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ISBN OC : 978-84-9981-705-7
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Davidianos y la catastrofe de Waco

              Imagen explicativa del Apocalipsis y el ataque a la iglesia por parte de las naciones,           interpretación de la iglesia davidiana.


El Cristianismo más oscuro (Parte III) 
Davidianos: ¿Secta peligrosa o víctimas de los prejuicios?

            En 1993 surge la noticia que mantuvo en vilo a los noticieros: Un grupo fanático sectario relacionado con los Davidianos del Séptimo día, se han atrincherado en la pequeña ciudad de Waco, Texas con armas y han tenido que intervenir las fuerzas especiales de asalto. El trágico episodio se saldó con casi 90 muertos por un incendio producido durante el ataque de las fuerzas del orden.

            Visto así parece otro suceso similar al de Guyana, pero en miniatura, se llegó a informar que el incendio fue provocado como una manera de suicidio colectivo por parte de los miembros del grupo. Después se aclaró que no fue así y que en parte ese suceso fue un desafortunado cumulo de situaciones, manipulaciones intencionadas e intereses que desembocaron en tragedia. Intentaremos desgranar lo que realmente sucedió y por qué ese grupo, pese a protagonizar uno de los más escandalosos episodios de violencia religiosa en estos últimos años, todavía sobrevive, los miembros que salvaron la vida, tienen una respuesta muy distinta a la que dieron las autoridades o llegó a la prensa. Intentaremos aclarar la verdad de todo esto y entender cómo pueden llagar a suceder hechos como estos en pleno siglo XX, en el país de las libertades.

            Para ello vamos a retroceder unos cuantos años, a los orígenes de este movimiento religioso catalogado como apocalíptico y muy peligroso. El movimiento en cuestión se originó en los años 30 a raíz de los escritos de un miembro de los adventistas del séptimo día, llamado Víctor T. Houteff.

            Víctor T. Houteff, nació el 2 de Marzo de 1885 en la ciudad de Raikovo, Bulgaria, pertenecía por nacimiento a la Iglesia ortodoxa búlgara, por aquella época unida a la griega, en la que fue bautizado. Pero pasada la adolescencia se enfrentó a las enseñanzas de la iglesia ortodoxa, a la que pronto abandonaría. No queda claro lo que sucedió entonces, por un lado se menciona que tuvo conflictos con miembros de la iglesia local, y con ciertos políticos, por otro lado se habla que sufrió la persecución religiosa por parte de miembros influyentes de la iglesia ortodoxa, eso no lo ponemos en duda, es bien conocido el carácter poco tolerante de las iglesias griega y búlgara; según otras fuentes se trataba de persecución religiosa pero utilizada como pretexto para ocultar ciertas cuestiones monetarias, políticas y cierta envidia por parte de algunas personas que a su vez eran influyentes miembros de la iglesia ortodoxa, debido a ciertos negocios exitosos que el joven tenía en la frontera con Adrianopolis, que para ese tiempo pertenecía al odiado imperio otomano, de allí que algunos políticos influenciados por estos, también le pusieran las cosas difíciles al joven Houteff. Por ello en el año 1907 decide emigrar a los EEUU, para abrirse camino y huir de las dificultades que atravesaba su vida en Bulgaria.  Fue así como se establece en Illinois, donde trabaja en un hotel de la ciudad y más tarde como mozo de almacén en un establecimiento comercial. Estando allí fue como contacta con una familia de adventistas del Séptimo día y se empieza a interesar por sus enseñanzas, llegando a bautizarse como tal en 1919 en Rockford, Illinois.

            Por motivos personales se trasladó en 1923 a Los Ángeles, California, donde hizo progresos dentro de la iglesia adventista en la iglesia de la calle Hoover, conocida como el Tabernáculo. De hecho, años más tarde sirvió allí como asistente del director de la escuela sabática y más tarde el mismo fue Maestro de dicha escuela. Según parece fue desde 1929 cuando sus clases en la escuela sabática se tornan más complejas y empieza a pronunciarse sobre el tema de los 144.000 mencionados en el libro bíblico de Apocalipsis capitulo 7 y 14 y es entre otras cosas por la interpretación que da a ese grupo por lo que termina rompiendo con la iglesia adventista.


