Obra protegida por derechos de autor

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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
Depósito legal: M-20243-2011

Las primeras grietas en el cristianismo inicial

A partir de dos situaciones opuestas pero casi coincidentes en el tiempo, surgieron las primeras grietas que harían germinar disensiones en el seno del hasta ese momento sólidamente unido cristianismo. Una de estas fue el acercamiento al cristianismo de miembros de más peso en el judaísmo, así se dice que un buen numero de sacerdotes abrazó el cristianismo, algunos fariseos convencidos también cambiaron de bando, entre ellos un tal Saulo de Tarso, conocido mas tarde como el gran apóstol Pablo, (Hechos 6:7; 9:17-20).

Por otro lado el inicio de la predicación a los no judíos hacia el año 36, sería como un revulsivo para la todavía primitiva congregación cristiana. Era algo necesario y lógico, pues desde sus inicios la llamada predicación, por las predicciones de su originador se debía extender hasta los confines de la tierra. Pero al principio, la influencia del judaísmo estaba muy arraigada entre los primeros cristianos, incluso los de las naciones que aceptaban el cristianismo eran aceptados como aquellos conversos judíos, que se veían obligados a cumplir con ciertos requerimientos de las tradiciones judías, en el caso de los hombres la circuncisión, aparte de la asistencia a las sinagogas y al templo.

En parte debido a ese estrecho contacto con el judaísmo, surgió el movimiento judaizante, que mas que grupo independiente, era una tendencia e influencia dentro de las congregaciones cercanas a los judíos naturales. Es posible que este proviniera de la ascendente posición que tuvieron algunos ex-sacerdotes y ex-fariseos dentro del cristianismo, ahora creyendose mas influyentes, trataron de mantener las tradiciones judías dentro del cristianismo.

Esto chocó de frente contra los que provenían del mundo pagano, quienes no entendían del todo las razones para ciertos ritos que consideraban humillantes y bajos, pero los cristianos judíos también guardaban recelos contra los que no aplicaban las tradiciones e insistían en que la salvación dependía de aplicar dichos preceptos, fue tal la presión de estos que en ocasiones hasta miembros prominentes dentro del cristianismo como Pedro, se vieron envueltos en situaciones conflictivas, entre unos y otros, (Hechos 15:1; Carta de Pablo a los Gálatas 2:8-13).

Ya en el año 49, en lo que se conoce como primer concilio, se estableció la no obligatoriedad de ciertas costumbres judías, entre ellas la circuncisión, aunque se entendió por consenso, seguir aplicando algunos preceptos, que aunque parte de la tradición judía, eran previos a la ley, como la abstención de la sangre, idolatría etc.

Aquella decisión que se distribuyó por todas las congregaciones, estableció el limite y la brecha que se tenía que abrir para separarse definitivamente del judaísmo mas tradicional, y entender la posición y la importancia que esta había tenido para entender las escrituras y llevarlos al Cristo. El cristianismo estaba obligado de alguna manera a distanciarse del judaísmo tradicional, aunque en muchos aspectos seguiría teniendo lazos comunes.

Por ello se combatió de forma constante, continuamente se advirtió contra esa tendencia en las diferentes cartas apostólicas, sobre todo las de Pablo, en ellas se hace referencia a los que seguían empeñados en imponer la ley mosaica a los cristianos, (Colosenses 2:16,17; Gálatas 2:15-3:14). Pero, no solo Pablo, otros como Pedro también lucharon contra esta tendencia extremista.

Así aunque en algunos libros de historia del cristianismo se suele hablar de dos bandos enfrentados, uno de ellos protagonizados por Pedro, Santiago, Juan, además de otros cristianos prominentes familiares de Jesús, quienes abogaban por el conservadurismo judío y por otro lado el apóstol Pablo, Bernabé y Silas, quienes lo combatían. Pero esto no tiene mucho fundamento, máxime cuando fue el propio Pedro quien fue escogido para abrir la puerta a los gentiles, empezando por un centurión romano llamado Cornelio. 

También Santiago, apoyando a Pedro y Pablo, fue quien en aquel concilio del 49 tomando la palabra expuso la decisión que después fue adoptada por todos, sobre la no imposición de la ley mosaica sobre los cristianos gentiles. Aún así los primeros años, algunos incluso Pablo todavía en algunos lugares por respeto a los judíos, se vio obligado a cumplir ciertos rituales y costumbres judías, incluso en lugares donde el judaísmo era minoría.

Era normal por otro lado esta situación, pues al principio del cristianismo, los judíos formaban el grueso de las conversiones, como hemos apuntado anteriormente, incluso en las ciudades gentiles, había conversión de judíos de la diáspora, que aceptaban el cristianismo, algunos de estos, aferrados a sus tradiciones pretendían imponerlas en los conversos gentiles y de allí los conflictos, que no fueron apagados por años.

Pasaron varias décadas de convivencia y adaptación y con ello surgieron otras dificultades, el cristianismo hubo de enfrentarse a varias tendencias, la occidental, con la filosofía neoplatónica, epicúrea, y la oriental con las ideas mazdeístas, dualistas y la de los judíos. Pero estas influencias, salvo la judaizante, eran todavía muy minoritarias y controladas en las diferentes congregaciones, gracias a las cartas apostólicas, las visitas de Pablo, Silas, Bernabe, Pedro, Juan y muchos mas que no se mencionan, pero cuya dedicación a la obra de fortalecer las congregaciones era común siendo este el trabajo principal de la parte gobernante del cristianismo.

2 comentarios:

  1. excelente material de análisis.

    gustavomoreira-@hotmail.com

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  2. Interesante, pero se nota que se ignora por completo el noajidismo en el judaísmo. Los primeros cristianos núnca rompen con el judaísmo ni se asumen como una religión aparte, siguen vinculados al templo. Profetas y doctores siguen teniendo un rol prominente en sus filas. Lo único establecido en Jerusalén es lo ya aceptado en el resto del judaísmo, que a los gentiles Temerosos de Dios no había que exigirles la observancia de la Torah, sino solo las leyes noájidas (de Noaj, Noé). Pero los cristianos judíos siguieron cumpliendo todo aspecto de la Torah. Así que es imposible que esta decisión tuviera algún punto de inflexión con el judaísmo, como si el judaísmo fuera una religión aparte. Solo en una genración más se tomarán las palabras de pablo en un nuevo sentido antinominalista, pero el conflicto contra los judaizantes que querían forzar la circuncisión de gentiles, en verdad era la oposición a una herejía, pero herejía hasta desde el punto de vista del judaísmo ortodoxo. Recomiendo complementar tus investigaciones con libros de divulgación histórica secular, como las obras de Mario Javier Sabán: "El judaísmo de Jesús" y "El judaísmo de Pablo", E. P. Sander, "Jesús y el judaísmo", y J. Alvear, J. M. Blázquez, et al, "Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas". Saludos.

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