A focio se le debe el primer intento por establecer una iglesia independiente en oriente.
Cerulario, el patriarca que rompio con Roma en el 1054
El famoso cisma de oriente que dio origen a la llamada Iglesia Ortodoxa, en realidad como vamos a ver, no se produjo de pronto, ni fue motivado principalmente por controversias religiosas o doctrinales, que si bien llegaron a haber y muchas, fueron realmente secundarias en comparación con las connotaciones políticas que esa pugna tuvo.
Vamos a intentar desgranar lo mejor posible el proceso que llevó a esta ruptura, proceso que durará unos cinco siglos o mas según lo entendamos. Porque el primera paso, fue la división del imperio que el emperador Teodosio I llevó a cabo, quien alrededor del año 390 repartió el imperio en dos, el de occidente que heredó su hijo Honorio y el de oriente, con capital Constantinopla que heredó Arcadio. Esto unido al poder que poco a poco iba tomando el obispado de Roma en manos de Dámaso, hizo que algunos obispos orientales pensaran, tomando a Roma como ejemplo, que ellos debían jugar un papel similar en el poder de la iglesia. De hecho poco antes de la división oficial del imperio, en el concilio de Constantinopla del año 381, bajo la influencia del ambicioso Dámaso, se había decidido poner orden por posición a las diferentes iglesias que durante años competían por llevar la voz cantante. Así se dispuso que la iglesia de Roma llevaría la primacía sobre las demás, la segunda en importancia y poder se designó que sería la iglesia de Constantinopla, seguidas de la de Alejandría y Antioquía. En el siglo V en el concilio de Calcedonia, se añadió otra, la de Jerusalén, por la historia y el simbolismo que aquella ciudad tenía. Con el tiempo ya en el siglo VI se empezó a llamar patriarcados a estas cinco sedes, confirmando a la de Roma como la primera. Esta decisión de instaurar mayor poder en una sola sede obispal, mas que unión, creó mas separación, pues en muchos casos las cinco iglesias tomaban decisiones antagónicas o convocaban concilios a su antojo, en ocasiones sin contar con las demás.
A partir del siglo V, se fueron sucediendo discusiones religiosas, como las protagonizadas por Nestorio, los monofisitas, los eutiquianos. Todas relacionadas con el tema de las naturalezas de Cristo, si eran dos o solo una y el papel de la madre de Jesús, si se le podía considerar madre de Dios o no. Estas discusiones afectaron de lleno la zona oriental del imperio, abriendo una de las primeras grietas entre la iglesia oriental y occidental, ambas nicenicas. Sobre todo a raíz del mal cerrado concilio de Éfeso del 431, que supuso la separación del monofisismo y del nestorianismo.
Después, el concilio de Calcedonia en el 451, vendría a romper aún mas los lazos de Roma con estos movimientos dominantes en Constantinopla y en oriente en general. Pero no fue ese el único conflicto ideológico, la pugna iconoclasta cerrada en apariencia en el año 787, tras el segundo concilio de Nicea, también se había iniciado siglos antes en oriente, frente a la creciente idolatría en occidente, significó mas ruptura aún.
La caída del imperio Romano de occidente a finales del siglo V, fue otra vuelta de tuerca a la deteriorada unidad con la llamada iglesia bizantina, pues aunque Roma dejara de tener relevancia política, si la obtuvo religiosamente hablando, algunos obispos bizantinos buscaban tener protagonismo, mas si cabe que los propios de Roma.
El siglo IX queda marcado por el surgimiento de un patriarca de la iglesia oriental llamado Focio, quien en medio de dos poderes, el protagonizado por Nicolás, obispo de Roma, el emperador bizantino Miguel III y su tío Bardas entre bambalinas, sentó las bases para la futura división.