Los 144,000 en la Biblia

            Esa cifra, de la que tan solo se hace mención en dos ocasiones en la Biblia, ha sido estudiada e investigada en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX por numerosos grupos religiosos surgidos en ese tiempo. Vale la pena hacer un repaso a las citas, para entender el porqué de la polémica. Así se habla de estos en el capítulo 7: Y miré a otro ángel subiendo del oriente que tenía el sello del Dios vivo, que llamó en alta voz a los cuatro ángeles, a quienes les había sido permitido que hicieran daño a la tierra y al mar, diciendo:  ¡No dañen a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que pongamos un sello en la frente de los siervos de nuestro Dios! Luego escuché el número de los que habían sido sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.(....)
            Después de esto miré,  y he aquí una gran multitud,  la cual nadie podía contar,  de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas,  que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,  vestidos de ropas blancas,  y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo:  La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono,  y al Cordero. Y todos los ángeles que estaban en pie alrededor del trono,  y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes;  y se postraron sobre sus rostros delante del trono,  y adoraron a Dios, diciendo:  Amén.  La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza,  sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.  Amén. 
Entonces uno de los ancianos habló,  diciéndome:  Estos que están vestidos de ropas blancas,  ¿quiénes son,  y de dónde han venido? Yo le dije:  Señor,  tú lo sabes.  Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación,  y han lavado sus ropas,  y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios,  y le sirven día y noche en su templo;  y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed,  y el sol no caerá más sobre ellos,  ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará,  y los guiará a fuentes de aguas de vida;  y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. (Apocalipsis 7:2-17).

            Se puede notar la mención de dos grupos bien diferenciados, los que forman parte de esos 144,000 y luego los de una gran multitud, a los primeros se le menciona como elementos claves para el fin, pues se dice que se retengan los cuatro ángeles de destruir, hasta que se sellen a todos. Después se habla de esa gran multitud de incontable cantidad que parece sobrevivir a la destrucción de esa “Gran Tribulación”, pero no se menciona que sean los mismos sellados. En la segunda mención del primer grupo de 144,000 se dice los siguiente: Y ¡mire!, y, he aquí, el Cordero estaba en pié sobre el monte de Sión, y con él ciento y cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes. Y oí una voz del cielo como ruido de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y oí una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas; Y cantaban como una canción nueva delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos; y ninguno podía aprender la canción, sino aquellos ciento y cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron comprados de entre los de la tierra. (Apocalipsis 14:1-3) 

            La mayor parte de los grupos religiosos de la cristiandad piensan que esta cifra de 144,000 sellados es un número simbólico que representa a la iglesia en su totalidad, tanto la iglesia católica como la mayoría de los movimientos protestantes lo entienden así.  Se dice allí que son tomados o comprados o escogidos de entre los humanos que habitan la tierra, para indicar que su nueva ubicación será otra, la celestial, de tal manera que todos tienen esperanza de ir al cielo, tal como se menciona que será el camino que tomen los 144,000. Sin embargo dentro de los movimientos alternativos hay discrepancias en esto, sobre todo si observamos ciertos matices. Algunos como la llamada Iglesia de Dios, fundada en 1863, quienes a través de su revista The Hope of Israel (La Esperanza de Israel), han enseñado que se trataba solo de cristianos que provenían del judaísmo y que fueron escogidos en los primeros tiempos del cristianismo. Los cristadelfianos, otro grupo que como vimos entienden la salvación a través de los israelitas naturales, interpretan este número de manera similar, con algunos pequeños matices, pues hablan de estos como las primicias en la resurrección, pero también haciendo referencia a los judíos naturales, el apoyo para esta creencia la encuentran en el  hecho de que en ese mismo capítulo al detallar los sellados hace mención de las tribus de Israel. Aunque una mirada más al detalle nos hace ver que hay una clara discordancia entre las tribus naturales que tuvieron territorio dentro de Israel natural y las que se mencionan en términos proféticos, así como Ezequiel al hablar proféticamente del santuario simbólico, hace mención de un numero de tribus distinto al de las tribus históricas y el libro de Apocalipsis también hace lo mismo, sustituyendo una por otras, lo cual hace pensar que en profecía al hablar de tribus de Israel, expresión debe ser considerada simbólica y no literal. Por ello muchos hablan de que el Israel mencionado en la profecía tiene que ver con un Israel espiritual, haciendo referencia a la congregación o iglesia cristiana.

