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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
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El origen de la Iglesia Bautista


Miniatura que representa el bautismo de un grupo de fieles, siglo XVIII



Cuando hablamos de Bautistas, es fácil relacionar a este movimiento religioso con los anabaptistas, por el hecho de la prerrogativa del bautismo obligatorio de los creyentes y el rechazo al bautismo infantil. Sin embargo si ahondamos en la historia de los que ahora conocemos como Iglesia Bautista, nos damos cuenta que si bien alguna influencia recibió de estos, la Iglesia Bautista actual, poco tiene que ver con aquel movimiento tan perseguido y odiado del siglo XVI.

En realidad, aunque tiene en común la costumbre de bautizar y el rechazo al bautismo infantil, fueron muchos los grupos en diferentes épocas que han abogado por el no bautismo de infantes, al igual que fueron muchos los que también rechazaron las imágenes, la substanciación y otras doctrinas de la Iglesia católica, sin por ellos tener nada que ver con los anabaptistas, ni por supuesto con los bautistas. En este caso no se trata de una linea común, que si la hay en el caso de menonitas, hutteritas y amish, con respecto al anabaptismo. Religiones, por cierto muy distantes de la iglesia Bautista actual. Tampoco fue el bautismo su principal bastión, si bien con el tiempo el que los identificaría, pero hubo una serie de pasos que los separaría poco a poco de sus origenes comunes con el congregacionismo y el presbiterianismo, teniendo como el caso de los primeros, las raíces enterradas en el puritanismo inglés.

Sobre el origen de los Bautistas, hay varios personajes envueltos, entre los primeros a los que se puede considerar realmente bautistas se cuenta, John Smyth en Holanda y Thomas Helwys, en Inglaterra.

John Smyth, nació en Lincolnshire, Inglaterra en 1570. Estudió en Cambridge y se hizo predicador anglicano hacia 1600. En 1606 decidió romper con la Iglesia de Inglaterra y unirse a los puritanos separatistas de Lincolnshire. Las Iglesias separatistas puritanas eran radicalmente calvinistas congregacionistas en su mayoría, sobre todo partidarias de una organización autónoma de los fieles. Poco tiempo después ya convertido en ministro principal de una congregación de puritanos, Smyth se trasladó a Holanda con un buen grupo de seguidores en 1608, huyendo de la persecución religiosa; también ejerció una influencia notable sobre los Padres Peregrinos que emigraron a Norteamérica por la misma época y contribuyeron a fundar la colonia de Nueva Inglaterra. Sin embargo el no quiso unirse a ellos, pues veía necesaria su labor en Holanda, así junto a otro pastor puritano llamado Thomas Helwys, continuaron su evangelización en los países bajos. Antes de establecerse en Holanda, Smyth había visto la necesidad de que en las congregaciones solo se aceptasen a miembros comprometidos y no simplemente pasivos oidores, para ello era necesario, que la persona hiciera algo así como un voto a Dios.

En relación con esto último en 1609, Smyth tuvo cierto contacto con una comunidad de menonitas, quienes resultaron ser una influencia decisiva en las ideas de Smyth. Según algunas fuentes llegó a bautizarse como menonita, aunque no está claro este punto, el caso es que no se unió definitivamente a los menonitas en ese tiempo, sino más bien quiso importar algunos de sus métodos e incorporarlos a su nueva congregación en Holanda. Está claro que el contacto con esa rama de los anabaptistas fue una influencia decisiva en los siguientes pasos dados por Smyth.

Pronto empezó a proclamar a los cuatro vientos que se debía aceptar el bautismo del creyente y rechazar el bautismo infantil. Indicando que el bautismo es un signo de obediencia a Dios. (Parte del mandato de Jesús, fue hacer discípulos, bautizarles y enseñarles el evangelio). La renovada congregación de Smyth aceptó esto como base, más tarde añadieron otras razones para ello, entre otras que el bautismo por la inmersión es pictóricamente simbólico de la muerte, el entierro, y la resurrección de Jesucristo, algo que todos los que desean ser discípulos de Cristo deben hacer si quieren ser sus verdaderos seguidores. Todos hubieron de ser rebautizados de nuevo, incluidos el y su ayudante Helwys.

Otro asunto importante en el sistema bautista es lo que John Smyth dijo en 1610 : "Solo Cristo es rey y juez de la Iglesia y de la conciencia", separándose de esa manera de los movimientos espiritualistas del momento, como los Schwendelkfianos, quienes defendían una espiritualidad personal y no unificada u organizada, y de los fríos mecanismos sacramentales anglicanos, pero a la vez aceptando las tesis congregacionistas, en las que no hay un gobierno sobre las iglesias sino que estas tienen independencia unas de otras.