Focio nació alrededor del año 820, de una familia rica y culta de Constantinopla, se educó en la escuela de Magnaura, famosa en su tiempo, dirigida por León el filosofo, respetado sabio de la época quien llegaría ser nombrado arzobispo de Tesalónica. Con el tiempo, Focio sobresalió como uno de los mejores estudiantes, llegando a convertirse en maestro, además de hacer estudios sobre asuntos seglares, también se centró en lo religioso, sobresaliendo como gran erudito, escribiendo varias obras de las que se han conservado fragmentos, entre sus escritos destacan los siguientes : una colección citas de obras antiguas y contemporáneas a el, en las que hace mención entre otros de las obras perdidas de Arrio y Diodoro de Sicilia. Escribió una serie de volúmenes a los que llamó Biblioteka, una especie de enciclopedia del cristianismo, centrándolo en patriarcas o autores cristianos griegos. Por otro lado se han encontrado numerosos comentarios bíblicos, un tratado contra los maniqueos, otro llamado Mistagogia del Espíritu Santo, en el que arremete contra la doctrina de la filoqué, que explicaremos mas adelante. Aparte escritos relacionadas con la controversia contra Roma, obras de oratoria, y otras obras menores, pero que indican un alto grado de conocimiento de su parte.
Sin embargo, Focio, antes que religioso llegó a ser funcionario de la corte del joven emperador Miguel III, quien gobernó bajo la tutela de su tío Bardas. Esa amistad, algunos incluso vinculan rasgos familiares con alguien de la corte, fue lo que le hizo llegar a la posición que obtuvo. En el año 858, de forma un tanto anómala, se destituyó al patriarca Ignacio de Constantinopla, y en su lugar se nombró a Focio, sin que este siquiera fuera diácono, ni presbitero ni sacerdote, obtuvo esos títulos posteriormente, ello en cuestión de poco tiempo, pero por otro Obispo que había sido suspendido en tiempos de Ignacio.
Quiso Focio, que Roma reconociera su posición y la aceptara, cosa a la que no estuvo muy dispuesto Nicolás I, quien ejercía en ese tiempo la posición de pope o papa en latín, titulo que habían adquirido de forma exclusiva los que dirigían la iglesia principal con sede en Roma. Pero Nicolás no estaba dispuesto a aceptar a Focio, sabedor de que eso podía significar ceder ante el emperador bizantino, aquello lógicamente no gustó nada ni a Miguel III, ni a Bardas, quien ejerecía la tutela del joven emperador, ni al propio Focio, por ello se convocó un sínodo en el 861, que confirmó como Patriarca de Constantinopla a Focio, rechazando a Ignacio y además estableciendo el modo en que funcionaría la iglesia oriental a partir de entonces. Fue en ese tiempo cuando escribió contra la iglesia de Roma, lo que a punto estuvo de convertirse en un cisma total. Después se convocaría otro concilio en Constantinopla en el que se expulsa o repudia al propio papa Nicolás I. Siendo esa decisión aprobada por mayoría, parece que Focio había ganado la batalla y se consolidaba como líder de una iglesia cada vez mas alejada de la romana. Llegó incluso a enviar misiones a Bulgaria, que hasta ese tiempo había sido abandonada religiosamente hablando.
Poco duraría en el puesto, pues a la muerte prematura del emperador Miguel III, sube al poder Basilio el Macedonio, mas próximo a Roma y amigo de Ignacio, a quien volvió a instaurar en la hegemonía de una iglesia totalmente manipulada por la política, destituyendo a Focio. Eso sucedía alrededor del año 867, once años después en el 878, a la muerte de Ignacio, de nuevo vuelve Focio, quien para ese tiempo valiendose de su experiencia como cónsul y político, se granjeó la amistad del emperador Basilio.