     Sin embargo, el hecho de que después de ese grupo se hable de otro como una gran muchedumbre o multitud que pasarán vivos y habitarán la tierra, tras la llamada “Gran tribulación”, ha creado también controversia. Para algunos esta multitud se refiere a los mismos, simplemente desde diferentes puntos de vista. Pero cabe destacar que en una profecía paralela del mismo libro bíblico, se da a entender que estos vivirán en la tierra.  Así se puede concluir al leer esta porción: Y vi un cielo nuevo y tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron; y ya no había mar. Ahora, pues, yo, Juan, vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén , descender del cielo por la mano de Dios, compuesta, como una novia engalanada para su esposo.  Y oí una voz grande que venía del trono, y decía: Ved aquí el Tabernáculo de Dios entre los hombres, y el Señor morará con ellos. Y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios habitando en medio de ellos será su Dios. Y Dios enjugará de sus ojos todas las lágrimas; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni alarido, ni habrá más dolor, porque las cosas de antes son pasadas. (Apocalipsis 21:1-4).
 
            Aquí, el apocalipsis nos habla de un nuevo sistema de cosas, se menciona claramente a tierra, la morada de los hombres, hacia donde dice que de alguna manera bajará la Nueva Jerusalén y en cierto sentido Dios plantará su tabernáculo espiritual en la tierra. En el capítulo 7 ya mencionaba que Dios extendería su tabernáculo sobre la gran multitud y que las lágrimas de sus ojos serían limpiadas en el sentido de librarles del sufrimiento. Y ahora se menciona a los moradores de la tierra, recibiendo bendiciones, entre otras la extensión de su tabernáculo o tienda antes citada y el limpiado de las lágrimas de los ojos, en claro paralelo a las bendiciones recibidas por la Gran multitud de Apocalipsis 7. Por lo cual es lógico concluir que en ambos relatos se hace referencia al mismo grupo, claramente diferenciado de los 144,000 sellados y comprados de la tierra para vivir en el cielo con Cristo. No cabe duda que esta gran multitud y la diferencia entre este grupo y los 144,000 no ha sido debidamente explicada por la mayoría de las iglesias, con la excepción de los Testigos de Jehová, quienes pronto añadieron a su teología, la enseñanza de un grupo de elegidos de entre la tierra que compondrían ese grupo de 144.000, con el fin de gobernar con Cristo en los cielos o Sion Celestial y la gran multitud que se trata de cristianos fieles también, pero con esperanza terrenal, pues ellos al igual que los cristiadelfianos creen en una esperanza de vida eterna en la tierra, la diferencia es que para los cristadelfianos, esto indica a las claras que desde Sion literal se gobernará el mundo paradisiaco futuro, por ello la referencia a la nueva Jerusalén que baja del cielo a la tierra.

            En el caso del adventismo la identificación de este grupo de 144.000 ha sido una cuestión que ha suscitado no poca controversia y ansiedad, la misma Ellen G. Withe dijo al respecto: No es su voluntad que entren en controversia por cuestiones que no los ayudarán espiritualmente, tales como: ¿Quienes serán los 144.000? Fuera de duda esto lo sabrán dentro de poco los que sean elegidos de Dios (Mensajes selectos - Ellen G. Withe Vol. 1 Pág. 205). Sin embargo en el fondo, pensaban que se trataba de la iglesia al completo o parte de ella, en la revista Review and Herald en 1905, hacía un llamamiento así: Esforcémonos con todo el poder de Dios para estar entre los 144,000. (Review and Herald, Marzo 9, 1905)

            Bien pues de alguna manera Víctor Houteff creía que la década de los treinta era el momento adecuado para la identificación de ese grupo y el momento del sellado completo de estos, conocidos también como el rebaño pequeño, los escogidos, las primicias, se estaba acercando. El empezó a afirmar que aquellos 144,000 serían los primeros en encontrarse con Cristo en el cielo, como primicias, para luego dar paso a los resucitados de todos los tiempos, que serían la gran muchedumbre o gran multitud de Apocalipsis 7:14. Sin embargo no deja claro cuál será el camino a seguir por estos últimos, si el cielo o la tierra.

