Contemporáneo de Hipólito, Tertuliano, y Clemente de Alejandría, tres grandes escritores cristianos y a la vez tan controvertidos y en algunos casos alejados unos de otros como el cielo de la tierra, proviene otro gran pensador y más complejo si cabe maestro, Orígenes.
Nacido en Alejandría, alrededor del año 185, de padres supuestamente cristianos, de hecho su padre al parecer fue decapitado durante la persecución de Séptimo Severo en el año 202, perdida que tuvo un efecto profundo en la personalidad de Orígenes.
Ya desde muy joven, su gran curiosidad y búsqueda del saber lo llevó a estudiar en la escuela fundada por Ammonius Sacas, un filosofo neoplatónico, originador de la llamada Teosofía (Theos = Dios, Sophia = Conocimiento profundo), de quien es posible que le haya influido en su manera de enseñar el cristianismo, utilizando juegos de palabras y especulaciones sobre asuntos mas allá de lo que la Biblia aclaraba. No hay una explicación clara de como pudo llegar a estudiar en tal escuela, máxime siendo de padres cristianos, quienes rehuían de la filosofía griega.
Pero el hecho de que fuera asiduo lector de Filón, incluso llegase a estar en contacto con el gnosticismo valentiniano, nos hace pensar que en un principio sus progenitores no fueron cristianos ejemplares, es posible que abandonasen el cristianismo durante algún tiempo, aunque posteriormente fueran recuperados, pues para finales de siglo, Leonidas su padre fue martirizado, por identificarse como tal.
Para la última década del siglo II Orígenes ya había demostrado sus dotes de maestría e inteligencia al servicio de lo que el consideraba su principal saber, el cristianismo. Estudió en la famosa escuela cristiana de Alejandría, bajo la tutela de Clemente. Pero la escuela de Alejandría de alguna manera estaba contaminada por la influencia de la filosofía, ya había quedado claro en el tiempo en que Clemente la dirigiera, y uno de sus alumnos aventajados, seguiría su camino y llevaría la filosofía platónica mas lejos aún.
De hecho poco después de que Clemente, quien había sido su tutor en su paso por la famosa escuela cristiana, huyera a Capadocia debido a las persecuciones del año 202, entonces, tan solo tres años después de la muerte de su padre, Orígenes se hace cargo de dicha escuela, con apenas 18 años, lo cual indica su prodigiosa capacidad como maestro.
Aunque no se conservan muchos de sus escritos, según el historiador cristiano Jeronimo, llegó a a ser autor de por lo menos 800 textos distintos, aunque según Epifanio de Salamina, enemigo acérrimo de la enseñanza de Orígenes afirmó que en realidad escribió cerca de 6000, no hay pruebas para tal afirmación, pero en cualquier caso si podemos decir que fue un gran escriturario.
Su afán por dar explicación a todo, pero siempre desde la óptica filosófica, le confirió grandes dificultades para ser entendido con exactitud. De hecho llegó a defender que toda la escritura del AT, estaba escrito en sentido alegórico o interpretación espiritual, pero no necesariamente literal. Lógicamente ese punto de vista permitió a Orígenes hallar en las escrituras cualquier idea que encajara con su propio sistema de pensamiento teológico. Sin embargo el afirmaba, con plena convicción, que era un intérprete fiel y entusiasta del pensamiento bíblico.
La manera de interpretar algunos asuntos, incomoda al catolicismo, por ejemplo la posición de Pedro como cabeza de la congregación, instituida hacia el tiempo de Eusebio de Cesarea, mediado del siglo IV, está en seria contradicción con la interpretación entendida en ese tiempo y difundida por Origenes, y que entre otras cosas viene a decir : Y si nosotros, como Pedro decimos, “ Tu eres el Cristo, El hijo del Dios vivo,” No como si carne ni sangre nos lo revelara, pero como por la luz del Padre en el cielo alumbrando en nuestro Corazón, nosotros nos convertimos en un Pedro, y a nosotros nos podria decir el mundo, “tu eres Pedro, ‘ etc. Por que roca es todo discípulo de Cristo de quien aquellos bebieron quienes bebieron de la roca espiritual que los siguieron, y sobre cada roca es edificada cada palabra de la iglesia, y su organización de acuerdo a esto; Por que en cada uno de los perfectos, que tienen la combinación de palabras y decretos y pensamientos que sobre bendicen, es que la iglesia es edificada por Dios.
Pero si supones que solo sobre Pedro es que Dios edifica Su iglesia, que dirías de Juan el hijo del trueno, o de cada uno de los apóstoles? Nos atreveríamos a decir que solo sobre Pedro en particular, las puertas del hades no prevalecerán, y prevalecerán sobre el resto de los apóstoles y los perfectos? Que acaso el comentario entes expresado “Las puertas del hades no prevalecerán sobre esta’ no se aplica a todos y cada uno de ellos? Igualmente el otro comentario “Sobre esta roca edificare Mi iglesia? Son acaso las llaves de reino dadas a Pedro solamente, y ningún otro de los bendecidos las recibirá? Pero si esta premisa “y a ti te daré las llaves del reino de los cielos” es común para otros, Por que no las cosas dichas antes que esta, al igual que las cosas dichas a Pedro después de esta ?
Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. Si cualquiera declara esto, obtendrá las cosas de las cual se habla en el evangelio sobre Pedro, pero, como el espíritu del evangelio enseña a todo aquel que se convierte tal y como Pedro” (O, CM 16,18)
Prueba clara y sólida que demuestra, que de ninguna manera, se veía la sede de Roma como representación de esa roca sobre la que se fundamenta el cristianismo. La lógica y ala vez clarividencia de sus exposiciones, en algunos casos deja sin argumentos a sus opositores.
