Un intento por mezclar el judaísmo más tradicional con el cristianismo
Ya hemos visto como la tendencias hacia un cristianismo mirando a la ley mosaica, se hizo común desde el siglo XVIII y sobre todo en el XIX. Es así el caso de los puritanos, bautistas del Séptimo día, los cristadelfianos, y los adventistas del séptimo día. Pero no fueron los únicos, ni los primeros en mostrar ese acercamiento hacia los judíos. Cierto sionismo ha estado presente en algunos movimientos cristianos como los cristadelfianos al esperar el establecimiento de los judíos en Palestina como parte de la profecía bíblica, o los primeros Estudiantes de la Biblia, (posteriormente conocidos como testigos de Jehová), que hasta principios del siglo XX, les llevó a interpretar profecías relacionadas con el establecimiento de Israel como nación de forma literal. Aunque estos últimos rectificaron y más tarde explicaron de otra manera el significado simbólico de estas profecías, hubo muchos que esperaban una vuelta de los judíos como pueblo de Dios, por medio de una conversión masiva al cristianismo. Si bien esa conversión no la hubo, ni la ha habido, en el siglo XIX, existió un cierto movimiento entre algunos sectores de la comunidad judía por una especie de acercamiento a reconocer a Jesús como el Mesías esperado.
Este movimiento de judíos hacia el cristianismo o cristianos hacia el judaísmo, no era en si nuevo, así en Rusia, se habla de los Strigolniks, un movimiento surgido en el siglo XV, aunque tuvo un nuevo avivamiento en el XIX.
(Para saber más sobre estos movimientos mesiánicos rusos, puede consultar el libro El Trigo ahogado tomo V, donde se dan más detalles sobre el tema)
El origen de los judíos mesiánicos, sin embargo no lo encontramos en estas fuentes, sino en un origen plenamente judío. Durante siglos, entre las diferentes comunidades judías se extendió la idea de la espera de un Mesías liberador, surgieron por doquier falsos Mesías o personajes a los que se les atribuyó dicho titulo. Según la enciclopedia judía, 28 diferentes supuestos Mesías han aparecido hasta 1744, y siempre resultaron en decepción, sobre todo cuando eran apresados o muertos, sin ningún resultado.
En Inglaterra, la comunidad judía había crecido desde su vuelta a la isla a mediados del siglo XVII, y fue allí precisamente donde encontramos los primeros judíos que dejaron de esperar un Mesías futuro, hubo los judíos reformistas que sustituyeron la creencia en un Mesías personal por la creencia en una edad mesiánica. Así la esperanza mesiánica dejó de guardar relación con la idea tradicional de un regreso de los exiliados a Sión.
Otros sin embargo se centraron en estudiar quién fue aquel Jesús, al que no aceptaron en su día, el verdadero Mesías que ahora iba a volver. Así nació el movimiento que ahora se conoce como el de los judíos mesiánicos. La base doctrinal de estos se encuentra en la siguiente declaración de intenciones : Cuando al Eterno le plació incluirnos en su plan de restauración, nos incluyó en el mismo pacto dado a Avraham, Yitzjak y Yaacov, que posteriormente fue establecido con todo el pueblo por medio de Moshe. Por eso, cuando la Toráh fue dada a nuestro pueblo Israel en Sinai, los tipos y símbolos incluidos en ella nos orientaban hacia el Mesías que habría de venir; y que por Su medio ahora los gentiles tienen acceso a los pactos y las promesas del Eterno. La venida de Mashiaj fue anunciada desde B'reshit (Genesis) 3:15 y su cumplimiento se encuentra en las paginas del Brit jadashah (Nuevo Testamento). No obstante, ningún aspecto de lo declarado en el Brit Hadashah, es, ni puede contradecir lo declarado en la Torah. Ninguna declaración tanto de Yeshua, o de Rav. Shaul (Pablo) pueden ni deben contradecir nada de lo expuesto en la Torah. Por lo tanto, declaramos que el Brit Hadashah es el cumplimiento de lo expuesto por el Eterno en Su Torah, y no un reemplazo de esta, y por eso no lo llamamos "Nuevo Testamento", sino Brit Jadasha o Escritúras Apostólicas.
Según el libro del rabino historiador Baruc Maoz, "Judaísmo no judío", la primera la hallamos en un grupo de unos 40 miembros de una sinagoga londinense, de donde se formó a mediados de siglo, un grupo que se hizo llamar la congregación de Ben Abraham. A partir de allí se fueron formando otros grupos, como el liderado por un rabino llamado C.A. CA Schönberger quien junto a otros rabinos, formó la Alianza Hebreo-Cristiana de Gran Bretaña en 1866 organizada con sucursales en varios países europeos y los Estados Unidos.