Esta vez además su proposición y nombramiento contó con el apoyo de Roma, a través del papa Juan VIII, quien temiendo que el oponerse al emperador bizantino pudiera acarrearle problemas, además con el fin de que estando unidos pudieran frenar el empuje musulmán que estaba rodeando al imperio cristiano. Juan VIII, convoca un concilio en el 878, que significó una gran victoria para Focio y los suyos. Pero por alguna razón de nuevo las cosas se pudseron en contra de Focio y en el año 886 fue depuesto de nuevo por el emperador, hay muchas contradicciones en este hecho, no se sabe si fue el propio Basilio u otro que apareció después, pero se sabe que Focio murió poco tiempo después en un monasterio donde se refugió.
El hecho de haberse enfrentado al papa de Roma, hizo que fuese expulsado, pero como las tramas o negociaciones políticas en ese tiempo ya valían mas que las religiosas, Focio se mantuvo y se enfrentó al poder de la iglesia, con el beneplácito del emperador. No se trataba de doctrina sino de poder y jurisprudencia, algo muy alejado del cristianismo original.
Si bien Focio no se puede decir que iniciara una nueva religión cristiana, si puso los cimientos de lo que sería mas adelante la iglesia Ortodoxa, tanto fue el efecto que de hecho, los últimos Concilios Ecuménicos que se celebraron en Oriente y en los que estaban presentes los legados del Papa fueron los de Nicea en el año 787 y Constantinopla en el 869. Aquella ruptura producida por el enfrentamiento entre el patriarca constantinopolitano Focio y el Papa Nicolás y, conllevó a la larga una separación que se hacía según transcurrían los años en insalvable. En lo sucesivo, la Iglesia bizantina y las que se crearon a partir de ella se organizaron sus propios concilios o sínodos. Y aunque todavía aceptaban la mayoría de los preceptos y doctrinas de la iglesia de Roma en general, rechazaron otros.
Un tiempo antes, desde el siglo VI, había surgido en Hispania, una ideología racionada con la doctrina de la trinidad, llamada filoqué, básicamente venía a decir que el Espíritu Santo, procedía no solo del padre sino del hijo, y se empezó a enseñar como contrapunto al antitrinitarismo arriano, imperante en ese tiempo en la España visigoda. Esta enseñanza pasó con el tiempo a Francia, Alemania y hasta el tiempo de Carlomagno, quien la aceptó como doctrina básica, añadida al tradicional credo de Nicea. Curiosamente los diferentes papas de Roma, no la aceptaron ni quisieron tomarlo como doctrina oficial durante siglos.
Focio al escribir su Mistagogia, se postula claramente en contra de esa doctrina, por considerarla ajena a la original Trinidad, negaba que el Espíritu procediera de ambos, sino solo del padre del que procedía todo. En realidad era igual de incomprensible que la propia doctrina nicenica, puesto que si se trata de tres personas en igual condición o esencia, no es lógico ni siquiera plantear origen o procedencia, salvo que se refieran a quien lo envía, que bien mirada tampoco encaja que una de las tres persona de la trinidad envía a otra y por lo tanto ostente mas poder que las demás. La tesis de Focio, era que no podía aceptar la filoqué, por no haber sido adoptada por un concilio ecuménico de toda la iglesia, y por lo tanto no se debía cambiar ningún postulado de la regla nicenica. Así, aunque se argumentaba sobre doctrina, era mas importante el acuerdo y la discusión y el que ellos tomaran parte en el asunto. Curiosamente fue aceptada como oficial ya en el siglo XI, quedando fuera de la decisión la iglesia bizantina.
Precisamente en ese siglo, dos después de Focio, aparece en escena Miguel Cerulario, un patriarca nacido según parece en el celebre año 1000, fue nombrado como tal en el 1043 y de nuevo tomando como punto de partida la controversia la famosa Filoqué empezó a lanzar acusaciones relacionadas con la esneñanza errada y las formas y liturgia en las iglesias, el uso de pan ázimo, sin fermentar, como simbolo de la pascua y usado también en las celebraciones especiales, fue otro motivo de controversia. Mientras en las iglesias italianas se empieza imponer los rituales latinos, eliminando los griegos, Cerulario impone lo contrario en las iglesias orientales, en Bulgaria, un estado en medio de ambas aquello se convierte en una lucha encarnizada.