Pero tambien esa eficaz manera de exponer los asuntos, le permitió casar enseñanzas ajenas al cristianismo y judaísmo con las escrituras dando una interpretación alegórica. Por ejemplo fue el impulsor o introductor de doctrinas provenientes del platonismo, como lo era la del alma inmortal, aunque intentado armonizarla con la idea del antiguo testamento, sobre la muerte del alma, notemos por ejemplo la explicación dada por Origenes, segun se encuentra en los papiros de Toura, hallados en Egipto, en esta, se narra la disputa entre Heraclides y Origenes, sobre diferentes asuntos de gran profundidad doctrinal, entre ellos trata el asunto del alma de esta manera : el alma, en un sentido, es inmortal, y en otro sentido mortal; depende enteramente de cuál de las tres diferentes clases de muerte se trate. Está, en primer lugar, la muerte al pecado (Rom. 6,2). El que está muerto al pecado vive para Dios. La segunda es la muerte a Dios (Ez. 18,4). El que está muerto a Dios vive para el pecado. La tercera es la que se entiende comúnmente con esta palabra, o sea, la muerte natural. El alma no está sometida a esta muerte; aun cuando los que viven en pecado la desean, no la pueden alcanzar (Apoc. 9,6). Pero el alma está sujeta a las dos primeras clases de muerte, y respecto de ambas se la puede llamar mortal. Sin embargo, el hombre puede escapar a esta clase de muerte. (P.Toura S VI)
En el mismo escrito, contestando a un tal Dionisio, quien defendía la idea que según el aportaba el pentateuco, sobre que la sangre era el alma, allí Origenes de nuevo busca una formula intermedia para casar su teoría del alma, con lo aportado por las escrituras en el pentateuco. Hace mención de dos clases de sangre, la natural fisica y una más profunda, espiritual, el alma,. Según esto al morir el justo, esta alma-sangre se separa del cuerpo y entra en la compañía de Cristo antes de la resurrección.
De nuevo ahondando en el mismo asunto, en su libro Parousía, Orígenes, muestra una teoría muy personal sobre la idea del alma inmortal, incluso parece indicar que hubo una preexistencia de las almas en el cielo con Dios, dice así : los que hicieron uso de su libertad en contra de Dios, fueron condenados a unirse con el cuerpo; es el caso de los hombres. Los demonios serían seres cuya desobediencia fue mayor, y por eso cayeron más abajo. Solamente el alma de aquel hombre que sería Jesús permaneció devota y unida al Verbo hasta identificarse plenamente con él. (Parousía s-3) En ese sentido parece buscar un acercamiento a Marción y a algunos gnósticos, por el hecho de hablar del cuerpo como una especie de castigo del cual haya que liberarse. No obstante, rechaza el que haya sido un demirugo maligno quien creara la tierra y todo lo que en ella haya, ni tampoco rechazó al Dios del AT, como lo hiciera Marción y la gran mayoría de los gnósticos.
En su explicación del Génesis fue desde luego innovadora, indicando que todo el relato de la creación fue una alegoría para mostrar todo lo ocurrido en una especie de paraíso espiritual del cual fueron expulsados los que después llegaron a ser la familia humana. En este fragmento se puede notar dicha idea : Cuando él en un principio creó todo lo que le plugo crear, a saber, las criaturas racionales, no tuvo otro motivo para crear fuera de sí mismo, es decir, su bondad. Ahora bien, siendo él mismo la única causa de las cosas que habían de ser creadas, y no habiendo en él diversidad alguna, ni mutación, ni imposibilidad, creó a todas las creaturas iguales e idénticas, pues no había en él mismo ninguna causa de variedad o diversidad. Sin embargo, habiendo sido otorgada a las criaturas racionales, como hemos mostrado muchas veces, la facultad del libre arbitrio, fue esta libertad de su voluntad lo que arrastró a cada una (de las creaturas racionales), bien a mejorarse con la imitación de Dios, bien a deteriorarse por negligencia. Ésta fue la causa de la diversidad que hay entre las creaturas racionales, la cual proviene, no de la voluntad o intención del creador, sino del uso de la propia libertad. Pero Dios, que había dispuesto dar a sus creaturas según sus méritos, hizo con la diversidad de los seres intelectuales un solo mundo armónico, el cual, como una casa en la que ha de haber no solo «vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro, unos para usos nobles, y otros para los más bajos» (cf. 2 Tim 2, 20), está proveído con los diversos vasos que son las almas. En mi opinión éstas son las razones por las que se da la diversidad en este mundo, pues la divina providencia da a cada uno lo que corresponde según son sus distintos impulsos y las opciones de las almas. Con esta explicación aparece que el creador no es injusto, ya que otorga a cada uno lo que previamente ha merecido; ni nos vemos forzados a pensar que la felicidad o infelicidad de cada uno se debe a un azar de nacimiento o a otra cualquier causa accidental; ni hemos de creer que hay varios creadores o varios orígenes de las almas (Ibid. Il, 9, 6)
Por otro lado y en la misma obra, habla de una restauración universal, a la que llama apocatástasis final, en esta según explica el filosofo cristiano,: todas las cosas volverán a su estado original, pues al final han de ser purificadas como por fuego todas las almas, y cuando todos los seres se hayan purificado tendrá lugar la segunda venida de Cristo y Dios entonces será todo en todas las cosas. Esto hizo surgir no poca discusión, no inmediatamente, pero si 50 años despues de su muerte, era normal por otro lado pues la distribución de la información y los escritos en aquella epoca tardaba mucho en su difusión.
El caso es que no se entendió del todo bien y fueron duramente criticadas algunas de estas ideas aportadas por el, despues en el año 400 surgió de nuevo de la mano de un seguidor suyo llamado Evagrio Póntico, quien reinterpretanto a Origenes, logró que de nuevo se levantaran voces contra sus escritos, mas no fueron declaradas herejías hasta el 553. No cabe duda que esto sirvió de inspiración a muchas doctrinas muy posteriores de grupos afines al gnosticismo, como fueron supuestamente cátaros o bogomiles. También en esa misma linea mostró que como nacemos de la carne pecadora, se necesita una primera purificación, eso se logra con el bautismo que la iglesia da. Por ello fue partidario del bautismo de infantes, que ya estaba causando polémica en aquel entonces.
Pero entre sus principales obras, "De Principia"(Tratado de los Principios) y "Contra Celso" lleva a un extremo su platonismo exacerbado. Pero no son las únicas en las que desarrolla su peculiar manera de explicar las cosas, muy distinta a cualquier otra que antes o en su propio tiempo nadie había utilizado. Ni en sus contemporáneos, Tertuliano o Hipolito, ni en otros alejandrinos se puede observar esta forma tan compleja pero a la vez clara.