Por otro lado, hubo un rabino húngaro llamado Itzaac Lichtenstein, quien empezó escribir en la segunda mitad del siglo XIX, folletos en los que animaba a todo judío a abrazar el cristianismo. Si bien él mismo nunca se llegó a unir a ninguna confesión cristiana de manera formal, es decir nunca se bautizó, pero se sabe que guardó alguna relación con los metodistas. Una frase que se le suele atribuir a el es la siguiente : "Busqué espinas y recogí rosas". El contexto de esta frase, fue su experiencia al investigar por primera vez en las escrituras del Nuevo Testamento. Este rabino se convirtió en el principal impulsor del movimiento y es considerado por todas las diversas congregaciones de judíos mesiánicos esparcidas por el mundo, como un ejemplo del creyente judío en Jesús.
Durante años, Lichtenstein siguió investigando en el Nuevo Testamento, por lo que se sabe, sin ayuda de nadie, guardando para si ese conocimiento y esa nueva luz que ahora le hacía ver las cosas de manera distinta. Fue en su sinagoga, donde empezó a promulgar sus nuevas enseñanzas. En un principio de forma solapada, iba hablando del amor al prójimo, utilizando las parábolas de Jesús y los mensajes contenidos en el sermón del monte. Aquello suscitó asombro e interés en sus oyentes, quienes jamás había escuchado ese mensaje. Lógico por otro lado, pues los judíos tan solo escuchaban de los cristianos, mensajes atacantes, difamaciones y condenas de la Biblia al pueblo judío, eso les hacía pensar que la Biblia cristiana solo contenía ese antisemitismo, que los diferentes movimientos cristianos, sobre todo europeos, promulgaban.
Fue precisamente hablando desde su sinagoga, cuando Itzaac, unos dos o tres años después de leer los evangelios, por fin tomó el paso de revelar a sus oyentes la fuente de su innovador mensaje. Cierto Sábado, cuando al hablar sobre la hipocresía, basándose en las palabras de Jesús en Mateo 23:27, donde la compara a sepulcros blanqueados, el mismo se siente motivado a quitarse la careta que hasta ese tiempo le impedía declarar su verdadera creencia. Después de la bella disertación, confesó a sus oyentes que aquella enseñanza la había tomado del Nuevo Testamento y empezó a hablar claramente de Jesús como el verdadero Mesías que tanto había esperado y al que en su día no hicieron caso. A partir de ese momento defendió sin tapujos que Yeshua, como el empezó a llamarle, era el redentor de Israel y animó a todos a unirse a ese movimiento ce judíos creyentes. No obstante jamás animó a los judíos a unirse a ninguna confesión cristiana, pues las consideraba hipócritas y alejadas del verdadero cristianismo.
Se decide entonces a poner por escrito sus ideas, lo hizo en tres publicaciones, las cuales causaron un gran revuelo entre la comunidad judía, como era de esperarse. El efecto de esos escritos, cruzó las fronteras de Hungría y llegó a ser conocido en toda Europa. Era toda una noticia el que un antiguo y respetado rabino, aún en servicio, estaba ahora llamando a su pueblo a levantar la bandera de Jesús y exaltarlo como Mesías de Israel.
Por supuesto, el camino abierto por Itzaac, no iba a ser de rosas, pues la respuesta de muchos judíos fue de insultos y duras acusaciones contra el. Desde los púlpitos y la prensa judía se le acusó de anatema, pero eso no le detendría en su afán por predicar su nuevo entendimiento, él estaba convencido de que el verdadero judaísmo estaba descrito en el Nuevo Pacto.
Gran parte de la comunidad judía, se encontraba confusa por la decisión de este tan respetado maestro al pasarse al enemigo y a los que por tantos años los habían fustigado, maltratado, discriminado y vejado. Pocos años antes, justamente después de la experiencia en el juicio de Tisza Eslar, el había plasmado sus pensamientos sobre toda esta discordia entre cristianos y judíos en un famoso libro titulado "Judenspiegel" (Espejo Judío). En el revelaba su creciente interés por entender las razones de tanto odio, maltrato e insultos tan crueles contra el pueblo judío en nombre de "Cristo". También allí declaraba que descubrió que unos pocos cristianos verdaderamente creyentes fueron capaces de levantar su voz en medio de la indignación contra ese ferviente antisemitismo.
Las persecuciones y calumnias vertidas posteriormente contra el, por sus antiguos colegas rabinos, fue tan dura, que le hicieron sentirse dolido y solo, ante tantos enemigos. Sus sentimientos quedan plasmados en una carta que escribió a un amigo suyo llamado David Barón, quién pertenecía a la Alianza Hebrea-Cristiana de CA Schönberger. Con el mantuvo una estrecha colaboración, por lo que se supone aceptó los propósitos de dicha fundación. Y a el escribió lo siguiente en 1898 : Mis amigos … no me entienden. Esto es una criba para ellos. El que yo no corte mi conexión con mi gente, el que yo todavía visite sinagogas y frecuente círculos judíos, a pesar del insulto continuo y la humillación. Ellos no ven que está en esto, el modo que obtengo la oportunidad que deseo para, distribuir cientos de Nuevos Testamentos y otra literatura, y así sembrar la semilla santa - ' Ellos que siembran en rasgones (Salmos 126:5) (Carta I. Lichtenstein a D.Baron 1898)
Posteriormente al abandono de su sinagoga, se dedicó a disertar en diferentes lugares, no solo dentro de Hungría, sino en toda Europa. Es curioso, que sin embargo, pese a simpatizar con la organización de Barón y Schönberger, nunca llegó a bautizarse como tal, por lo tanto murió y fue enterrado en 1909 en un cementerio netamente judío, aunque siempre se consideró cristiano de creencia. Una de las razones por las que no quiso dar ese paso, fue que observó demasiada desunión en el cristianismo, incluso en el naciente judaísmo cristiano, llegó a decir en cierta ocasión a David Barón, que si hubiese habido una sola iglesia Hebreo-Cristiana, a ella se uniría, pero habiendo varias y discordantes entre sí, prefería no dar ese paso.
