide to Christian Perfection” . Phoebe Palmer se convirtió en la editora de  semanario y en 1859 publicó un escrito denominado The Promise of the Father, en la que se abogaba por el servicio activo que deberían prestar las mujeres, se sabe que esta publicación sirvió de inspiración a la esposa de William Booth de tal modo que instó a su esposo a utilizar a mujeres en su predicas y obras sociales. Por supuesto el movimiento de santidad influyó sobre todo en el surgimiento y desarrollo del pentecostalismo y los movimientos carismáticos, pero también en de alguna forma en el propio evangelismo protestante. 

            Personajes a los que se ha dado consideración especial en esta obra, también han resultado claves en la consecución del actual movimiento evangelista, por ejemplo el estilo de sermón emotivo de Jonatan Edwards o George Withefield, la nueva línea musical en los himnarios de Charles Wesley, cuyas canciones aún son cantadas en algunas iglesias evangélicas, sin olvidarnos del interés por los necesitados y los excluidos, impulsado por  William Booth. Curiosamente, uno de los primeros en organizar una denominación real y con un claro objetivo, dentro de los evangélicos fue William Booth, cuando organizó su ejército de Salvación.

      No podemos dejar atrás la revolución que significó la irrupción del pentecostalismo, que son los movimientos de más fuerza hoy día en el mundo protestante. Ya vimos que en su mayoría surgieron de metodistas, baptistas, presbiterianos y congregacionistas que fueron más allá de las emociones y se centraron en los dones espirituales, pero de alguna manera se han apartado mucho en lo que tiene que ver con la nueva línea seguida por las iglesias conocidas hoy día como evangélicas. Poca gente distingue a una iglesia evangélica tradicional o fundamentalista, de una pentecostal, pero las diferencias existen.    
      
 Como también existe una gran diferencia y distancia entre iglesias más tradicionales europeas, como presbiterianos, luteranos, anglicanos y otros, que se pueden considerar iglesias más ritualistas, liberales, moderadas frente a los nuevos movimientos evangélicos, más ligados a dar un acento a la experiencia religiosa, unido a las emociones, por ello dan tanta importancia a la idea de un encuentro con Dios un avivamiento, una experiencia mística, relacionando todo esto con el nacer de nuevo. En una obra consultada un experto define esta diferencia así: Entre los acentos distintivos de la teología liberal están la prioridad de la experiencia religiosa sobre la revelación bíblica, una visión naturalista o idealista del mundo por encima del sobrenaturalismo, un agudo sentido de la relatividad histórica de la doctrina, una ética de situación o contextual sobre una ética revelada, una fe en el progreso y la nueva concepción de la revelación como penetración racional o anuncio de la trascendencia más que como manifestación divina definitiva de significado en la historia particular narrada en la Biblia. (Bloesch D. G. A Call for Unity Amid Diversity).

            Frente a estos, el mismo experto coloca a las iglesias norteamericanas del mismo signo, baptistas, metodistas, etc, con una idea más tradicional, acercándose a lo que llamaríamos fundamentalismo, una fuerza muy influyente en EEUU, que a menudo ha logrado que en muchos estados se aprueben leyes conservadoras, con respecto a la enseñanza en las secuelas, el aborto, y otras cuestiones. Mientras en América latina, África o Asia, aparte del pentecostalismo, han triunfado las de signo radical.

Intentos de unificación

            En el siglo XIX surgían por doquier lideres que deseaban integrar a todas las iglesias, en otros casos buscaban una refundación del cristianismo desde las raíces, tal como mencionamos antes a los restauracionistas, pero en la mayoría de los casos se trataba de pastores itinerantes que formaban iglesias, que después eran integradas en las denominaciones o tendencias comunes, así las había de signo metodista, baptista, congregacional, reformada, menonita, etc. Muchos grupos de esa época simplemente desaparecían con la muerte del fundador, pero también fue esa la época en la que como hemos visto surgieron muchos movimientos religiosos alternativos que han llegado hasta nuestros días, algunos de ellos muy alejados del movimientos evangélico tradicional. 