En el caso de su obras teológicas sobre asuntos doctrinales, trata entre otros asuntos el tema de la identidad de Dios en relación con Cristo y también con el Espíritu Santo. Para los apoyadores de la doctrina trinitaria, las explicaciones de Orígenes, quizás les sean decepcionantes, ya que no se postuló a favor de los que pretendían enseñar una igualdad entre los tres. De hecho algunos, (no sus contemporáneos), lo acusan de subordinacionista, acusación sin fundamento al ser una tendencia no tratada hasta décadas después de este. Pero por otro lado, sienta las bases para las futuras explicaciones que sobre dicha doctrina utilizaron los posteriores maestros de la iglesia. Con el lenguaje ambiguo de sus explicaciones se pueden dar diversas interpretaciones, ya que puede tener un sentido claro en la superficie, pero guardando una vertiente mas engañosa por debajo.
Entre otras cosas Orígenes, tratando de dar una solución a la controversia entre los que opinaban que Jesús era Dios mismo y los que por el contrario definían a Jesús como simple persona utilizada por Dios para un fin, el da una respuesta que, aunque a el le parece clara, deja ciertas lagunas que después explicaremos. Así en principio parece hacer una clara distinción, entre Dios-el Padre y el Logos al definir esta diferencia menciona lo siguiente : "Dios es Dios-en-si, y por esto dice el Salvador en su oración al Padre: «Para que te conozcan a ti, el único Dios verdadero» (Jn 17, 3); fuera del Dios-en-si, todo lo que es divinizado por participación de la divinidad de aquél no debiera llamarse propiamente «el Dios», sino «Dios»: y aquí el «primogénito de toda la creación» (cf. Col 1, 15), que por «estar en Dios» (cf. Jn 1, 1) es el primero en atraer hacia sí la divinidad, es absolutamente superior en dignidad a los otros que son dioses fuera de él—de los cuales Dios es «el Dios» según aquella palabra: «El Dios de los dioses, el Señor, ha hablado y ha convocado a la tierra» (Sal 49, 1)—; él ha sido el ministro de su divinización, sacando de Dios y comunicándoles a ellos generosamente según su bondad su divinización".
Dios, pues, es el Dios verdadero: los que han sido conformados según él, son como reproducciones de un prototipo; pero, por otra parte, la imagen arquetipo de estas múltiples imágenes es el Logos «que está en Dios», el que estaba «en el principio», el cual, por estar «en Dios» permanece siempre «Dios». Porque no sería si no estuviera «en Dios», y no permanecería Dios si no permaneciera en incesante contemplación de la profundidad del Padre (Ibid. XIII, 151-152)
Con esto, aunque deja claro que Dios es superior, no obstante por otro lado trata de explicar que Jesús también es eterno, lo cual crea la paradoja de si este se origina de Dios el padre que es eterno, ¿Cómo puede no tener un principio?
Para dar explicación al origen del hijo, hace una especie de guiños a Filón y Platón, tratando de dar una solución intermedia : Es cosa blasfema e inadmisible pensar que la manera como Dios Padre engendra al Hijo y le da el ser es igual a la manera como engendra un hombre o cualquier otro ser viviente. Al contrario, se trata necesariamente de algo muy particular y digno de Dios, con el cual nada absolutamente se puede comparar. No hay pensamiento ni imaginación humana que permita llegar a comprender cómo el Dios inengendrado viene a ser Padre del Hijo unigénito. Porque se trata, en efecto, de una generación desde siempre y eterna, a la manera como el resplandor procede de la luz. El Hijo no queda constituido como tal de una manera extrínseca, por adopción, sino que es verdaderamente Hijo por naturaleza... (De Principia, I, 2, 4.)
Luego trata de explicar su explicación ilustrando por medio de la fuente de la luz y la propia luz : Hemos de entender que la luz eterna no es otra que el mismo Dios Padre. Ahora bien, nunca se da la luz sin que se dé juntamente con ella el resplandor, ya que es inconcebible una luz que no tenga su propio resplandor. Si esto es así, no se puede decir que hubiera un tiempo en el que no existiera el Hijo; y, sin embargo, no era inengendrado, sino que era como un resplandor de una luz inengendrada, que era su principio fontal en cuanto que de ella procedía. Con todo, no hubo tiempo en el que (el Hijo) no existiera.
Esto si parece contentar a quienes apoyan la compleja doctrina, pues se alinea totalmente con la explicación platónica del logos, originado por Dios pero a la vez coeterno con este, por salir de la misma sustancia. Eso es jugar con el lenguaje y con la lógica, pero por la misma formulación si toda la materia y toda la creación proviene de la fuente de la energía que es Dios, todo sería coeterno con Dios mismo por provenir de el. Sin embargo en esto no estaba de acuerdo interesadamente Orígenes, pues sobre esto dice lo siguiente Nosotros aceptamos la palabra del Salvador : El Padre que me envió es mayor que yo» (Jn 14, 28), por la cual no acepta la apelación de «bueno» que le es dada (. Mc 10, 18) en su sentido propio, verdadero y pleno, sino que la refiere agradecido al Padre, reprochando al que quería glorificar al Hijo más de lo justo. Afirmamos que lo mismo el Salvador que el Espíritu Santo no pueden ponerse en parangón con ninguna de las cosas creadas, sino que las sobrepasan con una trascendencia sobre eminente; pero al mismo tiempo son sobrepasados por el Padre cuanto el Salvador y el Espíritu Santo sobrepasan a los demás seres y aún más. (Ibid. XIII)
De esa manera Orígenes en cierto modo se contradice y crea categorías entre Dios, después, el Hijo, el espíritu santo y por debajo de todos, todas las demás creaciones, que bien y acertadamente, es así en ese orden, pero no, si lo tomamos con la idea que este tenía sobre el origen de la creación y de las almas salidas de Dios, y por lo tanto inmortales y eternas.