Así desde el año 1051, se inicia una discusión sobre estos temas, primero por cartas entre el Patriarca Cerulario y el papa León IX, a la muerte de este último, las cosas se iban complicando y convirtiendo en ataques mutuos. Aunque a decir verdad eran mas los ataques por parte de la iglesia de Roma que de los de Bizancio. Leyendo las cartas del cardenal Humberto de Silva contra el monje Studion Micetas, al que insulta y menosprecia de forma despectiva, nos damos cuenta el desprecio de algunos lideres de Roma contra los que consideraban competidores. Entre otras lindeces dice lo siguiente, hablando de Studion : más bestia que burro, Nicetas es más un Epicúreo que un monje: su puesto no debe estar en un monasterio, sino en un circo o en un lupana.
Las razones de este ataque verbal se relacionaba con un documento que Studión había escrito en defensa del uso de pan leudado contra el ázimo, que lo consideraba como acercamiento e injerencia de los judios. En realidad Studión Nicetas no llevaba la razón al respecto, pero el tratamiento dado por Humberto y el lenguaje insultante utilizado no iban a favor de Roma. Esto motivó a que las cosas, lejos de calmarse se tensaran aún mas, pues llevó a la reticencia de Cerulario a rechazar a los enviados de Roma. Así llegó el fatídico año 1054, en el que Humberto de nuevo, tras obstinarse Cerulario a recibirle a el y la delegación romana que pretendía juzgarle y excomulgarle, dijera lo que dijera, tomó la decisión que siglos atrás se había tomado con Focio, pensando tal vez que eso les haría imponer en Constantinopla a un patriarca afin a los intereses de Roma.
Con esa tesitura, la respuesta de Cerulario no se hizo esperar, convocó un concilio en el que se decidió por unanimidad excomulgar a los enviados de Roma ente ellos a Federico de Lorena, Pedro de Amalfi y como no, al impetuoso cardenal Humberto. En las actas del sínodo celebrado el 24 de Julio, deja claro las razones por las que considera no cristianos a los delegados papales y los excomulga, entre otras cosas las actas exponen lo siguiente :
"El demonio pérfido e impío, no ha tenido bastante con los males que ha procurado. Por eso, con innumerables fraudes ha engañado al género humano antes de la venida del Señor y también después, continúa enredando a aquellos que le creen... Así pues, en estos días, unos hombres impíos y execrables, hombres venidos de las tinieblas, han llegado a esta ciudad conservada por Dios, desde la cual, como de un manantial, brotan las fuentes de la ortodoxia. Estos hombres, como el rayo, como un vendaval, como granizo han querido pervertir la recta razón con la confusión de los dogmas. (Acta sinodial 24 Julio 1054) Cf. Mansi, XIX, 811-812)
*Información más detallada sobre este acta y otros escritos de las discusiones de la ruptura ortodoxa en libro el Trigo ahogado tomo II haga clic aquí: El trigo ahogado tomo II
Esto significó la ruptura definitiva entre las dos iglesias y aunque en ese momento las diferencias eran mínimas, con el tiempo se fue imponiendo en oriente su propia dogma.
Entre otras cosas que separan una iglesia de otra está el uso el uso de pan fermentado y no ázimo en los ritos. También está el asunto de los iconos, recordemos que fue en oriente donde se inicio la llamada lucha de los iconoclastas y los iconólatras, los primeros rechazaban el culto de iconos, dibujos en cortinas y paredes que se empezaron a hacer comunes en muchas iglesias, esto fue aprobado por mayoría en el 787 en Nicea, aunque mientras las iglesias orientales solo usaban imágenes en forma de iconos o pintadas, en Roma y occidente se dedicaron a hacer estatuas a las que se rendía similar veneración.