            Lo que si tenía claro es que ese recogimiento de los escogidos no se había dado en el primer siglo solamente, sino en estos últimos días, como apoyo, busca en las profecías de Ezequiel, datos que le llevan a esa conclusión. Así por ejemplo citando de Ezequiel 4 donde se dice lo siguiente: Yo te he dado los años de su maldad por el número de los días, trescientos noventa días; y llevarás la maldad de la casa de Israel. Y cumplidos estos, dormirás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año día por año te lo he dado." (Eze. 4:5, 6.)  Esta presentación profética efectuada por el profeta en forma física, estaba relacionada con el destino de la casa de Israel (el reino de diez tribus), y Judá (el resto de dos tribus de sur), y representaban la cautividad entre los gentiles, lejos de su patria. En ese sentido el profeta, mientras se acuesta en su lado izquierdo representaría la casa de Israel en su iniquidad por un periodo de 390 años, y que mientras se acuesta en su lado derecho representa la casa de Judá en su iniquidad por un periodo de 40 años. Para este mensaje profético Houtteff da la siguiente aplicación posterior: El hecho de que el pueblo de Dios desde 1930 ha estado recibiendo un siempre creciente suplemento de pura (Divinamente revelada) verdad en las manos de uno, es evidencia en sí que no solo el inmundo banquete y los 390 años han terminado, sino que también los 40 años de ayuno. No hay más necesidad, por consiguiente, para que alguien subsista con pan cocido sobre excremento humano, o ayune. Ahora, restando los 430 años de 1930 D.C., tenemos 1500 D.C., el tiempo que el Espíritu movió a efectuar la Reforma Protestante. Y como los granos (doctrinas) contaminados estuvieron durante los 390 años dispensados a las congregaciones Protestantes, y como el ayuno de 40 años (ausencia de Verdad progresiva) ocurrió en la Denominación Adventista del Séptimo Día, dos verdades sobresalen claramente: primero, que los Protestantes en este simbolismo son denominados la "casa de Israel"; y segundo, que los Adventistas del Séptimo Día son denominados "la casa de Judá." Así la división que Dios trajo. (La Vara del Pastor Vol. 1, 84).



Esquema explicativo aparecido en la obra de V. Houttef , "la Vara del Pastor"



 

            Esto es un ejemplo de una común costumbre del adventismo, aplicar el cumplimiento de las profecías a momentos específicos de su historia, presumiéndose así ellos mismos de ser los verdaderos cristianos. Houteff desarrolló su pensamiento a través de una serie de libros y ensayos que escribió, entre ellos "La Vara del Pastor", a los cuales el llamó: El Código Simbólico, puesto en circulación sobre todo a partir del año 1930. En estos escritos el realiza una interpretación de algunas profecías bíblicas como el sellamiento en Ezequiel 9, los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, La siega de Mateo 9 y 13 y Apocalipsis 14, el mensaje de los jinetes de Zacarías 6, La Bestia Semejante a un leopardo de Apocalipsis 13 y otras. Según la interpretación de Houteff existe un paralelismo entre lo que ocurrió al antiguo pueblo de Israel desde que Dios lo sacó de Egipto y lo que ocurre con la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el tiempo previo a la Segunda Venida de Cristo.  

            El problema es que todas esas interpretaciones no fueron aceptadas por el consejo dirigente de la iglesia adventista, y por ello se inició una serie de discusiones en el seno de la iglesia que concluyó con la expulsión de Víctor Houteff de la misma, rechazando todas sus interpretaciones proféticas, pese a llevar una línea argumental similar a la de Ellen G. Withe.