En todo esto vemos en realidad un deseo de dar explicación a todo y esto es plausible, además sin rechazar las escrituras que aparentemente contradijeran sus postulados, como lo hiciera Marción décadas atrás. Eso si, dando un sentido a la escritura muy llena de simbolismos alegóricos, que no siempre se entendieron bien. Curiosa también es su manera de hablar de la esperanza futura, y el papel del cristianismo o la Iglesia. Así esta es definida como Jerusalén, pero sólo en perspectiva escatológica y celestial. A ella no puede pertenecer ninguno de aquellos que "son de la tierra". Además la pertenencia a la Iglesia requiere el elevarse por encima de lo sensible. Ella, por lo tanto, es la ciudad de lo alto, la "casa" y la "madre" de la libertad.
Así como su obra tiene ciertos puntos oscuros y otros brillantes, su vida está también llena de contradicciones y desde luego no pasó inadvertido, aunque el efecto de sus enseñanzas afectasen a la iglesia de siglos posteriores. Por una curiosa interpretación personal de las palabras de Jesús sobre los eunucos, e inquieto por que su popularidad entre las féminas diera lugar a equívocos, tomó muy al pie de la letra la frase de Jesús: "Hay eunucos que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos", y se mutiló. En mas de alguna ocasión también apoyó el ascetismo y otras costumbres contrarias al matrimonio.
Esto que posteriormente fue tomado como costumbre entre el clero de la futura iglesia Católica, en realidad fue rechazado contundentemente por la iglesia antigua y por supuesto por el cristianismo primitivo, y por supuesto la decisión radical de mutilación efectuada por Orígenes le contrajo no pocas dificultades.
Estuvo en la escuela alejandrina hasta el 216, después de que Marco Aurelio, el nuevo emperador conocido como Caracalla saqueara Alejandría, mandando cerrar las escuelas y persiguiendo a los maestros, el se dirigió a Palestina.
Unos 15 años más tarde, los obispos de Jerusalén y de Cesarea lo nombraron presbítero, aprovechando que pasaba de viaje hacia Grecia para ir a refutar a algunos herejes por encargo de Demetrio, pero éste mismo protestó tal nombramiento, pues Orígenes, se había castrado, era por lo tanto inhábil para recibir ninguna posición de dirección, aunque no se había estipulado nada al respecto todavía. Así todo esto provocó un revuelo que se solucionó en el 231, en sendas reuniones sinodales de Alejandría, fue depuesto del sacerdocio, incluso expulsado o por lo menos amonestado y señalado. Pero al parecer fue restablecido de su excomunión por el obispo siguiente.
A partir de este momento, la vida de Orígenes se desarrolla en Cesarea de Palestina, donde, a petición del obispo, fundó una escuela de teología que dirigiría durante más de 20 años. De esta época se dice que el 244 estuvo en Arabia, donde al parecer trató de convencer al obispo Berilo de Bosra, quien defendía el monarquianismo extremo.
Pero fue culpable de dar origen por lo menos entre los cristianos, a la doctrina de la inmortalidad del alma, que hasta ese tiempo no estaba definida ni entendida en el cristianismo, salvo en el gnóstico. Se sabe que alrededor del año 248, había cierta disputa sobre el asunto de si sobrevive un alma o espíritu después de la muerte, cosa que no se podía entender en oriente, aunque parece que si había calado en la iglesia occidental. Por ello al parecer en calidad de defensor e impulsor de la doctrina, Orígenes tomo parte en la controversia surgida a raíz de la acusación contra esa nueva visión del alma, de un Obispo llamado Heráclides de Arabia, que además también defendió postura tradicional al respecto. Sin embargo la dialéctica y la mayor capacidad de convencimiento o erudición de Orígenes hizo que ganara la postura defendida por el.
De las actas sobre ese sínodo se puede extraer esta información : El obispo Felipe es quien plantea la cuestión. Orígenes responde que el alma, en un sentido, es inmortal, y en otro sentido mortal; depende enteramente de cuál de las tres diferentes clases de muerte se trate. Está, en primer lugar, la muerte al pecado (Rom. 6,2). El que está muerto al pecado vive para Dios. La segunda es la muerte a Dios (Ez. 18,4). El que está muerto a Dios vive para el pecado. La tercera es la que se entiende comúnmente con esta palabra, o sea, la muerte natural. El alma no está sometida a esta muerte; aun cuando los que viven en pecado la desean, no la pueden alcanzar (Apoc. 9,6). Pero el alma está sujeta a las dos primeras clases de muerte, y respecto de ambas se la puede llamar mortal. Sin embargo, el hombre puede escapar a esta clase de muerte.
No cabe duda que si Heráclides, hubiese estado mejor preparado, hubiese notado la errónea aplicación que hizo Orígenes de Apocalipsis 9:6. Pues su alegórica forma de interpretar los asuntos fue abandonada en esta ocasión, para dar esta simplista interpretación que llevó a entender y confundir con el tiempo, los tormentos del juicio de Dios, con el castigo infligido a las almas inmortales.
Así, efectivamente, aunque Orígenes nunca usó el lenguaje categórico ni fue dogmático en su enseñanza, dejaba caer las cosas para que otros le dieran otra vuelta de tuerca y así fue como pasó con algunos de estos asuntos tratados en los que dejaba campo para la interpretación.
Tras su muerte, a la edad de 69 años bajo la persecución de Decio y ocurrida en Tiro poco después del año 253, su enseñanza, cual levadura, fue fermentando, en algunos casos marcó las formas del cristianismo católico posterior, mas que les pese a estos reconocerlo, pues aunque posteriormente la iglesia mayoritaria rechazó algunos de sus preceptos, incluso la figura de Orígenes llegó a ser repudiada, incluyendo su excomunión póstuma dos siglos después, sin embargo aceptaron muchos de sus mas errados y confusos puntos de vista, entre ellos sus postulados neoplatónicos sobre el alma inmortal y sobre el logos.
La situación en la época de Decio fue terrible en todos los grupos cristianos, acabó no solo con la vida de Orígenes y otros importantes miembros de los diferentes grupos cristianos, sino que además llegó a expulsar de Roma a una gran mayoría de ellos, dando lugar a crearse comunidades aisladas de cristianos, refugiados en montañas o lugares aislados, de donde surgieron los llamados Anacoretas.
Así este siglo III vio el nacimiento de dos grandes movimientos que perduraron durante siglos, algunos incluso hasta nuestros tiempos.