Otro precepto que empezó a enseñar Smyth, fue que la adoración verdadera debe surgir del corazón y que cualquier forma de lectura de un libro en la adoración era una invención del hombre pecaminoso, no refiriéndose a la lectura personal de la Biblia, sino a los sermones leídos en las iglesias, basándose en escritos previamente aprobados por un grupo dirigente. Este rechazamiento a la liturgia permanece aún entre muchos Bautistas de hoy día. El rezo, cantando y predicando tenía que ser completamente espontáneo, sin un orden preestablecido. Aunque luego también estipuló cierto control sobre la lectura pública de las escrituras, pues según su opinión el pastor solo debe citar de las escrituras como base de sus enseñanzas. El Espíritu Santo debía guiar a los pastores para hablar lo que tuvieran que hablar.

Por otro lado contrariamente al calvinismo tradicional, pero más acertadamente desde el punto de vista bíblico, al igual que lo hicieron los menonitas, Smyth empezó a enseñar que la muerte de Cristo hizo la salvación posible para cualquier persona que ejerciera voluntariamente la fe en Cristo y que Dios no asignó de antemano quienes serían salvos y quienes no. Por ello los historiadores suelen llamar a la iglesia iniciada por Smyth y Helwys, como los "Bautistas Generales" por el hecho de aceptar el sacrificio redentor de Jesús, hacia todos en general y no sobre un grupo de escogidos particularmente, como afirmaba el calvinismo.

Smyth predicó un espiritualismo libertario, defendiendo el derecho de cada individuo a adquirir y mantener su propia fe; incluso defendió su derecho a equivocarse y rectificar. Más tarde rechazó la doctrina de pecado original y afirmó el derecho de cada Cristiano de sostener sus propios puntos de vista religiosos. Entre los trabajos de Smyth está su principal obra "Las Diferencias de las Iglesias separatistas", escrito probablemente entre 1608 y 1609.

Pero sus continuas rectificaciones, quizás debidas precisamente a esa idea de la espontaneidad en la enseñanza y la libertad interpretativa, le hizo aceptar y luego rechazar doctrinas de unos y otros que causaron tales conflictos entre sus seguidores, que él mismo fue expulsado de su Iglesia.

Smyth, ya alejado de su propia Iglesia, comenzó a tratar de traer a sus anteriores compañeros de congregación hacia la iglesia Menonita, a la que ahora empezó a aferrarse. Aunque murió antes de que esto pasara, sin embargo gran parte de su congregación se unió con a los menonitas después de su muerte. Esto causó una separación entre Smyth y el grupo conducido ahora por Thomas Helwys.

Thomas Helwys, tomó las riendas de la congregación una vez que Smyth cayera en desgracia, y durante su liderazgo fue tomando forma el sistema de los llamados con el tiempo bautistas generales.
Thomas Helwys, nacido en 1575 era el segundo hijo de Edmund y Margarita Helwys quienes a su vez era los descendientes de una rica e influyente familia Normanda que tenía importantes posesiones en diferentes condados como, Lincoln, Northampton, Nottingham, y York. Edmund había vendido sus tierras en Lincolnshire y Northhamptonshire y había arrendado una hacienda en Broxtowe en la parroquia Bilborough. En 1590 cuando su padre murió, con tan solo 15 años, Thomas Helwys asumió el control de la hacienda, pero mas adelante, en 1593, dejó el cuidado de esta en las manos de los amigos de su padre y comenzó estudios en la ley en Gray's Inn, una de las cuatro Escuelas de derecho en Londres.

Muy joven, se casó con Joan Ashmore en Bilborough, en 1595. Del fruto de su matrimonio le nacieron siete niños en los doce años que vivieron Broxtowe. Durante este tiempo, la casa de Helwys se hizo un asilo para Puritanos dentro de la Iglesia anglicana y es probable que Thomas contribuyera económicamente a su misión. En algún momento en esos años, Thomas Helwys desarrolló una relación cercana con John Smyth y él y su esposa se hicieron miembros comprometidos de la congregación separatista de Smyth en Gainsborough, Lincolnshire. Durante las duras persecuciones contra los puritanos en Inglaterra, aprovechó su influencia para proteger a los suyos y de esa manera, logró hacer que setenta separatistas de Gainsborough mantuvieran durante un tiempo reuniones secretas en una propiedad de un amigo de la familia, William Hickman en Gainsborough. Mas tarde alrededor del año 1606 una segunda iglesia Separatista en linea con la de Smyth y Helwys, había sido establecida en el Señorío de Scrooby conducida por John Robinson, este había seguido algunos preceptos ya impulsados en ese tiempo por Smyth, como la aceptación del concepto arminiano de la salvación, de la aceptación en la congregación solo de cristianos comprometidos, lo que como hemos visto llevó posteriormente a la obligatoriedad del bautismo como paso obligatorio y la oposición a la imposición de credos. Aunque Robinson probablemente no aceptó para ese tiempo el bautismo adulto como obligación.

