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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
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Orígenes de los Carnavales



            


         No se sabe con certeza cuál es el origen de las fiestas de carnaval. En realidad sus primeras menciones se pierden en la historia, y hay mucha especulación en cuanto a sus orígenes. Por ejemplo algunas autoridades históricas afirman que es posible que el término “Carnaval”, provenga de un término latino medieval, carnem levare o carnelevarium, que significa quitar o eliminar la carne. 

            Esto encaja con el hecho de que el carnaval es la última fiesta antes del comienzo de los austeros 40 días de supuesto ayuno de carne de la cuaresma católica. Según la tradición católica se debe privar de carne 40 días antes de la pascua o semana Santa. Si bien, esa costumbre, apenas se cumple en nuestros días, antaño era seguida por toda la población, con lo cual se prohibía la ingesta de carne durante ese periodo de tiempo, no así de pescado u otros alimentos como la leche o el queso. Por ello esa semana la gente se daba a los excesos de comer carne y se relacionaba con el libertinaje y los excesos en otros aspectos.  Y esas costumbres provienen de la edad media. El ayuno previo a la celebración de la pascua cristiana o Última Cena, como la llamaban entonces, no fue una costumbre celebrada por los cristianos hasta muy entrado el siglo II, cuando algunos grupos como los montanistas animaban a ayunar durante dos semanas antes de dicha celebración. El cristianismo romano tan solo acostumbraba a efectúa el ayuno uno o dos días antes, pero siempre se trataba de un ayuno completo, no solo de carne. Fue a partir del siglo V, cuando el papa León, propuso la orden de abstenerse de alimentos cárnicos y estableció además la duración de este ayuno por los cuarenta días previos a la Pascua. Años después la misma iglesia permitió que la gente del pueblo se atiborrara de carne en la semana previa a ese ayuno, ocultando en ese ritual unas celebraciones ancestrales que muchos celebraban desde tiempos antiguos.

            Pero hay aspectos de las oficiales Carnelevarium católica que parecen no tener relación con esta despedida de la carne como alimento, como es el uso de los famosos disfraces del carnaval, costumbre arraigada en todos los países del ámbito de la cristiandad. Esta forma de celebración parece ser que proviene de una tradición aún más antigua y muy arraigada en la comunidad medieval. De hecho en algunos lugares se celebraban por esas mismas fechas fiestas similares, en diferentes partes de oriente medio, Egipto y la antigua Mesopotamia. Pero en realidad las celebraciones que más relación tienen con los carnavales actuales, son las que se celebraban en todo el imperio romano en su época de esplendor. Al parecer había unas fiestas en honor del dios Baco, las llamadas "Bacanales". Baco era el dios del vino, en la aquellas fiestas la gente socializaba como iguales, es decir, se relacionaban personas de toda clase social, ricos junto a los esclavos, algo que únicamente sucedía durante esa celebración. Como todo lo romano, estas tradiciones tenían sus raíces en otras festividades griegas que se celebraban en honor al dios llamado Dionisio, celebradas a finales del mes de febrero; se dice que en dichas celebraciones el pueblo, desfilaban en desenfrenada procesión, al tiempo que bebían vino y danzaban. De igual manera, las fiestas romanas en honor a Baco heredaron esas mismas costumbres, se caracterizaban por la bebida, la música, las canciones lascivas y escenas de “actos sexuales libertinos, que normalmente la gente no haría de forma tan libre. Algunos por vergüenza se cubrían el rostro con coberturas, para no ser reconocidos, mientras celebraban dichos eventos.

            Se sabe que antiguamente para los romanos el año empezaba en Marzo, con lo cual las celebraciones del carnaval podían tener que ver con las saturnales, que se celebraban a finales del año, (antes del 155 AEC, estas caían en la última semana de Febrero). Cuando se cambió el inicio del año a Enero, las saturnales se cambiaron a la última semana de Diciembre. Así se puede entender que aquellas fiestas saturnales fueron sustituidas por las de Baco. Por ello, algunos afirman que los carnavales tienen sus raíces en aquellas fiestas primitivas en honor al comienzo del año nuevo y el renacimiento de la naturaleza, y algunas costumbres tengan que ver con la fiesta pagana de las Saturnales de la Roma antigua.