             Hay varios personajes importantes en la difusión de las iglesias evangélicas actuales, que han aprovechao los medios audiovisuales como herramienta util para propagar su predicación. Aparte de los ya mencionados anteriormente, los líderes de las iglesias pentecostales, los de las iglesias de la prosperidad,  y otros líderes de gran convocación, tambien podríamos destacar a  ministros como el célebre Billi Graham, pastor baptista quien ha sido uno de los más influyentes. También gran influencia y notoriedad, incluso tras su muerte ha tenido Martin Luther King, a quienes muchos pretenden imitar erigiendose en voceros de una determinada comunidad, en algunos casos sobrepasan los limites de su religión e intentan influír en la politica. 

    En esa linea tenemos a Pat Robertson, quien lidera la línea más fundamentalista del protestantismo evangélico, son conocidos sus proyectos políticos y de defensa a ultranza de los valores evangélicos en la sociedad, luchando contra otras religiones, como Católicos, musulmanes, y religiones alternativas, llegando incluso a hacer un intento para presentarse a los comicios en EEUU para establecer sus ideas; Con menos influencia pero también en esa línea dura contra los no evangélicos, se encuentra John F. Ankerberg, famoso por sus ataques a la masonería y sus libros en contra de todo movimiento religioso alternativo que él considera una amenaza al avance evangelista. Luego en el campo hispano, destaca Luis Palau, quien lleva más de cincuenta años y en los últimos representando una línea en la posición opuesta a los anteriores, mas ecumenica o de unidad de todas las iglesias, con un caracter más teologico, su influencia se nota sobre todo en centroamerica y Argentina. Estos son algunos de los personajes que se mueven en este mundo evangélico, hay otros más, que hemos tocado en otros capitulos, son los lideres tele-evanglistas, Kenetth Hagin, Creflo Dollar, Benni Hinn, Paul Crouch, Paul Yonggi Cho y otros tantos. Todo esto muestra la gran diferencia que separa a los grandes pastores de las iglesias evangélicas y el resurgir de cada vez más pastores estrella en diversos países, solo significa más fragmentación y división. Hay un peligro en este camino de los pastores estrella, ya hemos visto el ejemplo de Edir Macedo, pero lamentablemente hay otros extremos que revierten en peligrosos movimientos que siguen a hombres.


Creencias y sistema característico de las iglesias evangélicas

            Sobre este asunto, al ser muy extenso, sugiero consultar el libro El Trigo ahogado Tomo V, donde se expone de manera detallada las diferencias creencias y doctrinas de las iglesias evangélicas modernas. 


Las iglesias evangélicas hoy

            En la última parte del siglo XX, a la vez que el protestantismo fue evolucionando hacia unos criterios más activos protagonizando numerosas muestras de avivamiento, sobre todo en América, esto coincidió con la posterior explosión y multiplicación de iglesias independientes sin precedente en el mundo cristiano. Hoy se considera que el 20% de la población es de signo evangelista, frente a la caída de miembros del catolicismo que ha caído hasta el 60%. Solo desde la década de los setenta, ochenta y noventa del siglo pasado, la proliferación de denominaciones ha crecido por cientos, sobre todo en Latinoamérica, África y Asia. 

Tal es la confusión de movimientos llamados evangélicos o evangelistas, que sería imposible en esta obra poder explicar detalladamente la historia y los orígenes de cada una de ellas. Para consultar mas detalladamente este tema, sugiero consultar el libro El Trigo ahogado Tomo V, donde se explican más detalles de estos movimientos religiosos modernos. 

Así se puede hablar de una expansión protestante a grandes niveles, pero en diferentes direcciones, el resultado es que han surgido multitud de grupos, cultos y tendencias que en unas cuantas décadas se pueden contar por miles. Entre estos destacan los movimientos que se hacen llamar iglesias independientes, solo dentro del pentecostalismo, se cuentan por cientos. Por otro lado están los grupos e iglesias que si bien se consideran independientes unas de otras, guardan una profunda relación en cuanto a enseñanza, formas y métodos y se adhieren a unos criterios específicos, sea de corte bautista, metodista o pentecostal, las diferencias en estos casos a menudo están relacionadas con la situación geográfica. 

