Por el lado contrario a los judaizantes, estaban los que rechazaban al judaísmo de forma radical, vimos el caso de Marción, mutilando incluso y manipulando las escrituras, que como ya vimos surgierieron ideas sobre una distinción entre el Dios del antiguo testamento y el Dios-Padre de Jesús, estos habían sido influidos por ideas orientales persas, mazdeistas o egipcias muy similares que evolucionaron hacia el Marcionismo y el Maniqueismo, sobre este movimiento último movimiento y su fundador trataremos mas adelante pues no llego hasta mediados del siglo III.
Pero la tendente idea y el enfasis excesivo de dar superlatividad a la persona de Cristo, difundida por algunos "sabios", respetados pensadores y apologistas, propició que sobre la identidad de Cristo surgieran ideas nuevas y una creciente confusión concerniente a si fue un ser humano normal, o un ser divino. Aunque todavía estaba lejos la idea de una trinidad, sin embargo, como ya apuntamos en otro apartado, usando términos filosóficos platónicos y filónicos, se empezaba a divinizar la figura de Cristo. Ya mencionamos que hubo muchos, como los ebionitas y judaizantes de principios de siglo, que se iban al extremo contrario, es decir aseverar que Jesús, solo fue un hombre, normal y corriente, quizás al que Dios inspiró o utilizó de forma especial, pero que vivió y murió como humano normal, sin ser ningún ser celestial.
El otro extremo lo condujeron las corrientes monarquianistas, entre ellos los modalistas, patripasianos , términos referidos mas o menos al mismo grupo, con pequeños matices.
La expresión monarquinista proviene de la idea de un monoteísmo extremista, pero que contradictoriamente igualaba la persona de Dios con Jesús. Sencillamente se resume en la idea de que Dios es un solo rey eterno, soberano universal y por lo tanto el titulo de rey solo lo tiene el. Por ello cuando se habla de Cristo como Rey, según los monarquinistas se referían realmente a Dios. De allí partió la idea que en realidad Jesús, sencillamente fue una forma en la que se manifestaba Dios. Por ello también se le aplicó el nombre de Modalismo, por la idea de que Dios se presenta en cualesquier forma o modo como el quiera hacerlo y en el caso de Cristo, lo hizo así, como hijo del hombre. Así según estos, Dios fue quien nació como humano en forma de Jesús. Dichas ideas fueron rechazadas primero por los que se negaban a la idea de identificar a Dios con Jesús, por las muchas contradicciones que esto conllevaba. Era inconcebible aceptar que Dios naciera de alguien imperfecto como María, que fuera tentado por su propio enemigo y que muriera y estuviera inconsciente tres días.
Pero también las idea modalistas fueron rechazadas posteriormente por los que elaboraron la doctrina de la trinidad, por difícil de entender que parezca, pues en el fondo, esto era el embrión de dicha doctrina.
Noeto de Esmirna, quien hacia el año 180 predicaba en su ciudad la identidad del Hijo de Dios con el Padre fue de los primeros en defender esta creencia, según decía el, esta era una manera de honrar a Cristo, por supuesto sin tener en cuenta que realmente rebajaba a Dios, al aceptar que fue tentado por el Diablo y animado a adorarle. Era inconcebible para los cristianos aceptar que Dios se rebajara a sufrir como un humano y morir como tal, Dios no podía morir. Así, Noeto fue expulsado de la congregación de Esmirna por su persistencia y tenacidad férrea a esa idea, que deseaba sembrar en toda Asia. Recaló años después en Roma donde contó con el apoyo de un tal Epígono como discípulo y propagador de sus doctrinas, y éste, a su vez, con Cleómenes.
Algunos mas moderados debido a las contradicciones antes expuestas llegaron a formular la idea de que en realidad Dios adoptó el cuerpo cual posesión espiritual cuando dio su vida y en realidad después abandonó el cuerpo inerte volviendo a su posición.
Los patripasianos, sugirieron que esto sucedió después del bautismo de Jesus, cuando recibió el Espiritu Santo, pero en realidad todas estas ideologías enseñaban la idea de unicidad o igualdad Padre-hijo, exponían de distintas maneras que Jesus llegó a ser una forma de representación de un solo Dios. Años depues se unió a esta causa un polémico y de gran influencia Práxeas a final de siglo.
En oposición aparente al movimiento o corriente modalista de ver a Cristo como una manifestación de Dios y a la vez contrario también a la de ver a Cristo como simple humano o profeta, como lo reconocían los ebonitas, estuvo el adopcionismo. Este movimiento sugería la idea de que Cristo fue una persona normal y corriente, pero que al morir fue ascendido a una posición prácaticamente igual al Padre, en un principio no parecía ofrecer mayor dificultad entenderla pues no se igualaba de forma absoluta. Sin embargo algunos de sus defensores fueron mas allá y llegaron a entender que Cristo al ascender llegó a ser parte de la divinidad, en definitiva parte de Dios y por lo tanto Dios mismo.