Las autoridades de la Iglesia Anglicana eran incapaces de tolerar cualquier grado significativo de independencia por la que abogaban los puritanos. Así en 1606, una comisión eclesiástica del Tribunal Supremo resolvió que era necesaria la restricción y prohibición de los disidentes puritanos de Gainsborough y los de Scrooby. Por ello unos días mas tarde en pleno invierno, Thomas Helwys, John Smyth, y alrededor de cuarenta miembros de la congregación de Gainsborough, a los que se unieron los dirigidos por John Robinsosn en Scrooby escaparon a la tolerante Amsterdam, buscando el refugio espiritual, junto a muchos otros puritanos que se les unieron y se dispersaron por toda Holanda.

Por motivos de seguridad, teniendo en cuenta su numerosa familia, Helwys permitió que esta permaneciera en Inglaterra. Lamentablemente, su esposa pronto fue detenida y, después debido a su rechazo a prestar juramento en el tribunal, ella fue encarcelada. Y posiblemente fue desterrada después de tres meses en la prisión y de esa manera se reunió con su esposo en Holanda.

Helwys se convirtió en mano derecha de Smyth, pero a partir de 1610, cuando este llegó a tener enfrentamientos contra muchos miembros de su propia congregación, se decidió por unanimidad expulsar a Smyth y nombrar como pastor a Helwys. De esa manera un año después este decide poner por escrito una serie de veintisiete preceptos básicos que todo bautista debe seguir, conformando así lo que sería la primera confesión de fe bautista en 1611, conocida como las Confesión de fe de Amsterdam.

Debido a las complejas condiciones en Amsterdam, por causa de la disgregación de la congregación por la influencia de Smyth, en 1611 Helwys decide regresar a Inglaterra. Allí funda una congregación en Spitalfields, en el extremo oriental de Londres, algunos miembros de su anterior congregación en Holanda le acompañan, mientras otros se quedaron rehaciendo la debilitada congregación bautista en Holanda.

Los primeros bautistas se hacían llamar "Creyentes neotestamentarios", para huir de llevar un nombre relacionado o similar a los detestados anabaptistas, que eran muy mal vistos, quedaba todavía fresco en la memoria el trágico recuerdo de Munstër, aparte de que se habían llevado a varios miembros de su iglesia. Un aspecto importante de su nombre fue en primer lugar, el del rechazo al AT. Sobre el asunto del rechazo al Antiguo Testamento, si bien no es algo de lo que se presume, de alguna manera sutilmente lo hay, se puede observar por la forma despectiva con que se trata esa parte de la Biblia. Consideremos las palabras siguientes citadas de una carta de Thomas Helwys a John Smyth, sobre el asunto de la sucesión apostólica que la Iglesia defendía : ...la sucesión... que es el arma mayor del anticristo y que es judaica y ceremonial, una ordenanza del Antiguo Testamento y no del Nuevo Testamento. 

Sin embargo con el tiempo la mayoría de los bautistas consideran que el termino "Santas Escrituras", hace referencia tanto al Nuevo como al Antiguo Testamento, no obstante poco citan de este en sus enseñanzas.




Carta de Thomas Helwys al Rey Jaime, solicitando libertad religiosa.




En los siguientes meses, una vez establecido en Londres, Helwys escribió tres de sus trabajos más importantes, el primero en defensa del Arminianismo : A short and plain proof, by the word and works of God, that God's decree is not the cause of any man's sin or condemnation: and that all men are redeemed by Christ; as also that no infants are condemned, ("Una prueba corta y simple, de la palabra y la obra de Dios, de que el decreto de Dios no es la causa del pecado de ningún hombre ni su condenación: y que todos los hombres son redimidos por Cristo; además que ningún infante es condenado. También por ese tiempo, escribió otro tratado dando una explicación sobre sus diferencias con el movimiento de los menonitas, a los que se aferró su anterior socio Smyth.

Otro titulo polémico y uno de sus mas importantes trabajos fue, "Breve Declaración sobre el Misterio de la Iniquidad", que fue una crítica e interpretación apocalíptica contra el papado así como también repartió críticas al Puritanismo tradicional, y contra los congregacionistas de Robert Browne. Además se convirtió en el primer libro en inglés que defiende el principio de libertad religiosa. Para Helwys, la libertad religiosa era un derecho para cada uno, aún para aquellos con los que él discrepó.