            Algunos expertos, pastores y dirigentes evangelistas suelen justificar esta división alegando que si bien existen muchas iglesias, no se puede hablar de división en todo el sentido de la palabra, sino se debe hablar de iglesias con una visión y camino común, pero con identidades independientes y propias. Aseguran que era lo más parecido a lo que sucedía en el cristianismo en los primeros siglos, donde se habla de iglesias locales, bastante independientes unas de otras, solo unidas por el espíritu y en la enseñanza y tradición apostólica. 

            Pero no era así en el siglo I, cuando los apóstoles y enviados desde el cuerpo central de dirigentes cristianos mantenían unidas a las congregaciones al visitarles regularmente, al escribir cartas que se pasaban de unas a otras y que dieron lugar a las llamadas cartas apostólicas que forman parte del Nuevo Testamento. Eso hacía que un cristiano romano, no se sintiera diferente a un cristiano de Jerusalén o de Alejandría, simplemente todos eran cristianos, todos aplicaban los mismos principios, rechazaban las mismas cosas, y predicaban las mismas buenas nuevas. 

Aunque tampoco, contrariamente a lo que la Iglesia Católica alega, en los primeros 200 años hubiese un líder único en el conjunto de las congregaciones o iglesias dispersadas por todas partes del mundo de aquel entonces, sino un grupo de cristianos de más experiencia y aunque apenas se conocen datos sobre la autoridad que dirigía a las congregaciones locales, pero la unidad ideológica demostraba que si existía tal dirección. Las duras persecuciones y el rechazo a seguir a personalidades, hizo que se ocultaran durante muchas décadas, los dirigentes de la congregación cristiana en general, pero la aparición de tantas copias de las cartas apostólicas en todo el mundo cristiano de entonces, demuestra que les unía una enseñanza y una esperanza única, eso a pesar del aislamiento que en algunos casos se sometía a algunas iglesias del extrarradio del imperio. 

            Las cosas cambiaron después de la desaparición de los apóstoles originales y sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo II. Aún así, las tendencias que iban surgiendo, o se absorbían o se expulsaban, de tal manera que estas no impidieran mantener esa cohesión. En el siglo II y III, la desaparición de los apóstoles y el cambio en la centralización del gobierno o autoridad cristiana, (en algunos documentos se habla de sede de los apóstoles), significó un cierto caos, algunas iglesias mas grandes parecían tomar importancia mayor que otras y surgirán obispos o maestros notorios, que a menudo parecían erigirse en dueños de sus propios feudos religiosos, pero siempre se encuentran disposiciones en pro de la unidad, es la época del “Pastor de Hermes” o la Didaché, documentos donde se habla de formalismos y organización cristiana. Así, aunque se dice que en los siglos II y III las iglesias tenían cierta independencia unas de otras, sin embargo cuando hablamos de esa aparente independencia, se hacía referencia a las iglesias locales, es decir, como hemos apuntado antes, sobre todo a partir de la implantación de los llamados obispos, se pudo observar la tendencia a que estos tomaran decisiones que afectaba al ámbito de su zona de acción. Así por ejemplo se habla de la congregación de Antioquía, con su obispo a la cabeza, o el de Alejandría, Jerusalén o el de Roma. 

            Así, aunque se puede hablar de cierta independencia entre iglesias de las grandes urbes, hay una forma de organización, un consenso sobre lo que era rechazable y lo que no y con ese concepto, errado o no, fueron rechazados y segregados otros cristianismos, tales como montanismo, marcionismo o gnosticismo, con un consenso moderadamente unificado.  Después en el siglo III y IV, surge la autoridad de Roma, lo que llevó a un aglutinamiento mayor y la ruptura de muchas iglesias hasta ese tiempo cohesionadas, dando lugar a movimientos separados como novacianos, donatistas, nestorianos, arrianos, cada uno de los cuales guardó unidad en sí mismos, al igual que la nacida Iglesia católica a partir del 325 surge como una iglesia unificada. 