            Además, se ha relacionado el origen ritual de las máscaras de carnaval con la adoración de los muertos en algunas culturas romanizadas. Sin embargo en algunos lugares como Venecia, era costumbre la utilización de máscaras en la vida normal, gracias al uso de máscaras y caretas, la moral de la población quedaba a salvo, pues sin rostro, nadie pecaba. Y la máscara mantenía a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, cumpliendo, de este modo, un cometido social. No obstante, como las autoridades medievales notaron que su uso degeneró en la promiscuidad, cayendo la sociedad en un estado de lujo, indolencia y decadencia moral, decidieron establecer fechas específicas para la utilización de máscaras, uno de esas fechas, fue la época de las fiestas relacionadas con Baco. 

            En los países germánicos, para la época alta medieval también se empezó a celebrar el Fasching, también llamado Fastnacht o Fasenacht. Este es el nombre que se le da al festival que precede a la Cuaresma. Se entiende que el nombre se deriva de fasen o faseln, que significa 'hablar desatinos,' 'decir tonterías.' El nombre alemán para el festival "denotaría por lo tanto una fiesta de tontería, parranda, libertinaje. Y este nombre se corresponde muy bien con las muchas costumbres que caracterizan al Carnaval actual.

            Las obras teatrales que se representan durante el Fastnacht parecen comprobar la derivación del nombre del festival de palabras que significan 'hablar desatinos. En las obras teatrales del Fastnacht normalmente se solían entonar canciones burlescas, seguidas de las bufonadas de los disfrazados que seguían a las antiguas procesiones teutónicas de barcos-carrozas. 

            También durante esas celebraciones teutónicas solían celebrar las procesiones del carrus navalis, carro del mar, un vehículo en forma de barco sobre ruedas que se usaba en las procesiones de Dionisio, (más tarde en otras procesiones festivas) y donde también se cantaban toda clase de canciones satíricas.

            Las procesiones atenienses con las carretas-barcos se celebraban en honor del dios Dionisio. La adoración de Dionisio tuvo su paralelo romano en las bacanales, así como en las saturnales y las lupercales. Eran todas ellas festivales que en el período romano posterior se caracterizaron por licenciosas burlas, y libertinaje sin freno, y eran en cierto modo una subversión temporal al orden civil, permitido por las autoridades para diversión del pueblo. Este espíritu en general, junto con ciertas características especiales, fue transmitido al carnaval y esto explica por qué ese festival ha asumido su carácter peculiar en las regiones donde reinó suprema la civilización romana. 

            Eran tan populares que la gente no estaba dispuesta a abandonarlos, por muchos intentos que hicieron las autoridades religiosas. Así es que la Iglesia transigió, permitiendo que el pueblo retuviera sus festivales, pero dándoles a estos festivales un significado diferente, asociándolos con enseñanzas de la Iglesia. Fue con el propósito de erradicar las celebraciones paganas más arraigadas en el pueblo que la Iglesia católica permitió la celebración del carnaval, dándole ese halo de cristianismo al relacionarlo con los previos a la cuaresma, pero manteniendo en algunos casos, como en Venecia, el uso de máscaras, en Alemania, el de las carrozas-barco y en otros lugares, los excesos en beber y la lujuria.  

            Roma siempre había sido un punto clave del carnaval, y aunque algunos papas, entre otros Clemente IX, mas tarde Clemente XI y también Benedicto XIII, hicieron esfuerzos para detener los excesos que se presentaban en aquellos festejos, como la parranda bacanal, sin embargo muchos otros papas fueron grandes patronos y promotores de la observancia del carnaval.

            En Italia, España, y Francia, y en los países donde la influencia de Roma ha sido más profunda y duradera, un rasgo conspicuo del Carnaval es una figura burlesca que personifica la temporada festiva, a la cual después de una corta carrera de gloria y disipación públicamente se le da muerte, se le quema, o destruye de otra manera, ante el fingido dolor o el genuino deleite del populacho. Si la opinión que aquí se sugiere acerca del Carnaval es correcta, este personaje grotesco no es otro sino el directo sucesor del viejo Rey de las saturnales, el maestro de las parrandas, al cual, al finalizar los antiguos festivales paganos de Baco o las antiguas saturnales, también se le daba muerte.  

            La fiesta suele empezar el sábado y extenderse hasta el martes anterior al miércoles de ceniza, día en que da comienzo la cuaresma. En los Estados Unidos el carnaval más popular es el de Nueva Orleáns y se conoce por el nombre de Mardi Gras, que significa "martes graso", puesto que se solía utilizar toda la grasa del hogar antes de empezar la cuaresma. El carnaval también ha sido una fiesta tradicional de muchas ciudades europeas y sudamericanas: París, Niza, Roma, Venecia, Munich, Río de Janeiro, Buenos Aires y muchas otras. Sin embargo, se considera que el de Río de Janeiro es el más animado y libertino.