Nacido en Alejandría, alrededor del año 185, de padres supuestamente cristianos, de hecho su padre al parecer fue decapitado durante la persecución de Séptimo Severo en el año 202, perdida que tuvo un efecto profundo en la personalidad de Orígenes.
Ya desde muy joven, su gran curiosidad y búsqueda del saber lo llevó a estudiar en la escuela fundada por Ammonius Sacas, un filosofo neoplatónico, originador de la llamada Teosofía (Theos = Dios, Sophia = Conocimiento profundo), de quien es posible que le haya influido en su manera de enseñar el cristianismo, utilizando juegos de palabras y especulaciones sobre asuntos mas allá de lo que la Biblia aclaraba. No hay una explicación clara de como pudo llegar a estudiar en tal escuela, máxime siendo de padres cristianos, quienes rehuían de la filosofía griega.
Pero el hecho de que fuera asiduo lector de Filón, incluso llegase a estar en contacto con el gnosticismo valentiniano, nos hace pensar que en un principio sus progenitores no fueron cristianos ejemplares, es posible que abandonasen el cristianismo durante algún tiempo, aunque posteriormente fueran recuperados, pues para finales de siglo, Leonidas su padre fue martirizado, por identificarse como tal.
Para la última década del siglo II Orígenes ya había demostrado sus dotes de maestría e inteligencia al servicio de lo que el consideraba su principal saber, el cristianismo. Estudió en la famosa escuela cristiana de Alejandría, bajo la tutela de Clemente. Pero la escuela de Alejandría de alguna manera estaba contaminada por la influencia de la filosofía, ya había quedado claro en el tiempo en que Clemente la dirigiera, y uno de sus alumnos aventajados, seguiría su camino y llevaría la filosofía platónica mas lejos aún.
De hecho poco después de que Clemente, quien había sido su tutor en su paso por la famosa escuela cristiana, huyera a Capadocia debido a las persecuciones del año 202, entonces, tan solo tres años después de la muerte de su padre, Orígenes se hace cargo de dicha escuela, con apenas 18 años, lo cual indica su prodigiosa capacidad como maestro.
Aunque no se conservan muchos de sus escritos, según el historiador cristiano Jeronimo, llegó a a ser autor de por lo menos 800 textos distintos, aunque según Epifanio de Salamina, enemigo acérrimo de la enseñanza de Orígenes afirmó que en realidad escribió cerca de 6000, no hay pruebas para tal afirmación, pero en cualquier caso si podemos decir que fue un gran escriturario.
Su afán por dar explicación a todo, pero siempre desde la óptica filosófica, le confirió grandes dificultades para ser entendido con exactitud. De hecho llegó a defender que toda la escritura del AT, estaba escrito en sentido alegórico o interpretación espiritual, pero no necesariamente literal. Lógicamente ese punto de vista permitió a Orígenes hallar en las escrituras cualquier idea que encajara con su propio sistema de pensamiento teológico. Sin embargo el afirmaba, con plena convicción, que era un intérprete fiel y entusiasta del pensamiento bíblico.
La manera de interpretar algunos asuntos, incomoda al catolicismo, por ejemplo la posición de Pedro como cabeza de la congregación, instituida hacia el tiempo de Eusebio de Cesarea, mediado del siglo IV, está en seria contradicción con la interpretación entendida en ese tiempo y difundida por Origenes, y que entre otras cosas viene a decir : Y si nosotros, como Pedro decimos, “ Tu eres el Cristo, El hijo del Dios vivo,” No como si carne ni sangre nos lo revelara, pero como por la luz del Padre en el cielo alumbrando en nuestro Corazón, nosotros nos convertimos en un Pedro, y a nosotros nos podria decir el mundo, “tu eres Pedro, ‘ etc. Por que roca es todo discípulo de Cristo de quien aquellos bebieron quienes bebieron de la roca espiritual que los siguieron, y sobre cada roca es edificada cada palabra de la iglesia, y su organización de acuerdo a esto; Por que en cada uno de los perfectos, que tienen la combinación de palabras y decretos y pensamientos que sobre bendicen, es que la iglesia es edificada por Dios.
Pero si supones que solo sobre Pedro es que Dios edifica Su iglesia, que dirías de Juan el hijo del trueno, o de cada uno de los apóstoles? Nos atreveríamos a decir que solo sobre Pedro en particular, las puertas del hades no prevalecerán, y prevalecerán sobre el resto de los apóstoles y los perfectos? Que acaso el comentario entes expresado “Las puertas del hades no prevalecerán sobre esta’ no se aplica a todos y cada uno de ellos? Igualmente el otro comentario “Sobre esta roca edificare Mi iglesia? Son acaso las llaves de reino dadas a Pedro solamente, y ningún otro de los bendecidos las recibirá? Pero si esta premisa “y a ti te daré las llaves del reino de los cielos” es común para otros, Por que no las cosas dichas antes que esta, al igual que las cosas dichas a Pedro después de esta ?
Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. Si cualquiera declara esto, obtendrá las cosas de las cual se habla en el evangelio sobre Pedro, pero, como el espíritu del evangelio enseña a todo aquel que se convierte tal y como Pedro” (O, CM 16,18)
Prueba clara y sólida que demuestra, que de ninguna manera, se veía la sede de Roma como representación de esa roca sobre la que se fundamenta el cristianismo. La lógica y ala vez clarividencia de sus exposiciones, en algunos casos deja sin argumentos a sus opositores.