Sobre esto mismo, Helwys escribió una petición al Rey Jaime abogando por la libertad de conciencia adjuntando una copia de su libro. Algunas de sus expresiones de aquel documento : " El Rey es un hombre mortal, y no un Dios, por lo tanto él no puede ostentar ningún poder sobre el alma mortal ni hacer leyes y ordenanzas para poner a Loores espirituales sobre otros.... Si nuestro señor el Rey según su juicio perspicaz vio como la Reina María por su espada de justicia no tuvo ningún poder para poner en sujeción a las conciencias, (haciendo referencia al fracaso del intento de la anterior reina María Tudor de volver a Inglaterra al catolicismo) tampoco nuestro señor el Rey por aquella espada ni con el poder de la justicia podrá sujetar nuestras conciencias: todos los poderes terrenales son lo mismo en sus distintos dominios. " (Breve Declaración del Misterio de la Iniquidad)

Otra interesante cita del mismo libro es : Si los Reyes gobiernan y hacen al pueblo obediente y sujeto, cumpliendo este todas las leyes humanas hechas por el Rey, bien, pero nuestro Lord el Rey no puede requerir más: la devoción de la gente a Dios es entre Dios y ellos; el Rey no debe intervenir en ello, nunca puede el Rey ser el juez entre Dios y el hombre. " (Breve Declaración del Misterio de la Iniquidad)

La respuesta del Rey fue contundente, considerando aquello como una intromisión indebida por parte de una minoría, por ello mandó a prisión de Newgate a Helwys, donde murió en 1616. La copia de presentación de Helwys de su Breve Declaración del Misterio de la Iniquidad, todavía se conserva en la Biblioteca Bodleian. Ese espíritu en defensa de la libertad de conciencia, fue durante muchos años una lucha por parte de los bautistas.

Entre los que habían acompañado a Thomas Helwys desde Holanda, estaba John Murton, otro celoso impulsor de la teología bautista, que siguió la dirección de las congregaciones tras la muerte de Helwys, de tal manera que en 1625 había cinco congregaciones en Londres y para 1668 ya había 47, no solo en Londres sino en sus alrededores.

Pero también durante ese periodo de tiempo, hubo rupturas o cismas, ya vimos que los seguidores de Smyth, se unieron unos a la iglesia menonita y otros a la reformada holandesa, quedando disuelto el movimiento. Pero no se quedó allí la división entre los bautistas, pues en Inglaterra también surgieron disputas, en 1624, un grupo liderato por Elías Tookey y otros trece miembros importantes, fueron expulsados de la congregación dirigida por Murton, formando su propia congregación en la que se empezaron a enseñar ideas cercanas al antitrinitarismo de Sociniano, surgiendo un movimiento antitrinitario bautista.

Más tarde surgiría otra rama, mas no por una ruptura desde el movimiento bautista original, sino por contaminación de otras iglesias que se sumaron al movimiento. Debido al progreso y aumento de las congregaciones bautistas, ciertas iglesias separatistas que hasta ese momento se consideraban calvinistas puritanas o congregacionistas, empezaron a plantearse el asunto del bautismo de infantes. Esto sucedió en 1630 y continuó hasta 1633, sobre todo de la mano de ciertos pastores, como Henry Jacob, William Kiffin, John Lathrop y Henry Jessey, que se consideraban grandes doctos religiosas y pastores puritanos muy influyentes. A estos se uniría con el tiempo un zapatero inglés, John Spilsbury, cuyo ímpetu y espíritu de líder, hicieron que se establecieran como iglesias bautistas, pero sin tomar todas las ideas que los bautistas originales poseían, entre ellas la de la redención de todos. En este caso ellos continuaron con el pensamiento calvinista de la predeterminación del salvo por parte de Dios, y que el sacrificio de Jesús fue solamente para beneficio de los escogidos.