Esto último surgió de Teódoto, original de Bizancio, este fue a Roma hacia el año 190 y propagó allí sus ideas teológicas, relacionadas con la identidad de Jesús. En realidad sus ideas, un tanto contradictorias y confusas, hablan por un lado de Jesús, como un hombre normal y corriente, pero que después llegó a ser el propio Dios encarnado.
Se sabe que fue rechazado por los obispos de Roma, incluso uno de ellos Víctor, fue impulsor de su expulsión. Es posible que Teódoto tuviese apoyo en otras congregaciones de Roma y en el resto de occidente, no así en las congregaciones orientales. Pero lo único que se consiguió, con su expulsión fue que sus ideas se esparcieran más aún por la publicidad que recibió su caso.
Discípulo de Teódoto fueron Asclepiodoto, Teódoto el Joven y más tarde Artemón. Los dos primeros trataron de organizar a los modalistas adopcionistas, en una iglesia propia e incluso ganaron para dirigirla a un tal Natalis, quien, sin embargo, los abandonó al poco tiempo. Teódoto el Joven, introdujo un elemento nuevo en las anteriores teorías al designar a Melquisedeq como la virtud suprema, que está por encima de Cristo, el verdadero mediador entre Dios y los hombres.
Posteriormente se elaboró la idea de que en realidad Cristo era parte de Dios, después solo fue humano en la tierra y al ascender llegó de nuevo a ser parte de Dios.
Es curioso que las ideas de Teódoto, fueron aceptadas por algunos líderes y obispos romanos como Ceferino, que sentaron de alguna manera las bases para la posterior adopción y creación de la doctrina de la trinidad, resultaron en enfrentamiento ideológico a finales de siglo y principios del III, y en algunos casos, rechazadas en aquella época, pero también por los líderes posteriores, sobre todo del siglo IV. En realidad podríamos decir que Monarquianismo, patripasianismo y modalismo y adopcionismo son la misma cosa, sencillamente con distintos matices. Según los historiadores católicos, todas esas ideas fueron rechazadas por ser contrarias a la idea de la trinidad. Y no obstante, también los no trinitarios las rechazan por identificar a Jesús con Dios. Toda una paradoja de confusión, que muestra el dilema que se empezaba a fraguar en aquella época y que tantos cismas, rupturas, concilios y otras disputas, causó en siglos posteriores.
La razón para esta confusión seguía siendo la misma : La expresión Logos en la manera como se expresaba en el evangelio de Juan tenía la dificultad en cuanto a que por un lado daba a entender que el Hijo o Logos, tenía algo de divino. Pero a la luz de las escrituras era dificil encontrar lo contrario a la idea de subordinación del hijo respecto al padre, era más facil de creer y aceptar. Quizás era confusa para algunos con ideas mas helenistas, quienes veían la idea del logos a la manera de Platón, pero menos para el creyente oriental, pues no se veía en esa idea una amenaza inmediata a la divinidad de Cristo, divinidad que no era entendida como igualdad o identidad. Pero desde el punto de vista monoteísta radical, si se hacía resaltar con más viveza la unidad de Dios, o idea de que Dios es y está solo, la insistencia en la distinción del Padre e Hijo podía parecer inquietante para los que podían pensar que había entonces varios dioses, unos superiores y otros inferiores, pues entendían que si Cristo era divino o ser celestial, no podía ser un simple ángel, pero tampoco podía ser otro Dios. Ello llevaba a pensar que debería haber otra manera de entender todo aquello.
Aquí es donde entra en juego la persona de Praxéas, quien reinventó el modalismo con un pensamiento conocido como Patripasianismo, llamados así sus seguidores por el hecho de creer que en realidad fue Dios mismo quien se hizo pasar por Jesús y fue colgado en el madero. Este personaje llamado Praxéas, tuvo duros enfrentamientos contra las tendencias montanistas, defendidas por Tertuliano, de hecho una de la grandes obras de este maestro fue Adversus Praxéas, en el que para denunciar los errores del patripasianismo. Al parecer en este y en el asunto de Teódoto, Praxéas fue el mas encarnizado opositor a Víctor.
Sea como fuere, el caso provocó un disensión, en el seno de una controvertida ciudad como Roma, que poco a poco parecía tener mas protagonismo. De hecho las ideas monarquianistas evolucionaron en extremos como el sabilienismo, esto ya en siguiente siglo y por ello ahondaremos en posteriores capítulos.