Hay otras diferencias y cuestiones que separaron más a ambas iglesias. Pero se profundiza más en el Libro EL Trigo Ahogado Tomo II, donde además se dan citas y bibliografía para comprender más este movimiento
A partir del siglo V, se fueron sucediendo discusiones religiosas, como las protagonizadas por Nestorio, los monofisitas, los eutiquianos. Todas relacionadas con el tema de las naturalezas de Cristo, si eran dos o solo una y el papel de la madre de Jesús, si se le podía considerar madre de Dios o no. Estas discusiones afectaron de lleno la zona oriental del imperio, abriendo una de las primeras grietas entre la iglesia oriental y occidental, ambas nicenicas. Sobre todo a raíz del mal cerrado concilio de Éfeso del 431, que supuso la separación del monofisismo y del nestorianismo.
Después, el concilio de Calcedonia en el 451, vendría a romper aún mas los lazos de Roma con estos movimientos dominantes en Constantinopla y en oriente en general. Pero no fue ese el único conflicto ideológico, la pugna iconoclasta cerrada en apariencia en el año 787, tras el segundo concilio de Nicea, también se había iniciado siglos antes en oriente, frente a la creciente idolatría en occidente, significó mas ruptura aún.
La caída del imperio Romano de occidente a finales del siglo V, fue otra vuelta de tuerca a la deteriorada unidad con la llamada iglesia bizantina, pues aunque Roma dejara de tener relevancia política, si la obtuvo religiosamente hablando, algunos obispos bizantinos buscaban tener protagonismo, mas si cabe que los propios de Roma.
El siglo IX queda marcado por el surgimiento de un patriarca de la iglesia oriental llamado Focio, quien en medio de dos poderes, el protagonizado por Nicolás, obispo de Roma, el emperador bizantino Miguel III y su tío Bardas entre bambalinas, sentó las bases para la futura división.
Focio nació alrededor del año 820, de una familia rica y culta de Constantinopla, se educó en la escuela de Magnaura, famosa en su tiempo, dirigida por León el filosofo, respetado sabio de la época quien llegaría ser nombrado arzobispo de Tesalónica. Con el tiempo, Focio sobresalió como uno de los mejores estudiantes, llegando a convertirse en maestro, además de hacer estudios sobre asuntos seglares, también se centró en lo religioso, sobresaliendo como gran erudito, escribiendo varias obras de las que se han conservado fragmentos, entre sus escritos destacan los siguientes : una colección citas de obras antiguas y contemporáneas a el, en las que hace mención entre otros de las obras perdidas de Arrio y Diodoro de Sicilia. Escribió una serie de volúmenes a los que llamó Biblioteka, una especie de enciclopedia del cristianismo, centrándolo en patriarcas o autores cristianos griegos. Por otro lado se han encontrado numerosos comentarios bíblicos, un tratado contra los maniqueos, otro llamado Mistagogia del Espíritu Santo, en el que arremete contra la doctrina de la filoqué, que explicaremos mas adelante. Aparte escritos relacionadas con la controversia contra Roma, obras de oratoria, y otras obras menores, pero que indican un alto grado de conocimiento de su parte.
Sin embargo, Focio, antes que religioso llegó a ser funcionario de la corte del joven emperador Miguel III, quien gobernó bajo la tutela de su tío Bardas. Esa amistad, algunos incluso vinculan rasgos familiares con alguien de la corte, fue lo que le hizo llegar a la posición que obtuvo. En el año 858, de forma un tanto anómala, se destituyó al patriarca Ignacio de Constantinopla, y en su lugar se nombró a Focio, sin que este siquiera fuera diácono, ni presbitero ni sacerdote, obtuvo esos títulos posteriormente, ello en cuestión de poco tiempo, pero por otro Obispo que había sido suspendido en tiempos de Ignacio.