Pese a la oposición y el rechazo a sus ideas, este continuó con su labor siguió dando publicidad a “La vara del Pastor”, del cual en 1932 publica un segundo volumen en el que hace un estudio profundo sobre el libro de Apocalipsis y Daniel. Su mensaje empieza a calar entre los del séptimo día, hasta el grado de que cientos de adventistas le siguieron, pese a que al principio él no los animaba a abandonar el adventismo tradicional. En realidad la ruptura total con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no llegó hasta los años cuarenta, entre los años 1942-43, durante la guerra, debido a las mismas razones por las que ya se había dividido anteriormente la iglesia adventista, el asunto de la neutralidad. Los seguidores de Houteff se oponían a todo servicio militar, incluido el servicio civil, como el de enfermería o elaboración de trajes militares u otros servicios auxiliares, en ese sentido actuaban en imitación de los Testigos de Jehová, quienes destacaban como los más intransigentes pacifistas y los más firmes en su neutralidad absoluta ante la política o lo militar. 

            El dilema de los seguidores de Houteff, era que para poder recibir del gobierno de EEUU, la opción de ser eximidos del servicio militar, debían representar a una religión que tuviera en sus estatutos ese punto de vista, se vieron por ello en la obligación de separarse del adventismo, quienes daban vía libre a cada uno de sus miembros en ese tema. Así desde entonces se conocieron como la Asociación General de Davidianos Adventistas del séptimo día. Desde entonces ellos conocen a la iglesia adventista tradicional, como la iglesia de Laodicea, por aquello de la iglesia repudiada del Apocalipsis. Años atrás desde 1935 había establecido su cede en una pequeña población de Texas, llamada Waco, desde donde se dirigía a la iglesia davidiana, que  ya en los años cincuenta contaba con seguidores en EEUU, Canadá, Gran Bretaña y Australia. El nombre de davidianos procede por el hecho de considerarse espiritualmente herederos de la línea del rey David y de sus promesas. 

            Poco después de la muerte de Houteff, ocurrida en 1955, su esposa, Florence Houteff. , es nombrada la líder espiritual, cosa con la que algunos no estuvieron del todo de acuerdo, entre ellos Benjamín Roden. En 1959 ocurre una fractura del grupo surgiendo un nuevo grupo que no reconoce la autoridad de Florence Houteff y estos llegan a autodenominarse "La Rama Davidiana", y como no, es elegido como nuevo líder de la organización Benjamín Roden quien lidera el grupo hasta su muerte en 1978.  Mientras la iglesia Davidiana continuó creciendo separada de esta, llegando a alcanzar casi los cinco millones de miembros. En algunos países se les conoce como La Vara del Pastor, pues el nombre davidianos ha llegado a tener connotaciones negativas.

La Rama de los Davidianos de Waco

            En cuanto a la rama de los davidianos, también establecidos en Waco, de nuevo surgió otra ruptura, esta vez cuando Benjamín Roden muere en 1978 y deja el puesto a su esposa Lois Roden. Parece que la historia se repite y de nuevo las intrigas familiares y las envidias, celos y otro tipo de artimañas, oscurecen el camino a seguir de los davidianos, esta vez de la llamada Rama Davidiana. La ideología y el sentido del movimiento se hace cada vez más apocalíptico y centrado en la interpretación profética, abandonando otras cuestiones tradicionales de los adventistas. Al morir Lois, el hijo de esta George Roden toma el mando, pero no sin la oposición de otro líder de gran carisma dentro de los davidianos, Vernon Howell, quien disputó con este sobre el establecimiento de la sede en el llamado Monte Carmelo, se dice que la enemistad entre ambos líderes llegó al extremo de llegar a las balas entre ambos, parece ser que para ese tiempo ya se habían olvidado del pacifismo y el rechazo a las armas que había instaurado Houteff. El suceso ocurrió debido a la gran competencia que surgió entre ambos, George Roden desafió a Howell a una prueba en la que quería demostrar que él tenía poder para levantar muertos, llegando a exhumar un cadáver para demostrar su supremacía espiritual. Howell fue a las autoridades con una acusación contra Roden por exhumar ilegalmente un cadáver, pero debido a que pidieron pruebas que él no pudo aportar. Howell planeo la forma de buscar que Roden fuera procesado criminalmente, para ello consiguió que siete seguidores armados intentaran conseguir la prueba fotográfica de aquello. El grupo de Howell fue descubierto por Roden y entonces surgió un tiroteo. Cuando el sheriff llegó, Roden ya había sufrido una herida de bala. Como consecuencia del incidente, Howell y sus seguidores fueron acusados de intentado asesinato, pero por alguna razón el juicio no prosperó. 