Pero si había algo que llegaría a ser una influencia que haría un daño de efectos duraderos en el cristianismo del siglo II y en los siglos posteriores, fue lo que emergió en estas primeras décadas del siglo segundo, las corrientes del llamado Gnosticismo, lamentablemente sobre esta linea de pensamiento hay mucha controversia y es confundida a menudo con otros movimientos similares pero contrarios.
Pero la tendente idea y el enfasis excesivo de dar superlatividad a la persona de Cristo, difundida por algunos "sabios", respetados pensadores y apologistas, propició que sobre la identidad de Cristo surgieran ideas nuevas y una creciente confusión concerniente a si fue un ser humano normal, o un ser divino. Aunque todavía estaba lejos la idea de una trinidad, sin embargo, como ya apuntamos en otro apartado, usando términos filosóficos platónicos y filónicos, se empezaba a divinizar la figura de Cristo. Ya mencionamos que hubo muchos, como los ebionitas y judaizantes de principios de siglo, que se iban al extremo contrario, es decir aseverar que Jesús, solo fue un hombre, normal y corriente, quizás al que Dios inspiró o utilizó de forma especial, pero que vivió y murió como humano normal, sin ser ningún ser celestial.
El otro extremo lo condujeron las corrientes monarquianistas, entre ellos los modalistas, patripasianos , términos referidos mas o menos al mismo grupo, con pequeños matices.
La expresión monarquinista proviene de la idea de un monoteísmo extremista, pero que contradictoriamente igualaba la persona de Dios con Jesús. Sencillamente se resume en la idea de que Dios es un solo rey eterno, soberano universal y por lo tanto el titulo de rey solo lo tiene el. Por ello cuando se habla de Cristo como Rey, según los monarquinistas se referían realmente a Dios. De allí partió la idea que en realidad Jesús, sencillamente fue una forma en la que se manifestaba Dios. Por ello también se le aplicó el nombre de Modalismo, por la idea de que Dios se presenta en cualesquier forma o modo como el quiera hacerlo y en el caso de Cristo, lo hizo así, como hijo del hombre. Así según estos, Dios fue quien nació como humano en forma de Jesús. Dichas ideas fueron rechazadas primero por los que se negaban a la idea de identificar a Dios con Jesús, por las muchas contradicciones que esto conllevaba. Era inconcebible aceptar que Dios naciera de alguien imperfecto como María, que fuera tentado por su propio enemigo y que muriera y estuviera inconsciente tres días.
Pero también las idea modalistas fueron rechazadas posteriormente por los que elaboraron la doctrina de la trinidad, por difícil de entender que parezca, pues en el fondo, esto era el embrión de dicha doctrina.
Noeto de Esmirna, quien hacia el año 180 predicaba en su ciudad la identidad del Hijo de Dios con el Padre fue de los primeros en defender esta creencia, según decía el, esta era una manera de honrar a Cristo, por supuesto sin tener en cuenta que realmente rebajaba a Dios, al aceptar que fue tentado por el Diablo y animado a adorarle. Era inconcebible para los cristianos aceptar que Dios se rebajara a sufrir como un humano y morir como tal, Dios no podía morir. Así, Noeto fue expulsado de la congregación de Esmirna por su persistencia y tenacidad férrea a esa idea, que deseaba sembrar en toda Asia. Recaló años después en Roma donde contó con el apoyo de un tal Epígono como discípulo y propagador de sus doctrinas, y éste, a su vez, con Cleómenes.
Algunos mas moderados debido a las contradicciones antes expuestas llegaron a formular la idea de que en realidad Dios adoptó el cuerpo cual posesión espiritual cuando dio su vida y en realidad después abandonó el cuerpo inerte volviendo a su posición.
Los patripasianos, sugirieron que esto sucedió después del bautismo de Jesus, cuando recibió el Espiritu Santo, pero en realidad todas estas ideologías enseñaban la idea de unicidad o igualdad Padre-hijo, exponían de distintas maneras que Jesus llegó a ser una forma de representación de un solo Dios. Años depues se unió a esta causa un polémico y de gran influencia Práxeas a final de siglo.
En oposición aparente al movimiento o corriente modalista de ver a Cristo como una manifestación de Dios y a la vez contrario también a la de ver a Cristo como simple humano o profeta, como lo reconocían los ebonitas, estuvo el adopcionismo. Este movimiento sugería la idea de que Cristo fue una persona normal y corriente, pero que al morir fue ascendido a una posición prácaticamente igual al Padre, en un principio no parecía ofrecer mayor dificultad entenderla pues no se igualaba de forma absoluta. Sin embargo algunos de sus defensores fueron mas allá y llegaron a entender que Cristo al ascender llegó a ser parte de la divinidad, en definitiva parte de Dios y por lo tanto Dios mismo.