Quiso Focio, que Roma reconociera su posición y la aceptara, cosa a la que no estuvo muy dispuesto Nicolás I, quien ejercía en ese tiempo la posición de pope o papa en latín, titulo que habían adquirido de forma exclusiva los que dirigían la iglesia principal con sede en Roma. Pero Nicolás no estaba dispuesto a aceptar a Focio, sabedor de que eso podía significar ceder ante el emperador bizantino, aquello lógicamente no gustó nada ni a Miguel III, ni a Bardas, quien ejerecía la tutela del joven emperador, ni al propio Focio, por ello se convocó un sínodo en el 861, que confirmó como Patriarca de Constantinopla a Focio, rechazando a Ignacio y además estableciendo el modo en que funcionaría la iglesia oriental a partir de entonces. Fue en ese tiempo cuando escribió contra la iglesia de Roma, lo que a punto estuvo de convertirse en un cisma total. Después se convocaría otro concilio en Constantinopla en el que se expulsa o repudia al propio papa Nicolás I. Siendo esa decisión aprobada por mayoría, parece que Focio había ganado la batalla y se consolidaba como líder de una iglesia cada vez mas alejada de la romana. Llegó incluso a enviar misiones a Bulgaria, que hasta ese tiempo había sido abandonada religiosamente hablando.
Poco duraría en el puesto, pues a la muerte prematura del emperador Miguel III, sube al poder Basilio el Macedonio, mas próximo a Roma y amigo de Ignacio, a quien volvió a instaurar en la hegemonía de una iglesia totalmente manipulada por la política, destituyendo a Focio. Eso sucedía alrededor del año 867, once años después en el 878, a la muerte de Ignacio, de nuevo vuelve Focio, quien para ese tiempo valiendose de su experiencia como cónsul y político, se granjeó la amistad del emperador Basilio.
Esta vez además su proposición y nombramiento contó con el apoyo de Roma, a través del papa Juan VIII, quien temiendo que el oponerse al emperador bizantino pudiera acarrearle problemas, además con el fin de que estando unidos pudieran frenar el empuje musulmán que estaba rodeando al imperio cristiano. Juan VIII, convoca un concilio en el 878, que significó una gran victoria para Focio y los suyos. Pero por alguna razón de nuevo las cosas se pudseron en contra de Focio y en el año 886 fue depuesto de nuevo por el emperador, hay muchas contradicciones en este hecho, no se sabe si fue el propio Basilio u otro que apareció después, pero se sabe que Focio murió poco tiempo después en un monasterio donde se refugió.
El hecho de haberse enfrentado al papa de Roma, hizo que fuese expulsado, pero como las tramas o negociaciones políticas en ese tiempo ya valían mas que las religiosas, Focio se mantuvo y se enfrentó al poder de la iglesia, con el beneplácito del emperador. No se trataba de doctrina sino de poder y jurisprudencia, algo muy alejado del cristianismo original.
Si bien Focio no se puede decir que iniciara una nueva religión cristiana, si puso los cimientos de lo que sería mas adelante la iglesia Ortodoxa, tanto fue el efecto que de hecho, los últimos Concilios Ecuménicos que se celebraron en Oriente y en los que estaban presentes los legados del Papa fueron los de Nicea en el año 787 y Constantinopla en el 869. Aquella ruptura producida por el enfrentamiento entre el patriarca constantinopolitano Focio y el Papa Nicolás y, conllevó a la larga una separación que se hacía según transcurrían los años en insalvable. En lo sucesivo, la Iglesia bizantina y las que se crearon a partir de ella se organizaron sus propios concilios o sínodos. Y aunque todavía aceptaban la mayoría de los preceptos y doctrinas de la iglesia de Roma en general, rechazaron otros.