John Spilsbury, nacido en 1593, había pertenecido a un grupo independiente de los que abundaban en la Inglaterra de aquellos tiempos, pero abandonó estas para unirse a los pastores que ahora abrazaban el bautismo adulto como principal punto de apoyo. El mismo se bautizó como tal, tras lo cual junto a otro disidente William Kiffin, discípulo de Hernry Jacob, formó una congregación que rechazaba el bautismo de infantes, pero de signo calvinista, esto sucedía en 1638. Tres años después el propio Henrry Jacob, se unió a ellos, estableciendo un conglomerado de iglesias bautistas que arrastraron a muchas otras hacia sus ideas.
Así, de forma casi casual, se produjo un choque ideológico, entre los tradicionales bautistas y esta nueva ola, que con mas fuerza empujaba hacia caminos antes abandonados. Muchas congregaciones de Londres se les unieron, y a partir de aquel año 1641, se les conoció oficialmente como bautistas. Pero otras congregaciones se negaban a aceptar de nuevo las tesis calvinistas que las nuevas congregaciones querían imponer, siendo que desde el principio las tesis de un sacrificio redentor para toda la humanidad, fue base de su enseñanza, aparte de ser esta mas cercana a las escrituras, muy injusto sería Dios sino privara de la oportunidad de salvación a la mayoría de la humanidad. Pero el peso de estos maestros unidos ahora al movimiento bautista, significó que los arminianos pese a ser mayoría, no fueran escuchados. La división no se hizo esperar, formándose desde entonces dos lineas opuestas de bautistas.

Por ello históricamente se ha llamado a este nuevo movimiento como "Bautistas particulares", que aceptaban el sacrificio de Cristo, particularmente solo para los escogidos, frente a los tradicionales Bautistas generales, que opinaban que Cristo vino para salvar a todo el que escogiera ese camino.

Pero Spilsbury consideró necesario unificar criterios a fin de crear un núcleo solido y consistente, pues hasta ahora estaban surgiendo demasiadas ramas y cismas que perjudicaban el aumento del movimiento bautista. Por ello pensó que era necesario establecer un orden, algo así como una constitución o confesión de fe, establecido en todas las iglesias según acuerdo. Ninguna iglesia, y ningún bautismo, podría existir aparte de la sumisión a un evangelismo ortodoxo incorporado en una confesión de fe, afirmaba el. Más no fue precisamente consensual su confesión, ni significó la unificación de ambas tendencias.

En su confesión de fe, redactada en 1641, incluye por supuesto el tan complejo asunto que dividía a los bautistas, el de la predeterminación de los salvos. En el tercer punto de su Confesión de fe dejaba claro no obstante su postura al respecto : -Creo en el consejo de voluntad de Dios, que antes de que él hiciera el mundo, realmente eligió y escogió un cierto número de sus criaturas previstas para la caída, y designado a ellos a la vida eterna en su Hijo, para la gloria de su gracia: que numeran tan elegido será salvado, venido la gloria, y el resto dejado en el pecado para glorificar su justicia. (Confesión de Fe de Londres p3)

Así demostraba poco afecto a los Bautistas Generales, pues el mismo se postulaba a favor de los particulares, de hecho comentaba así sobre los que defendían la libertad de opción al hablar de un sacrificio de Cristo para salvación de todos : realmente creo que es una doctrina de abajo, y no procede de arriba, y los maestros de ello proceden de Satán, y no de Dios, y por tanto debe ser rechazada como se opone Cristo y su Evangelio. (Confesión de fe de Londres p7b)

Por ello algunos de sus postulados, serían de difícil aceptación por parte de los bautistas generales. Un aspecto mencionado en la confesión de fe de Spilsbury, es lo que tiene que ver con la resurrección y el futuro, menciona lo siguiente : -Creo la resurrección de los muertos, que todos se levantarán y vendrán al juicio, y cada uno dará cuenta de él a Dios, y recibirá según las cosas hechas en sus cuerpos, si son buenos o malos; por lo tanto no se debería forzar ninguna conciencia en los asuntos de Religión, porque ningún hombre puede confirmar el otro en su cuenta a Dios, si en caso él haga que aquél peque. (Confesión de Fe de Londres p8) De nuevo quiso armonizar su punto de vista calvinista sobre la voluntad del hombre, el cual según esta controvertida percepción puede verse forzado a pecar por Dios y ser condenado por Dios mismo quien así lo determina.

De esa manera se convirtió en la voz del movimiento bautista particular, que pese a ser minoría, pronto se convirtió en la principal. En 1643, Spilsbury publicó un tratado titulado "A Treatise Concerning the Lawfull Subject of Baptisme" en el que explicaba las verdaderas razones y motivos para el bautismo, y donde condenaba como anticristos a los que defendían el bautismo infantil contra voluntad del individuo. Aquello tuvo una gran difusión, haciendo una posterior corrección y edición del mismo en 1652.
Por otro lado como era común a la mayoría de las confesiones protestantes, aceptaba la trinidad tal como se estipuló en el siglo IV.