Esto último surgió de Teódoto, original de Bizancio, este fue a Roma hacia el año 190 y propagó allí sus ideas teológicas, relacionadas con la identidad de Jesús. En realidad sus ideas, un tanto contradictorias y confusas, hablan por un lado de Jesús, como un hombre normal y corriente, pero que después llegó a ser el propio Dios encarnado.
Se sabe que fue rechazado por los obispos de Roma, incluso uno de ellos Víctor, fue impulsor de su expulsión. Es posible que Teódoto tuviese apoyo en otras congregaciones de Roma y en el resto de occidente, no así en las congregaciones orientales. Pero lo único que se consiguió, con su expulsión fue que sus ideas se esparcieran más aún por la publicidad que recibió su caso.
Discípulo de Teódoto fueron Asclepiodoto, Teódoto el Joven y más tarde Artemón. Los dos primeros trataron de organizar a los modalistas adopcionistas, en una iglesia propia e incluso ganaron para dirigirla a un tal Natalis, quien, sin embargo, los abandonó al poco tiempo. Teódoto el Joven, introdujo un elemento nuevo en las anteriores teorías al designar a Melquisedeq como la virtud suprema, que está por encima de Cristo, el verdadero mediador entre Dios y los hombres.
Posteriormente se elaboró la idea de que en realidad Cristo era parte de Dios, después solo fue humano en la tierra y al ascender llegó de nuevo a ser parte de Dios.
Es curioso que las ideas de Teódoto, fueron aceptadas por algunos líderes y obispos romanos como Ceferino, que sentaron de alguna manera las bases para la posterior adopción y creación de la doctrina de la trinidad, resultaron en enfrentamiento ideológico a finales de siglo y principios del III, y en algunos casos, rechazadas en aquella época, pero también por los líderes posteriores, sobre todo del siglo IV. En realidad podríamos decir que Monarquianismo, patripasianismo y modalismo y adopcionismo son la misma cosa, sencillamente con distintos matices. Según los historiadores católicos, todas esas ideas fueron rechazadas por ser contrarias a la idea de la trinidad. Y no obstante, también los no trinitarios las rechazan por identificar a Jesús con Dios. Toda una paradoja de confusión, que muestra el dilema que se empezaba a fraguar en aquella época y que tantos cismas, rupturas, concilios y otras disputas, causó en siglos posteriores.
La razón para esta confusión seguía siendo la misma : La expresión Logos en la manera como se expresaba en el evangelio de Juan tenía la dificultad en cuanto a que por un lado daba a entender que el Hijo o Logos, tenía algo de divino. Pero a la luz de las escrituras era dificil encontrar lo contrario a la idea de subordinación del hijo respecto al padre, era más facil de creer y aceptar. Quizás era confusa para algunos con ideas mas helenistas, quienes veían la idea del logos a la manera de Platón, pero menos para el creyente oriental, pues no se veía en esa idea una amenaza inmediata a la divinidad de Cristo, divinidad que no era entendida como igualdad o identidad. Pero desde el punto de vista monoteísta radical, si se hacía resaltar con más viveza la unidad de Dios, o idea de que Dios es y está solo, la insistencia en la distinción del Padre e Hijo podía parecer inquietante para los que podían pensar que había entonces varios dioses, unos superiores y otros inferiores, pues entendían que si Cristo era divino o ser celestial, no podía ser un simple ángel, pero tampoco podía ser otro Dios. Ello llevaba a pensar que debería haber otra manera de entender todo aquello.
Aquí es donde entra en juego la persona de Praxéas, quien reinventó el modalismo con un pensamiento conocido como Patripasianismo, llamados así sus seguidores por el hecho de creer que en realidad fue Dios mismo quien se hizo pasar por Jesús y fue colgado en el madero. Este personaje llamado Praxéas, tuvo duros enfrentamientos contra las tendencias montanistas, defendidas por Tertuliano, de hecho una de la grandes obras de este maestro fue Adversus Praxéas, en el que para denunciar los errores del patripasianismo. Al parecer en este y en el asunto de Teódoto, Praxéas fue el mas encarnizado opositor a Víctor.
Sea como fuere, el caso provocó un disensión, en el seno de una controvertida ciudad como Roma, que poco a poco parecía tener mas protagonismo. De hecho las ideas monarquianistas evolucionaron en extremos como el sabilienismo, esto ya en siguiente siglo y por ello ahondaremos en posteriores capítulos.
Pero si había algo que llegaría a ser una influencia que haría un daño de efectos duraderos en el cristianismo del siglo II y en los siglos posteriores, fue lo que emergió en estas primeras décadas del siglo segundo, las corrientes del llamado Gnosticismo, lamentablemente sobre esta linea de pensamiento hay mucha controversia y es confundida a menudo con otros movimientos similares pero contrarios.
esto apesta a jehovismo
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