Un tiempo antes, desde el siglo VI, había surgido en Hispania, una ideología racionada con la doctrina de la trinidad, llamada filoqué, básicamente venía a decir que el Espíritu Santo, procedía no solo del padre sino del hijo, y se empezó a enseñar como contrapunto al antitrinitarismo arriano, imperante en ese tiempo en la España visigoda. Esta enseñanza pasó con el tiempo a Francia, Alemania y hasta el tiempo de Carlomagno, quien la aceptó como doctrina básica, añadida al tradicional credo de Nicea. Curiosamente los diferentes papas de Roma, no la aceptaron ni quisieron tomarlo como doctrina oficial durante siglos.
Focio al escribir su Mistagogia, se postula claramente en contra de esa doctrina, por considerarla ajena a la original Trinidad, negaba que el Espíritu procediera de ambos, sino solo del padre del que procedía todo. En realidad era igual de incomprensible que la propia doctrina nicenica, puesto que si se trata de tres personas en igual condición o esencia, no es lógico ni siquiera plantear origen o procedencia, salvo que se refieran a quien lo envía, que bien mirada tampoco encaja que una de las tres persona de la trinidad envía a otra y por lo tanto ostente mas poder que las demás. La tesis de Focio, era que no podía aceptar la filoqué, por no haber sido adoptada por un concilio ecuménico de toda la iglesia, y por lo tanto no se debía cambiar ningún postulado de la regla nicenica. Así, aunque se argumentaba sobre doctrina, era mas importante el acuerdo y la discusión y el que ellos tomaran parte en el asunto. Curiosamente fue aceptada como oficial ya en el siglo XI, quedando fuera de la decisión la iglesia bizantina.
Precisamente en ese siglo, dos después de Focio, aparece en escena Miguel Cerulario, un patriarca nacido según parece en el celebre año 1000, fue nombrado como tal en el 1043 y de nuevo tomando como punto de partida la controversia la famosa Filoqué empezó a lanzar acusaciones relacionadas con la esneñanza errada y las formas y liturgia en las iglesias, el uso de pan ázimo, sin fermentar, como simbolo de la pascua y usado también en las celebraciones especiales, fue otro motivo de controversia. Mientras en las iglesias italianas se empieza imponer los rituales latinos, eliminando los griegos, Cerulario impone lo contrario en las iglesias orientales, en Bulgaria, un estado en medio de ambas aquello se convierte en una lucha encarnizada.
Así desde el año 1051, se inicia una discusión sobre estos temas, primero por cartas entre el Patriarca Cerulario y el papa León IX, a la muerte de este último, las cosas se iban complicando y convirtiendo en ataques mutuos. Aunque a decir verdad eran mas los ataques por parte de la iglesia de Roma que de los de Bizancio. Leyendo las cartas del cardenal Humberto de Silva contra el monje Studion Micetas, al que insulta y menosprecia de forma despectiva, nos damos cuenta el desprecio de algunos lideres de Roma contra los que consideraban competidores. Entre otras lindeces dice lo siguiente, hablando de Studion : más bestia que burro, Nicetas es más un Epicúreo que un monje: su puesto no debe estar en un monasterio, sino en un circo o en un lupana.
Las razones de este ataque verbal se relacionaba con un documento que Studión había escrito en defensa del uso de pan leudado contra el ázimo, que lo consideraba como acercamiento e injerencia de los judios. En realidad Studión Nicetas no llevaba la razón al respecto, pero el tratamiento dado por Humberto y el lenguaje insultante utilizado no iban a favor de Roma. Esto motivó a que las cosas, lejos de calmarse se tensaran aún mas, pues llevó a la reticencia de Cerulario a rechazar a los enviados de Roma. Así llegó el fatídico año 1054, en el que Humberto de nuevo, tras obstinarse Cerulario a recibirle a el y la delegación romana que pretendía juzgarle y excomulgarle, dijera lo que dijera, tomó la decisión que siglos atrás se había tomado con Focio, pensando tal vez que eso les haría imponer en Constantinopla a un patriarca afin a los intereses de Roma.