Todas estas cosas alejaron mas a ambas facciones, tomando caminos paralelos, si bien las persecuciones los unieron durante un tiempo, el Acta de Tolerancia de 1689, brindó el reconocimiento de los bautistas como la tercera denominación discrepante, es decir no anglicana, en las que se incluyó a los Presbiterianos, congregacionistas independientes y Bautistas.

En ese mismo año (1689), se estableció otra confesión de Fe pero claramente favorable a los que para ese tiempo ya eran mayoría, los bautistas particulares, compuesta de 32 artículos, veinte más que la anterior de 1641 y donde se matizan algunos detalles como reconocer que el hombre en su estado inicial, tenía libre albedrío, pero en su caída lo perdió, pero se siguen aceptando los postulados de la predeterminación : Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, ordena libre e inalterablemente todo lo que sucede. Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es autor del pecado ni comparte con los pecadores la responsabilidad del pecado, ni hace violencia a la voluntad de sus criaturas, ni quita la libertad ni contingencia de las causas secundarias sino más bien las establece. En todo esto se manifiesta la sabiduría divina al igual que su poder y fidelidad para efectuar aquello que se ha propuesto. ( Confesión de fe Bautista 1689 3,1)
Por el decreto de Dios y para la manifestación de su propia gloria, algunos hombres y ángeles son predestinados (o pre-ordenados) a vida eterna por medio del Señor Jesucristo, para la alabanza y gloria de su gracia. A los demás, ha dejado para que sean condenados en sus pecados, para la alabanza de su gloriosa justicia. (Confesión de Fe Bautista 1689) 

Además, se estableció un dogma para los juramentos, a fin de alejarse de postulados más radicales como los de los cuáqueros, o menonitas. Pero aquella confesión de fe no logró la unidad de generales y particulares, sencillamente para ese tiempo la división era insalvable. Y si nos ha llegado el código de fe de los particulares, es porque fueron estos los que a la postre se quedaron con la mayoría y con el nombre de Bautistas.

El rumbo seguido por los Bautistas generales fue muy distinto, y opuesto al de los particulares, en el siguiente siglo muchos incluso empezaron a abrazar corrientes antitrinitarias, como ya lo hicieran Elías Tookey y otros cien años antes, de esa manera la mayoría de ellos en 1750 se habían convertido en unitarios, rechazando la trinidad. La investigación privada que había establecido Smyth en los comienzos tenía estas consecuencias, que muchos descubrieran que muchas doctrinas tradicionales, no se encontraban en las escrituras. Pero también significaba demasiadas discrepancias entre congregaciones, lo que debilitó muchísimo el avance de los Bautistas Generales.

Solo con la llegada de Dan Taylor, un desencantado de la revolución metodista de Wensley, se consiguió que entre los Bautistas generales se manifestara una nueva actividad religiosa.
Taylor había nacido en 1738 y en 1763, tras abandonar el metodismo, fue atraído por los bautistas generales, que para ese tiempo sin embargo, se hallaban divididos y en horas bajas.
Taylor reorganizó a las congregaciones mas tradicionales e instauró la Nueva Conexión de los Bautistas Generales. Una agrupación independiente de disidentes, venidos de diferentes congregaciones bautistas desencantados, que empezaron a reunirse alrededor del Puente de Hebden. El año siguiente el grupo Birchdale construyó su propia capilla, con el apoyo de muchos bautistas de Leicestershire y todo el este de Midlands, Inglaterra.

En junio de 1770 Dan Taylor fue capaz de juntar a muchos de aquellos Bautistas Arminianos desencantados con los Viejos Bautistas Generales, que ahora pasaron a engrosar la Nueva Conexión de los Bautistas Generales. Bien organizado al principio, la Conexión prosperó, en particular en las áreas industriales de Midlands. Hacia 1817, un año después de la muerte de Taylor, la Conexión tenía 70 capillas. Las Memorias de Reverendo Dan Taylor, incluyendo los extractos de su diario, corregidos por su hijo Adán Taylor, fueron publicadas después de la muerte de Dan Taylor en 1820.

Pero pese a ese nuevo espíritu evangelizador impulsado y estimulado por Taylor, el rechazo a los antitrinitarios, hizo que estos últimos buscaran refugio en otros grupos unitarios y se disolviera la corriente bautista unitaria. Y en cuanto a la Nueva Conexión Bautista, sus diferencias doctrinales con los Bautistas Particulares fueron desapareciendo gradualmente en el curso del siglo diecinueve, y ambos cuerpos se unieron en 1891.

