Obra protegida por derechos de autor

Obra protegida por derechos de autor.
ISBN OC : 978-84-9981-705-7
Depósito legal: M-20243-2011

Orígen del día de San Valentín


El día de los enamorados en la historia



Corría el año 270 EC, en uno de los periodos de mas intensa persecución de los grupos cristianos, en enero de ese año moría Claudio II, un emperador empeñado como tantos en hacer desaparecer del mapa a todo aquel que considerara rebelde y los cristianos eran cosiderados así. Por aquel tiempo fue encarcelado un joven romano llamado Valentin, quien se había negado a participar en el ejercito romano por ser cristiano, también por rechazar la adoración debida al emperador, eran las principales causas por las que cristianos de aquella época, eran castigados, en muchos casos con encarcelamiento y otras con la muerte.

         Aureliano, el ferreo general que le siguió fue un implacable continuador de las persecuciones hacia estos y no le concedió el indulto a Valentín, pese a que en ocasiones por cambio de monarca se acostumbraba a soltar a algún que otro preso, o sencillamente se liberaban a todos. 
         Sin embargo Valentín se ganó la amistad del carcelero y de la hija de este, quien a menudo ayudaba a su padre o lo acampañaba cuando daban las comidas a los reclusos. Esta entabló una amistad intima con el jovén, por quien sintió lástima, pues no veía en él, a un criminal peligroso, ni ladrón, ni asesino, sino una persona de un gran corazón, cultura y sabiduría, superior a cualquier otro delincuente allí castigado.

         Pero un día 14 de febrero de aquel año el joven romano era golpeado y decapitado al rehusar renunciar al cristianismo. Antes de ser martirizado, dejó una nota para la hija del carcelero y la firmó con la frase: “De tu Valentín”. Desde entonces por siglos la frase “De tu Valentín”, fue sinónimo de el enlace de la amistad.

         Coincidía en aquellos tiempos que por esas fechas se celebraba en Roma y parte de su imperio europeo las lupercalias, celebrada por los adoradores de un dios llamado Luperco. Al parecer, era una fiesta importada de los griegos que siglos antes de esto celebraban al dios Pan, que era dios de los rebaños y de los pastores. Según la mitología griega, cuando Pan nació ya era adulto, tenía cuernos, barba, pies de cabra y cola. En las obras de arte es representado como una criatura voluptuosa y sensual que está bailando. Cuando surgió el Imperio Romano, Roma adoptó a Pan como su dios bajo el nombre Fauno, también llamado Luperco. Según se afirmaba, su esposa, Luperca, en forma de loba, había criado a Rómulo y Remo, fundadores y edificadores de la antigua ciudad de Roma.

         A los sacerdotes que servían en el templo de este dios se les conocía como lupercos. A mediados de febrero estos sacerdotes, vestidos sólo con pieles de cabras, solían ir y golpear a las mujeres con correas de piel de cabra, lo cual afirmaban, contribuiría a la fertilidad. Este antiguo festival de amor primaveral incluía otros ritos místicos y sexuales, como el de dar mujeres jóvenes a hombres por medio de una especie de lotería. Los nombres de las muchachas se ponían dentro de una caja, la cual se agitaba, y luego los hombres sacaban de ella los nombres. Algunos emperadores se empeñaban en querer cambiar la tradición y convertirla en el día de Cupido el dios del amor, pero era mayoritariamente a Luperca a quien se celebraba a mitad del més de febrero.

         Esta tradición continuó viva durante siglos, incluso cuando la iglesia catolica triunfó y se convirtió en la religión del imperio. Pero llegada la edad media, hacia el año 1400 la iglesia quiso eliminar este rito tradicional pagano, que en muchos lugares aún se celebraba. De esa manera, se instauró el día de San Valentín en honor a aquel joven romano martirizado. Pero se añadió a esto cierto halo de milagrosidad al suceso, añadiendo detalles extra, para darle un halo de santidad a aquel mártir. Entre otras cosas se dijo que el joven había sanado milagrosamente la ceguera a la niña del carclero, y gracias a ese milagro la familia se convirtió al cristianismo, todo para dar más peso a la canonicidad del personaje. Incluso se hicieron imágenes y esculturas en su honor.  