            El Carnaval de Brasil, requiere una mención especial en este artículo. Brasil fue descubierto y colonizado por los portugueses, quienes, junto con los millones de africanos que trajeron a este país durante 300 años de comercio lucrativo de esclavos, dejaron su huella en el carnaval. La atracción que sienten los africanos por el baile y el canto rítmicos con movimientos enérgicos del cuerpo dio lugar a la samba, un cautivador ritmo musical binario con acompañamiento sincopado que vuelve locas a las multitudes en los enormes desfiles callejeros de las ciudades brasileñas.

            Especialmente en Río de Janeiro, los hoteles están atestados de turistas que vienen de todas partes del mundo para las celebraciones del carnaval, las cuales culminan en el desfile de las escuelas de samba. En 1983 el gobierno de Río de Janeiro construyó especialmente para dichos desfiles dos grandes tribunas de hormigón con capacidad para unas cien mil personas, el famoso Sambódromo. 

            En los países occidentales los carnavales se relacionan mas con los jóvenes y niños a los que los padres disfrazan y en muchos colegios se permiten a los alumnos ir disfrazados uno de los días. Pero en otros lugares el "espíritu de carnaval" significa que durante esos cuatro días uno tiene licencia especial para hacer todo lo que quisiera hacer el resto del año, pero que no hace debido a ciertas restricciones morales o sociales. Durante el carnaval, se permite cualquier cosa, especialmente si corren las bebidas alcohólicas. Sin duda, debido al aumento de la tensión social, junto con el cansancio y el descontento del hombre moderno, la bebida sigue siendo una válvula de escape barata, especialmente si se tienen cuatro días libres. Sin embargo, no se debe olvidar que las bebidas alcohólicas no son únicamente un medio de escape. Bajo su influencia se cometen muchas locuras e insensateces".

5 comentarios:

  1. Si no me equivoco, fueron las saturnales las que motivaron ubicar la Navidad en un 25 de diciembre, con el propósito de superponer una celebración cristiana a otra pagana. El día del año nuevo coincidía con el tiempo de espera en que un recién nacido era presentado en el templo y circuncidado, costumbre a la cual Jesús -por ser de origen judío- no debió estar ajeno.

    Ahora, cabe acotar que el calendario romano (juliano) era solar como el nuestro y tenía doce meses de treinta días cada uno. Los cinco días restantes, en todas las culturas antiguas que lo adoptaron, eran considerados festivos, junto con aquellos que marcaban el límite. Por lo que no es de extrañar que la celebración de año nuevo se extendiera más allá de una semana. Dato curioso: el tercer día, en la época romana, era el de los esclavos, donde éstos podían realizar toda clase de bromas a sus respectivos amos viéndose éstos impedidos de tomar represalias. Sumar tres a veinticinco y recordar el día de los inocentes.

    Por último, consignar que no por ser el pueblo escogido Israel iba a quedar ajeno a probar los deleites del mosto. De hecho, era orgullo de un hijo llevar a su padre borracho del hombro a casa de madrugada tras una fiesta. Y algunas prescritas con especial celo en el Antiguo Testamento, eran bastante regadas

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  2. Muchas gracias por la oportuna e interesante aportación sr. Galo Nomez. Efectivamente cambiaron los saturnales de fecha a la última semana de Diciembre, que como bien dice su nombre era el decimo mes. Pero las costumbres de celebrar bacanales parece que se mantuvieron a finales de Febrero . Los adoradores de Baco se aprovecharon de esto y luego la iglesia hizo lo propio. Así se van pasando fiestas para contentar al populacho.

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  3. Estimado, hay un problema de duplicidad de texto en el articulo. Muy bueno por lo demas, como siempre.

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  4. Gracias, se ha efectuado la correspondiente corrección.

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  5. Gracias por su respetable opinión. Es posible que le parezca que el artículo no se atiene a la fuente histórica y/o antropologica de las fiestas carnavalescas, pero comprenda que esto está enmarcado en un contexto relacionado con la influencia de ciertas costumbres y fiestas en el cristianismo y por ello se ahonda más en como se introdujeron estas fiestas en el mundo cristiano, y como ciertos ritos ancestrales sobrevivieron a la presión de la iglesia y como al final han llegado hasta nuestros días, en algunos casos mezcladas con connotaciones religiosas, como la previa a la cuaresma. Saludos.

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