LOS BAUTISTAS EN AMERICA

La Historia de la Iglesia Bautista en América, según ciertos historiadores no surgió por la llegada de estos al nuevo continente, sino que se inició espontáneamente, aunque esto hay que matizarlo. Según las fuentes tradicionales, fue establecida por Roger Williams. Aunque existen pruebas de la llegada de algunas comunidades bautistas antes que el. Williams era ministro anglicano en Inglaterra, y se había pasado al congregacionismo, por ello tuvo dificultades con la ley y debido a las persecuciones tuvo que huir y buscar refugio, como tantos otros puritanos se estableció en la Bay Colony, en Massachusetts en 1631. Pronto fue llamado a ser pastor en la ciudad de Salem y sirvió allí durante unos cuantos años.




Roger Williams, uno de los primeros bautistas de Norteamerica






Pero su inquietud le hizo plantearse varios asuntos en los que no estaba de acuerdo, sobre todo cuando se encontró con una comunidad puritana, que pronto había olvidado los tiempos de persecución religiosa que habían sufrido en Inglaterra y ahora se estaba convertido en una comunidad intolerante frente a otros colonos que traían otras enseñanzas, entre ellos los menonitas, que se vieron obligados a aislarse en otros lugares por la intransigencia y presiones de los puritanos. Así Roger Williams, se quejó que las autoridades civiles, impusieran una religión mayoritaria como la única, de esta manera escribió contra esto y sobre todo en lo que tenía que ver con las separación Iglesia-Esatdo, el escribió lo siguiente : Todos los oficios civiles con sus cargos de justicia en sus respectivas constituciones y administraciones son esencialmente civiles y por lo tanto no son jueces, gobernadores ni defensores del estado cristiano o de la adoración espiritual..... Dios no demanda que una uniformidad de religión sea impuesta y forzada por ninguna autoridad civil; esa uniformidad impuesta (pronto o tarde) es gran ocasión de guerras civiles, violación de la conciencia, persecución de Cristo Jesús en sus siervos y la hipocresía y destrucción de millones de almas. (The Bloudy Tenent of Persecution p4,p7)

Esta postura en defensa de la libertad religiosa le trajo serios enfrentamientos a las autoridades religiosas establecidas en Massachusetts, y su denuncia de los estatutos de la Colonia de Massachusetts, lo puso en conflicto con las autoridades civiles. Por eso, fue llamado ante la Corte General en Boston y habiéndose negado a retractarse, en Octubre 1635 fue desterrado. Dejó la colonia y adquirió de los indios Narrangansett una extensión de tierra, donde quiso establecer otra colonia, junto a el fueron otros 12 miembros de la congregación de Salem, entre ellos, Ezekiel Holliman, quien había llegado de Inglaterra tan solo un año antes y era todo un renovador fiel apoyo de Williams. Pronto se unieron a Williams y Holliman, otros colonos, y el asentamiento, se convirtió en uno de los primeros en Norteamérica en ser establecido sobre la base de una completa libertad religiosa, la ciudad fue conocida como Providencia. Esta nueva colonia se convertiría en refugio para los perseguidos o para los sostenedores de conceptos radicales o no aceptados en las comunidades puritanas.

En 1633, un pastor de la iglesia Bautista de Gales, John Myles, había emigrado con su iglesia desde Swansea, Gales, y se estableció, junto con su pequeña comunidad de seguidores en Newport, Rhode Island, al sureste de Massachusetts y relativamente cerca de Providencia. Por eso algunos escritores datan el establecimiento de la primera iglesia bautista en Massachusetts en el tiempo de su llegada, pues todavía Williams no se había postulado por el bautismo adulto, aunque quizás Myles, no estableciera de forma oficial una congregación bautista allí.

Pero en realidad no fue hasta 1639 que Williams, repudió el valor del bautismo que había recibido en la infancia, y pensó que era necesario ser re-bautizados, con plena conciencia de sus actos, no como habían sido obligados siendo niños. Así, ese mismo año fue bautizado por Ezekiel Holliman, quizás fue este el iniciador de la "nueva idea", o fue importada de los bautistas ingleses, recién llegados a Rhode Island. En cualquier caso una vez bautizados Williams y otros diez por Holliman, se constituyó la primera Iglesia Bautista en Providencia, aunque no la primera de América, según hemos demostrado.