         A la fiesta se le añadieron ciertos adornos. Se amplió el juego para permitir que las muchachas a su vez sacaran de la caja nombres de muchachos. Aquel cuyo nombre se escogía llegaba a ser por un año el Valentín de la que lo escogió. Durante la Edad Media, las vísperas del día de San Valentín y el día siguiente, el 14 de febrero, se celebraban esas fiestas, con mucha similitud al mismo jugueteo sensual que caracterizaba el festival pagano del cual surgió. Cupido, dios de la fertilidad, a quien se le representa como un niño o joven alado, agregó a la ocasión sus actividades con el arco y las flechas y por eso son comunes sus imágenes en la celebración. 

         Fue hacia 1840, que a una joven inglesa llamada Esther A. Howland,  se le ocurrió la idea de intercambiar tarjetas de felicitación por aquel día y comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de san Valentín, conocidas como «valentines», con símbolos como la forma del corazón o de Cupido. Estas trajetas se adornaban con encajes y versos sentimentales y citas de las mitologías antiguas. Las empezó a vender en su negocio familiar, hasta llegar a un exito nacional y con el tiempo se exportó al resto del mundo. Hoy día, no hay rituales especiales con respecto a esta fiesta, suele tener más bien un caracter individual, con algunas excepciones:


        En Colombia, en vez de celebrar esta fiesta el 14 de febrero lo hacen el tercer fin de semana de septiembre, al que consideran el día del amor y la amistad. Otros países, como Brasil, se adornan las calles con motivo de dicha fecha. En Japón, miles de enamorados se acercan al monte Fuji para tocar la llamada "Campana del Amor". Lo hacen al menos tres veces mientras pronuncian el nombre de su pareja. De esta manera creen que conseguirán que su relación se vuelva más sólida y duradera. También en este día es común la tradición de regalar rosas a aquellas personas a las que se tiene un especial afecto.


         Por supuesto, como sucede con la mayor parte de las fiestas religiosas de la actualidad, son los grandes centros comerciales los que promueven esta celebración, que de no ser así, habría desaparecido. El asociar los tiernos sentimientos de amistad del joven Valentín para con una niñita, con los ritos de fertilidad de antiguos dioses y diosas paganas de orígen griego y romano, fueron el resultado de intentar santificar restos del paganismo ancestral.

3 comentarios:

  1. Muchos cristianos -de todo signo- se pronuncian contra Halloween e incluso la Navidad por considerarlas fiestas surgidas desde el paganismo. Pero ellos mismos ni siquiera balbucean una protesta por San Valentín. Yo pregunto, ¿hay algo más pagano que el dichoso día este? Se adora a un dios de la mitología griega (Eros) y a la teoría seudocientífica construida en torno a él para justificar el emparejamiento. Incluso el dibujo del corazón -que vemos en las ilustraciones de tantas iglesias- en realidad representa un trasero de mujer. Por cierto fue Aristóteles -misógino convencido que jamás conoció el cristianismo- quien concluyó que en este músculo era donde se daban los sentimientos, tesis que se expandió gracias a la iglesia católica que adoptó a este filósofo para diseñar su teología. Qué más se puede decir. Jesús nunca tuvo pareja y la propia Biblia señala esta costumbre como una añadidura de escasa importancia, ya que el verdadero amor es el que se expresa hacia el Señor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aristoteles vivio y murio antes de cristo por lo que obviamente no pudo haber conocido el cristianismo

      Eliminar
  2. Como siempre, buena aportación la suya sr. Gomez. Interesante lo de Aristóteles.

    ResponderEliminar