Con esa tesitura, la respuesta de Cerulario no se hizo esperar, convocó un concilio en el que se decidió por unanimidad excomulgar a los enviados de Roma ente ellos a Federico de Lorena, Pedro de Amalfi y como no, al impetuoso cardenal Humberto. En las actas del sínodo celebrado el 24 de Julio, deja claro las razones por las que considera no cristianos a los delegados papales y los excomulga, entre otras cosas las actas exponen lo siguiente :
"El demonio pérfido e impío, no ha tenido bastante con los males que ha procurado. Por eso, con innumerables fraudes ha engañado al género humano antes de la venida del Señor y también después, continúa enredando a aquellos que le creen... Así pues, en estos días, unos hombres impíos y execrables, hombres venidos de las tinieblas, han llegado a esta ciudad conservada por Dios, desde la cual, como de un manantial, brotan las fuentes de la ortodoxia. Estos hombres, como el rayo, como un vendaval, como granizo han querido pervertir la recta razón con la confusión de los dogmas. (Acta sinodial 24 Julio 1054) Cf. Mansi, XIX, 811-812)
*Información más detallada sobre este acta y otros escritos de las discusiones de la ruptura ortodoxa en libro el Trigo ahogado tomo II haga clic aquí: El trigo ahogado tomo II
Esto significó la ruptura definitiva entre las dos iglesias y aunque en ese momento las diferencias eran mínimas, con el tiempo se fue imponiendo en oriente su propia dogma.
Entre otras cosas que separan una iglesia de otra está el uso el uso de pan fermentado y no ázimo en los ritos. También está el asunto de los iconos, recordemos que fue en oriente donde se inicio la llamada lucha de los iconoclastas y los iconólatras, los primeros rechazaban el culto de iconos, dibujos en cortinas y paredes que se empezaron a hacer comunes en muchas iglesias, esto fue aprobado por mayoría en el 787 en Nicea, aunque mientras las iglesias orientales solo usaban imágenes en forma de iconos o pintadas, en Roma y occidente se dedicaron a hacer estatuas a las que se rendía similar veneración.
Hay otras diferencias y cuestiones que separaron más a ambas iglesias. Pero se profundiza más en el Libro EL Trigo Ahogado Tomo II, donde además se dan citas y bibliografía para comprender más este movimiento
muy buena informacion pero no entendi nada deberian hacer un resumen con informacion mas servible pero es muy bueno
ResponderEliminarfelicitaciones por este material tan resumido y completo da un esquema amplio y sintetizado de la iglesia Bizantina de oriente, es mas facil conocer las insidencias de la iglesia latina en el oeste mas no asi con su omologa.
ResponderEliminarMuy Buena La Informacion Pero Casi No Entendi Esta Muy Complejo :S Pero Me Ayudo Con Mi Tarea
ResponderEliminarGracias!
Entiendo que para muchos lectores algunos asuntos teológicos sean de difícil comprensión, pero realmente eran unas diferencias muy sutíles las que separaban a los maestros eclesiasticos del medievo. En realidad se ha tratado de explicar esas pequeñas diferencias, pero sin olvidar que el verdadero tranfondo del cisma oriental fue más politico que religioso.
ResponderEliminarEl autor
muxo p cllega al pinxo pongan resumido
ResponderEliminartontasos de mnmm....
Excelente artículo, como todo el material que se publica en este blog, a mi entender, de los mejores que hay sobre la Historia del Cristianismo. Me gustaría saber si usted me permite hacer un comentario general sobre este artículo y colocar en mi blog un enlace a este artículo en particular y a otros tantos que creo, muchos deberían leer y estudiar.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Agradezco sus palabras y por supuesto, siéntase libre de citar cuanto material le pueda venir bien y de enlazar esta información en su blog. Incluso si requiere alguna fuente documental (bibliografía), puede solicitarla a mi correo particular. Saludos
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