Pero tambien esa eficaz manera de exponer los asuntos, le permitió casar enseñanzas ajenas al cristianismo y judaísmo con las escrituras dando una interpretación alegórica. Por ejemplo fue el impulsor o introductor de doctrinas provenientes del platonismo, como lo era la del alma inmortal, aunque intentado armonizarla con la idea del antiguo testamento, sobre la muerte del alma, notemos por ejemplo la explicación dada por Origenes, segun se encuentra en los papiros de Toura, hallados en Egipto, en esta, se narra la disputa entre Heraclides y Origenes, sobre diferentes asuntos de gran profundidad doctrinal, entre ellos trata el asunto del alma de esta manera : el alma, en un sentido, es inmortal, y en otro sentido mortal; depende enteramente de cuál de las tres diferentes clases de muerte se trate. Está, en primer lugar, la muerte al pecado (Rom. 6,2). El que está muerto al pecado vive para Dios. La segunda es la muerte a Dios (Ez. 18,4). El que está muerto a Dios vive para el pecado. La tercera es la que se entiende comúnmente con esta palabra, o sea, la muerte natural. El alma no está sometida a esta muerte; aun cuando los que viven en pecado la desean, no la pueden alcanzar (Apoc. 9,6). Pero el alma está sujeta a las dos primeras clases de muerte, y respecto de ambas se la puede llamar mortal. Sin embargo, el hombre puede escapar a esta clase de muerte. (P.Toura S VI)
En el mismo escrito, contestando a un tal Dionisio, quien defendía la idea que según el aportaba el pentateuco, sobre que la sangre era el alma, allí Origenes de nuevo busca una formula intermedia para casar su teoría del alma, con lo aportado por las escrituras en el pentateuco. Hace mención de dos clases de sangre, la natural fisica y una más profunda, espiritual, el alma,. Según esto al morir el justo, esta alma-sangre se separa del cuerpo y entra en la compañía de Cristo antes de la resurrección.
De nuevo ahondando en el mismo asunto, en su libro Parousía, Orígenes, muestra una teoría muy personal sobre la idea del alma inmortal, incluso parece indicar que hubo una preexistencia de las almas en el cielo con Dios, dice así : los que hicieron uso de su libertad en contra de Dios, fueron condenados a unirse con el cuerpo; es el caso de los hombres. Los demonios serían seres cuya desobediencia fue mayor, y por eso cayeron más abajo. Solamente el alma de aquel hombre que sería Jesús permaneció devota y unida al Verbo hasta identificarse plenamente con él. (Parousía s-3) En ese sentido parece buscar un acercamiento a Marción y a algunos gnósticos, por el hecho de hablar del cuerpo como una especie de castigo del cual haya que liberarse. No obstante, rechaza el que haya sido un demirugo maligno quien creara la tierra y todo lo que en ella haya, ni tampoco rechazó al Dios del AT, como lo hiciera Marción y la gran mayoría de los gnósticos.
En su explicación del Génesis fue desde luego innovadora, indicando que todo el relato de la creación fue una alegoría para mostrar todo lo ocurrido en una especie de paraíso espiritual del cual fueron expulsados los que después llegaron a ser la familia humana. En este fragmento se puede notar dicha idea : Cuando él en un principio creó todo lo que le plugo crear, a saber, las criaturas racionales, no tuvo otro motivo para crear fuera de sí mismo, es decir, su bondad. Ahora bien, siendo él mismo la única causa de las cosas que habían de ser creadas, y no habiendo en él diversidad alguna, ni mutación, ni imposibilidad, creó a todas las creaturas iguales e idénticas, pues no había en él mismo ninguna causa de variedad o diversidad. Sin embargo, habiendo sido otorgada a las criaturas racionales, como hemos mostrado muchas veces, la facultad del libre arbitrio, fue esta libertad de su voluntad lo que arrastró a cada una (de las creaturas racionales), bien a mejorarse con la imitación de Dios, bien a deteriorarse por negligencia. Ésta fue la causa de la diversidad que hay entre las creaturas racionales, la cual proviene, no de la voluntad o intención del creador, sino del uso de la propia libertad. Pero Dios, que había dispuesto dar a sus creaturas según sus méritos, hizo con la diversidad de los seres intelectuales un solo mundo armónico, el cual, como una casa en la que ha de haber no solo «vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro, unos para usos nobles, y otros para los más bajos» (cf. 2 Tim 2, 20), está proveído con los diversos vasos que son las almas. En mi opinión éstas son las razones por las que se da la diversidad en este mundo, pues la divina providencia da a cada uno lo que corresponde según son sus distintos impulsos y las opciones de las almas. Con esta explicación aparece que el creador no es injusto, ya que otorga a cada uno lo que previamente ha merecido; ni nos vemos forzados a pensar que la felicidad o infelicidad de cada uno se debe a un azar de nacimiento o a otra cualquier causa accidental; ni hemos de creer que hay varios creadores o varios orígenes de las almas (Ibid. Il, 9, 6)
Por otro lado y en la misma obra, habla de una restauración universal, a la que llama apocatástasis final, en esta según explica el filosofo cristiano,: todas las cosas volverán a su estado original, pues al final han de ser purificadas como por fuego todas las almas, y cuando todos los seres se hayan purificado tendrá lugar la segunda venida de Cristo y Dios entonces será todo en todas las cosas. Esto hizo surgir no poca discusión, no inmediatamente, pero si 50 años despues de su muerte, era normal por otro lado pues la distribución de la información y los escritos en aquella epoca tardaba mucho en su difusión.
El caso es que no se entendió del todo bien y fueron duramente criticadas algunas de estas ideas aportadas por el, despues en el año 400 surgió de nuevo de la mano de un seguidor suyo llamado Evagrio Póntico, quien reinterpretanto a Origenes, logró que de nuevo se levantaran voces contra sus escritos, mas no fueron declaradas herejías hasta el 553. No cabe duda que esto sirvió de inspiración a muchas doctrinas muy posteriores de grupos afines al gnosticismo, como fueron supuestamente cátaros o bogomiles. También en esa misma linea mostró que como nacemos de la carne pecadora, se necesita una primera purificación, eso se logra con el bautismo que la iglesia da. Por ello fue partidario del bautismo de infantes, que ya estaba causando polémica en aquel entonces.
Pero entre sus principales obras, "De Principia"(Tratado de los Principios) y "Contra Celso" lleva a un extremo su platonismo exacerbado. Pero no son las únicas en las que desarrolla su peculiar manera de explicar las cosas, muy distinta a cualquier otra que antes o en su propio tiempo nadie había utilizado. Ni en sus contemporáneos, Tertuliano o Hipolito, ni en otros alejandrinos se puede observar esta forma tan compleja pero a la vez clara.