            Pero lo que se observa en el movimiento protestante en la actualidad es muy distinto, sobre todo en la tendencia evangelista moderna, nada tiene que ver con aquella unidad de los primeros siglos, pues se habla de iglesias separadas por nombres diversos, las cuales a menudo compiten por llevarse miembros de unas a otras y dando la sensación de que cualquier pastor pueda sentirse dueño y señor de la salvación de un grupo separado. 

            Todo esto está creado una confusión en las personas sinceras que buscan una buena guía espiritual y que se encuentran con iglesias en la que se pide el diezmo, otras que lo rechazan; unas que hablan de la neutralidad y otras con posturas políticas claras; iglesias que predican la pobreza y la sencillez en la vida y otras que animan a la aceptación de riquezas como bendiciones de Dios, en unas se anima al estudio de la Biblia y en otras se prohíbe la lectura de algunos libros proféticos, una dan énfasis a los dones milagrosos, otras los rechazan y en definitiva todo un cúmulo de imprecisiones que solo alejan a los que buscan la luz aunque atraiga a los que les gustan las emociones. 

      Algunos afirman que existen en el mundo unas 20,000 iglesias independientes dentro del llamado protestantismo, si bien allí incluyen grupos que distan mucho del llamado protestantismo evangélico, en realidad en cuanto a denominaciones, tan solo unas seiscientas están adscritas a asociaciones como la alianza Evangélica Mundial (AEM), otras quinientas están alineadas en el llamado, Concilio Internacional de Iglesias Cristianas.  No llegan a 350 las confesiones adscritas a otra asociación llamada Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Algunas de estas asociaciones y de las que hablaremos más adelante, procuran la unidad de todas las confesiones cristianas, otras se centran en las de signo evangélico, pero en cualquier caso no representan a todas las miles de confesiones que siguen surgiendo año tras año. 

     Muchas de la iglesias evangélicas modernas, a la vez que han ido distanciándose del protestantismo más tradicional (luteranismo, anglicanismo, calvinismo, o congregacionismo) y de los movimientos más revivalistas, (metodistas, bautistas), se han ido formando su propia idiosincrasia, pero siempre basándose en la independencia. En principio, se atribuye tanta fragmentación a la falta de acuerdo entre cuestiones de la fe, debido a la libre interpretación de estas congregaciones religiosas que el protestantismo ha generado por la doctrina de "Sola Fide-Sola Scriptura". Pero esto en ocasiones degenera en iglesias contrapuestas y extremas. Pongamos por caso, la Iglesia evangelica de Filadelfia, de linea pentecostal, pero dirigida y adaptada al mundo gitano, donde llaman culto a sus centros de reunión y de rituales llenos del folklore gitano. En Brasil ha surgido recientemente la llamada Iglesia Cristiana Contemporanea, liderada por los pastores Fabio Inacio de Souza y Marcos Gladstone cuyo lema es: El amor es de todos sin prejuicios, especialmente dirigida a la comunidad Gay y Lesbiana, en oposición directa a las ilgesias tradicionales y fundamentalistas, cuentan ya con ocho templos y a la espera de dedicar otros doce. Hay extremos como los del pastor Valdeci Sobrino Picanto, quien bajo el argumento de recibir "Espiritu Santo a traves de la boca, hacía que algunas de sus feligresas le practicaran felaciones, pues según él, muy convencido de ello, de su miembro emanaba el espiritu. Si bien es un caso extremo, pero muestra el poco control que existe en este campo en el mundo evangalico.

       El aumento paulatino y explosivo de este tipo de iglesias sobre todo a partir de los años sesenta y setenta del siglo pasado, significa que la gente busca en estas iglesias evangelicas, mas participación y un mayor sentido, sentimiento, emoción y espiritualidad, que no encuentra en el estancado catolicismo romano. Sin embargo el peligro inherente a estos movimentos religiosos tan independientes es que casi cualquiera desde su casa puede hoy día formar una iglesia, donde maniobre a su gusto y de paso, si recibe diezmos, solucione sus problemas economicos sin rendir cuentas a nadie. En otros casos, cualquier líder con cierto carisma puede arrastrar a las masas, a las que solo piden dejarse llevar por la emoción.

Más información sobre este fenomeno en el Trigo ahogado Tomo V