Pronto surgirían nuevas comunidades, a medida que llegaban huyendo de Europa, miles de bautistas y otros miembros convertidos en América, predicaban ardientemente, la comunidad de Newport fue trasladada en 1667 a un nuevo lugar cerca de la frontera de Rhode Island, fundando la ciudad a la que llamaron Swansea, pero esta vez en America. La primera iglesia bautista en Boston fue establecida en 1665, y la organización de la primera en Maine, entonces parte de Massachusetts, fue completada en 1682. Así, en pocos años los bautistas, todos ellos adheridos a la linea de los particulares, es decir de tesis calvinista, fueron creciendo, convirtiéndose en una de la más importantes iglesias en los Estado Unidos. Con ello se vio la necesidad de contar con un órgano de control de todas las iglesias dispersadas por ello se formó la Convención Trienal y la Sociedad de Misiones, quienes velarían por mantener cohesionadas organizativamente a todas las congregaciones bautistas del país, algo parecido sucedió en Inglaterra, con la Unión Bautista de Gran Bretaña.

Pero hubo otras tendencias con influencias externas, por ejemplo, varios bautistas norteamericanos, influidos por corrientes sabatarianos empezaron a guardar el sábado o séptimo día desde mediados del siglo XVII. En 1672 se organizó una Iglesia Bautista del Séptimo Día en Newport, Rhode Island. La única diferencia importante con otros bautistas es la observancia del sábado, lo cual no se hace de una manera legalista ni impositiva, pero eso fue suficiente para independizarse y crear un grupo, minoritario, pero de fuertes convicciones.

En Norteamerica, una gran comunidad de Bautistas se establecieron mas al sur, y con el tiempo debido a las desavenencias con respecto a la esclavitud, en 1845 sucedió una ruptura entre estos y los del norte, llegando a formarse la Convención Bautista del Sur, que fue esclavista hasta que la ley estableció la ilegalidad de tal oprobio. Con el tiempo, debido a la separación con la convención bautista norteña, la tendencia de los del sur ha sido un acercamiento al evangelismo actual, sin llegar a copiar todos su métodos, en cualquier caso son la comunidad mas numerosa de todas las bautistas con mas de 16 millones de miembros pasivos.

Como ya vimos, los originales bautistas de la primera época, para el siglo XVIII, cayeron en el liberalismo teológico, y prácticamente desaparecieron de la escena en Inglaterra. Por el contrario durante esa misma época, los Bautistas Particulares se movieron unos hacia un conservadurismo doctrinario en ocasiones extremo, algunos lo llaman Hipercalvinismo o Antiarmianismo. El principal exponente del Calvinismo estricto fue John Gill (1696-1771), quizás más conocido por su obra "Exposición de Toda la Biblia", el primer comentario que, abarcaba en su explicación versículo por versículo de toda la Biblia.

Por otro lado en 1785, Andrew Fuller publicó "El Evangelio Digno de Toda Aceptación". Fuller fue un entusiasta en la defensa de la teoría gubernamental de la expiación contra el calvinismo tradicional por un lado y el unitarismo o Socinianismo sobre el otro, fundó junto a Guillermo Carey la Sociedad de Misionero Bautista, a la cual dedicó todas las energías de su vida. Él convirtió en el evangelio en la ley, de modo que el evangelio se hiciera el medio por el cual los pecadores fueron condenados.

De esto surgió una nueva vertiente que fue llamada "Fullerismo", y que llevaría a una división entre los Bautistas Particulares de Inglaterra.
Entre la rama Fullerita, de los Bautistas Particulares, el Calvinismo declinó y la práctica de la comunión abierta creció. En 1891, la mayoría de los Bautistas Generales que todavía quedaban se fusionaron con los Bautistas Particulares en la llamada Unión Bautista de Gran Bretaña.

Una reciente tendencia entre la comunidad bautista son los llamados los "Bautistas Reformados", quienes sostienen el Pacto de la Gracia, el cual es hecho únicamente con los elegidos, tal como enseñaron los particulares. De hecho algunos Bautistas Reformados modernos se consideran como los herederos espirituales de los Bautistas ingleses Johnn Bunyan y Charles Spurgeon, quienes llegaron a aceptar el bautismo de infantes; el primero, autor del famoso libro "El Progreso del Peregrino", convirtiendose en congregacionista y el segundo llamado Príncipe de los Predicadores, se relacionó con los presbiterianos, muy lejos queda por tanto en ellos, el espiritu bautista puro. Así la teología Calvinista de los Bautistas Reformados es semejante a aquella de la de los comienzos de los ingleses Bautistas Particulares, pero con numerosas influencias externas.

En los capitulos finales hablaremos más sobre la evolución de la iglesia bautista y sus situación actual.

2 comentarios:

  1. Muy interesante y a la vez compleja, con matices y corrientes diversas, la historia de los Bautistas y de los evangélicos en general merece que se la investigue y estudie con mas detenimiento a fin de conocer mas acerca de nuestros orígenes como cristianos.

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  2. El problema está en que, esa historia está llena de tergiversaciones e interpretaciones intencionadas que ocultan la realidad.

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