En el caso de su obras teológicas sobre asuntos doctrinales, trata entre otros asuntos el tema de la identidad de Dios en relación con Cristo y también con el Espíritu Santo. Para los apoyadores de la doctrina trinitaria, las explicaciones de Orígenes, quizás les sean decepcionantes, ya que no se postuló a favor de los que pretendían enseñar una igualdad entre los tres. De hecho algunos, (no sus contemporáneos), lo acusan de subordinacionista, acusación sin fundamento al ser una tendencia no tratada hasta décadas después de este. Pero por otro lado, sienta las bases para las futuras explicaciones que sobre dicha doctrina utilizaron los posteriores maestros de la iglesia. Con el lenguaje ambiguo de sus explicaciones se pueden dar diversas interpretaciones, ya que puede tener un sentido claro en la superficie, pero guardando una vertiente mas engañosa por debajo.
Entre otras cosas Orígenes, tratando de dar una solución a la controversia entre los que opinaban que Jesús era Dios mismo y los que por el contrario definían a Jesús como simple persona utilizada por Dios para un fin, el da una respuesta que, aunque a el le parece clara, deja ciertas lagunas que después explicaremos. Así en principio parece hacer una clara distinción, entre Dios-el Padre y el Logos al definir esta diferencia menciona lo siguiente : "Dios es Dios-en-si, y por esto dice el Salvador en su oración al Padre: «Para que te conozcan a ti, el único Dios verdadero» (Jn 17, 3); fuera del Dios-en-si, todo lo que es divinizado por participación de la divinidad de aquél no debiera llamarse propiamente «el Dios», sino «Dios»: y aquí el «primogénito de toda la creación» (cf. Col 1, 15), que por «estar en Dios» (cf. Jn 1, 1) es el primero en atraer hacia sí la divinidad, es absolutamente superior en dignidad a los otros que son dioses fuera de él—de los cuales Dios es «el Dios» según aquella palabra: «El Dios de los dioses, el Señor, ha hablado y ha convocado a la tierra» (Sal 49, 1)—; él ha sido el ministro de su divinización, sacando de Dios y comunicándoles a ellos generosamente según su bondad su divinización".
Dios, pues, es el Dios verdadero: los que han sido conformados según él, son como reproducciones de un prototipo; pero, por otra parte, la imagen arquetipo de estas múltiples imágenes es el Logos «que está en Dios», el que estaba «en el principio», el cual, por estar «en Dios» permanece siempre «Dios». Porque no sería si no estuviera «en Dios», y no permanecería Dios si no permaneciera en incesante contemplación de la profundidad del Padre (Ibid. XIII, 151-152)
Con esto, aunque deja claro que Dios es superior, no obstante por otro lado trata de explicar que Jesús también es eterno, lo cual crea la paradoja de si este se origina de Dios el padre que es eterno, ¿Cómo puede no tener un principio?
Para dar explicación al origen del hijo, hace una especie de guiños a Filón y Platón, tratando de dar una solución intermedia : Es cosa blasfema e inadmisible pensar que la manera como Dios Padre engendra al Hijo y le da el ser es igual a la manera como engendra un hombre o cualquier otro ser viviente. Al contrario, se trata necesariamente de algo muy particular y digno de Dios, con el cual nada absolutamente se puede comparar. No hay pensamiento ni imaginación humana que permita llegar a comprender cómo el Dios inengendrado viene a ser Padre del Hijo unigénito. Porque se trata, en efecto, de una generación desde siempre y eterna, a la manera como el resplandor procede de la luz. El Hijo no queda constituido como tal de una manera extrínseca, por adopción, sino que es verdaderamente Hijo por naturaleza... (De Principia, I, 2, 4.)
Luego trata de explicar su explicación ilustrando por medio de la fuente de la luz y la propia luz : Hemos de entender que la luz eterna no es otra que el mismo Dios Padre. Ahora bien, nunca se da la luz sin que se dé juntamente con ella el resplandor, ya que es inconcebible una luz que no tenga su propio resplandor. Si esto es así, no se puede decir que hubiera un tiempo en el que no existiera el Hijo; y, sin embargo, no era inengendrado, sino que era como un resplandor de una luz inengendrada, que era su principio fontal en cuanto que de ella procedía. Con todo, no hubo tiempo en el que (el Hijo) no existiera.
Esto si parece contentar a quienes apoyan la compleja doctrina, pues se alinea totalmente con la explicación platónica del logos, originado por Dios pero a la vez coeterno con este, por salir de la misma sustancia. Eso es jugar con el lenguaje y con la lógica, pero por la misma formulación si toda la materia y toda la creación proviene de la fuente de la energía que es Dios, todo sería coeterno con Dios mismo por provenir de el. Sin embargo en esto no estaba de acuerdo interesadamente Orígenes, pues sobre esto dice lo siguiente Nosotros aceptamos la palabra del Salvador : El Padre que me envió es mayor que yo» (Jn 14, 28), por la cual no acepta la apelación de «bueno» que le es dada (. Mc 10, 18) en su sentido propio, verdadero y pleno, sino que la refiere agradecido al Padre, reprochando al que quería glorificar al Hijo más de lo justo. Afirmamos que lo mismo el Salvador que el Espíritu Santo no pueden ponerse en parangón con ninguna de las cosas creadas, sino que las sobrepasan con una trascendencia sobre eminente; pero al mismo tiempo son sobrepasados por el Padre cuanto el Salvador y el Espíritu Santo sobrepasan a los demás seres y aún más. (Ibid. XIII)
De esa manera Orígenes en cierto modo se contradice y crea categorías entre Dios, después, el Hijo, el espíritu santo y por debajo de todos, todas las demás creaciones, que bien y acertadamente, es así en ese orden, pero no, si lo tomamos con la idea que este tenía sobre el origen de la creación y de las almas salidas de Dios, y por lo tanto inmortales y eternas.
En todo esto vemos en realidad un deseo de dar explicación a todo y esto es plausible, además sin rechazar las escrituras que aparentemente contradijeran sus postulados, como lo hiciera Marción décadas atrás. Eso si, dando un sentido a la escritura muy llena de simbolismos alegóricos, que no siempre se entendieron bien. Curiosa también es su manera de hablar de la esperanza futura, y el papel del cristianismo o la Iglesia. Así esta es definida como Jerusalén, pero sólo en perspectiva escatológica y celestial. A ella no puede pertenecer ninguno de aquellos que "son de la tierra". Además la pertenencia a la Iglesia requiere el elevarse por encima de lo sensible. Ella, por lo tanto, es la ciudad de lo alto, la "casa" y la "madre" de la libertad.