Después de aquel empuje que I. Lichtenstein, dio al movimiento judío mesiánico, se fueron formando más organizaciones, pero como sucedió desde el inicio, no todas guardan las mismas cosas en común. En algunos casos, el origen y desarrollo de estos grupos, proviene de que su fundador afirma haber tenido Yeshua o un ángel que le transmite un mensaje y una misión particular. Se trata de pequeños grupos que siguen a un líder judío que a partir de esa supuesta visión predica entre los suyos la nueva creencia. En otro casos se trata de grupos que mantienen cierto acercamiento con otros movimientos cristianos evangélicos.
Por supuesto el rechazo a la idolatría, le aleja del catolicismo y de la Iglesia ortodoxa, en sus lugares de culto, muy similares a las clásicas sinagogas, imparten clases especiales y por supuesto cantos especiales adaptados a su idea cristiana. Mantienen otro tipo de tradiciones judías como ciertas fiestas tradicionales, también la abstinencia de ciertos alimentos como comer cerdo; no mezclar carne con leche, y evitar comer sangre. Además del descanso sabático, que continua siendo sagrado para ellos, también mantiene la circuncisión masculina. Todo esto es a grandes rasgos, pues, existen ciertos grupos que rechazan algunas fiestas o practicas comunes dentro del judaísmo y aceptan otros. Lo mismo sucede con fiestas de la cristiandad, como la Navidad, que muchos judíos mesiánicos rechazan por tener raíces paganas.
La mayoría de los judíos mesiánicos, utilizan una traducción llamada la Biblia Brit Hada sha en la que se ha quitado el nombre Jehová, Yahvé, pues como judíos, mantienen la tradición de no mencionar el nombre de dios en vano. En el caso de Jesús, aparece el nombre Yeshua. A la Biblia Brit Hada sha se le conoce como el Nuevo Testamento o como Nuevo Pacto. Al parecer se trata de una traducción recogida de la Biblia Peshitta (Araméa Siriaco) manuscrito siriaco del siglo IV.
Una de las diferencias más importantes entre unas comunidades y otras, tiene que ver con la identificación de Dios. Por ejemplo, existe la comunidad llamada Congregación Shema Israel, la comunidad de Jesús Mesías y otras, quienes defienden a capa y espada, la doctrina de la Trinidad a la que llaman Hasheeloosh Hakadosh. Otros sin embargo ven a Jesús como el profeta enviado, algo similar a Moisés, es decir plenamente humano. Algunos como los Mesiánicos renovados, o Beit Shalom, sin embargo afirman que Elohim es Padre y Dios de Yashua y nunca afirmó ser el mismo Elohim, aunque si lo contemplan como un ser superior a los humanos.
El Judaísmo Mesiánico, decayó durante el periodo de las guerras mundiales, el efecto el antisemitismo de la primera mitad del siglo, tuvo efectos de rechazo hacia todo lo que sonase a cristiano. Sin embargo el movimiento renació en los años 60 del siglo XX. Un cambio importante ocurrió cuando Martín Chernoff se hizo Presidente del HCAA ente 1971-1975.
En su formación, el UMJC catalogó cinco objetivos primarios:
* Animar el establecimiento, y crecimiento de Congregaciones Judías Mesiánicas por todo el mundo.
* Ser una voz para Congregaciones Judías Mesiánicas y Judaísmo Mesiánico en todo el mundo.
* Proporcionar un foro para la discusión de temas relevantes al Judaísmo Mesiánico y Congregaciones Judías Mesiánicas.
* Ayudar en las causas del pueblo judío por todo el mundo, sobre todo en Israel.
* Apoyar la educación de Líderes Mesiánicos.
El que se consiga o no depende de que busquen una unificación que va a ser difícil en algunos casos, sobre todo por el asunto de la trinidad, que para los opositores a dicha doctrina es abominable, mientras para los que la aceptan, encuentran pruebas de ellas hasta en la cábala y en los escritos talmúdicos, así como en otros escritos hebreos antiguos.
(Para conocer el devenir de este movimiento en lo últimos años y su gran efecto en comunidades gitanas en Europa, vea el libro El Trigo ahogado tomo V, publicado en papel y en digital)
(Para conocer el devenir de este movimiento en lo últimos años y su gran efecto en comunidades gitanas en Europa, vea el libro El Trigo ahogado tomo V, publicado en papel y en digital)