Así como su obra tiene ciertos puntos oscuros y otros brillantes, su vida está también llena de contradicciones y desde luego no pasó inadvertido, aunque el efecto de sus enseñanzas afectasen a la iglesia de siglos posteriores. Por una curiosa interpretación personal de las palabras de Jesús sobre los eunucos, e inquieto por que su popularidad entre las féminas diera lugar a equívocos, tomó muy al pie de la letra la frase de Jesús: "Hay eunucos que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos", y se mutiló. En mas de alguna ocasión también apoyó el ascetismo y otras costumbres contrarias al matrimonio.
Esto que posteriormente fue tomado como costumbre entre el clero de la futura iglesia Católica, en realidad fue rechazado contundentemente por la iglesia antigua y por supuesto por el cristianismo primitivo, y por supuesto la decisión radical de mutilación efectuada por Orígenes le contrajo no pocas dificultades.
Estuvo en la escuela alejandrina hasta el 216, después de que Marco Aurelio, el nuevo emperador conocido como Caracalla saqueara Alejandría, mandando cerrar las escuelas y persiguiendo a los maestros, el se dirigió a Palestina.
Unos 15 años más tarde, los obispos de Jerusalén y de Cesarea lo nombraron presbítero, aprovechando que pasaba de viaje hacia Grecia para ir a refutar a algunos herejes por encargo de Demetrio, pero éste mismo protestó tal nombramiento, pues Orígenes, se había castrado, era por lo tanto inhábil para recibir ninguna posición de dirección, aunque no se había estipulado nada al respecto todavía. Así todo esto provocó un revuelo que se solucionó en el 231, en sendas reuniones sinodales de Alejandría, fue depuesto del sacerdocio, incluso expulsado o por lo menos amonestado y señalado. Pero al parecer fue restablecido de su excomunión por el obispo siguiente.
A partir de este momento, la vida de Orígenes se desarrolla en Cesarea de Palestina, donde, a petición del obispo, fundó una escuela de teología que dirigiría durante más de 20 años. De esta época se dice que el 244 estuvo en Arabia, donde al parecer trató de convencer al obispo Berilo de Bosra, quien defendía el monarquianismo extremo.
Pero fue culpable de dar origen por lo menos entre los cristianos, a la doctrina de la inmortalidad del alma, que hasta ese tiempo no estaba definida ni entendida en el cristianismo, salvo en el gnóstico. Se sabe que alrededor del año 248, había cierta disputa sobre el asunto de si sobrevive un alma o espíritu después de la muerte, cosa que no se podía entender en oriente, aunque parece que si había calado en la iglesia occidental. Por ello al parecer en calidad de defensor e impulsor de la doctrina, Orígenes tomo parte en la controversia surgida a raíz de la acusación contra esa nueva visión del alma, de un Obispo llamado Heráclides de Arabia, que además también defendió postura tradicional al respecto. Sin embargo la dialéctica y la mayor capacidad de convencimiento o erudición de Orígenes hizo que ganara la postura defendida por el.
De las actas sobre ese sínodo se puede extraer esta información : El obispo Felipe es quien plantea la cuestión. Orígenes responde que el alma, en un sentido, es inmortal, y en otro sentido mortal; depende enteramente de cuál de las tres diferentes clases de muerte se trate. Está, en primer lugar, la muerte al pecado (Rom. 6,2). El que está muerto al pecado vive para Dios. La segunda es la muerte a Dios (Ez. 18,4). El que está muerto a Dios vive para el pecado. La tercera es la que se entiende comúnmente con esta palabra, o sea, la muerte natural. El alma no está sometida a esta muerte; aun cuando los que viven en pecado la desean, no la pueden alcanzar (Apoc. 9,6). Pero el alma está sujeta a las dos primeras clases de muerte, y respecto de ambas se la puede llamar mortal. Sin embargo, el hombre puede escapar a esta clase de muerte.
No cabe duda que si Heráclides, hubiese estado mejor preparado, hubiese notado la errónea aplicación que hizo Orígenes de Apocalipsis 9:6. Pues su alegórica forma de interpretar los asuntos fue abandonada en esta ocasión, para dar esta simplista interpretación que llevó a entender y confundir con el tiempo, los tormentos del juicio de Dios, con el castigo infligido a las almas inmortales.
Así, efectivamente, aunque Orígenes nunca usó el lenguaje categórico ni fue dogmático en su enseñanza, dejaba caer las cosas para que otros le dieran otra vuelta de tuerca y así fue como pasó con algunos de estos asuntos tratados en los que dejaba campo para la interpretación.
Tras su muerte, a la edad de 69 años bajo la persecución de Decio y ocurrida en Tiro poco después del año 253, su enseñanza, cual levadura, fue fermentando, en algunos casos marcó las formas del cristianismo católico posterior, mas que les pese a estos reconocerlo, pues aunque posteriormente la iglesia mayoritaria rechazó algunos de sus preceptos, incluso la figura de Orígenes llegó a ser repudiada, incluyendo su excomunión póstuma dos siglos después, sin embargo aceptaron muchos de sus mas errados y confusos puntos de vista, entre ellos sus postulados neoplatónicos sobre el alma inmortal y sobre el logos.
La situación en la época de Decio fue terrible en todos los grupos cristianos, acabó no solo con la vida de Orígenes y otros importantes miembros de los diferentes grupos cristianos, sino que además llegó a expulsar de Roma a una gran mayoría de ellos, dando lugar a crearse comunidades aisladas de cristianos, refugiados en montañas o lugares aislados, de donde surgieron los llamados Anacoretas.
Así este siglo III vio el nacimiento de dos grandes movimientos que perduraron durante siglos, algunos incluso hasta nuestros tiempos.
Muy buen artículo, enhorabuena, me gustó especialmente la conclusión: "Orígenes nunca usó el lenguaje categórico ni fue dogmático en su enseñanza, dejaba caer las cosas para que otros le dieran otra vuelta de tuerca". Excelente
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