            No obstante George Roden perdió la razón y en una ocasión asesinó a hachazos a un hombre, alegando que este había sido enviado por Howell para matarle. Fue detenido, pasando algunos años en prisión, hasta que en 1998 un tribunal lo declaró demente y pasó el resto de sus días en un hospital para enfermos mentales.  Mientras, aprovechado la caída en desgracia del último Roden, Vernon Howell toma las riendas de la iglesia e inicia un camino de fanatismo y paranoia extrema. 

  

 Vernon Howell, más conocido como David Koresh, nace en Agosto de 1959, fruto de una familia desestructurada, su padre Bobby Howell, abandonó a su madre antes de nacer el joven Vernon. En 1963 le deja al cuidado de su abuela materna, hasta que se casa con un carpintero alcohólico y lo lleva a vivir con ellos. Al parecer sufre de acoso, violaciones por parte de jóvenes del barrio y el resultado es un joven conflictivo y de vida desordenada, hasta que algo le hizo cambiar, cuando se topa con unos cristianos de la iglesia bautista del sur, donde según reconoce se reencontró con Cristo. Si bien para ese tiempo su madre se había hecho adventista y por ello la acompaña a la iglesia. Se enamora de la hija del pastor, y aquí es donde empieza a tener delirios de iluminado, pues él afirma que mientras rezaba para conseguirla abrió sus ojos y según dice encontró la Biblia abierta en Isaías 34:16 donde dice: no dejen de tener cada cual su compañera; convencido de que esto era un signo de Dios, él se acercó al pastor y le dijo que Dios quiso que él tuviera a su hija como esposa. A pesar de la oposición del pastor, este insistió en conseguirla para sí, hasta que fue expulsado de la iglesia por el pastor, quien no veía a Vernon como alguien equilibrado mentalmente.

            En 1981 se mudó a Waco, Texas, donde se unió a la Rama de los Davidianos, donde es aceptado y pronto hace progresos, al parecer sus discursos son llamativos y atraen a numerosos seguidores dentro de los davidianos. También hace sus pinitos en la música rock religiosa y con ello se convierte en un personaje popular entre la juventud. Por ello cuando George Roden es encerrado en prisión, no duda en posicionarse como sustituto y así consigue liderar una iglesia que pretende renovar. 

            En primer lugar, decide cambiar legalmente su nombre por el de David Koresh, el nombre David porque se consideraba descendiente del rey bíblico David, de quien descendió el mesías. En cuanto a lo de Koresh, al parecer era una transcripción inglesa de Cyrus, el rey persa que liberó a Israel de la opresión de Babilonia y lo devolvió a su tierra. Algunos vinculan el término el nombre Cyrus o Koresh con el del mesías, pues en la Biblia se habla de Cyrus como el rey ungido. La interpretación errónea que desde fuera se dio, fue el que se dijera que Koresh se consideraba el Cristo o el mesías ungido, algo así como si fuera Dios, cosa que no era verdad de ninguna manera. Ese era el propósito de Koresh, hacer que los davidianos salieran totalmente del mundo en el que se consideraban prisioneros y fueran liberados. Todo por supuesto en sentido espiritual. Sin embargo, cuando la Biblia anima a salirse de Babilonia, lo hace en el sentido de limpiarse de la contaminación espiritual y moral de esta. Koresh sin embargo, si bien los quiso alejarse de las doctrinas tradicionales, sin embargo hay serias dudas sobre su actitud moral, sobre todo en lo relacionado con el sexo. Si bien no fue él quien introdujo de una especie de poligamia encubierta dentro de los davidianos, fue George Roden, sin embargo el la promovió.  Además de haber acusaciones contra él relacionadas con relaciones sexuales con adolescentes, que los davidianos aseguran eran consentidas, pero no por ello dejaban de ser delitos en las leyes estatales. Según parece algunos de ellos había perdido a sus novias y mujeres porque estas se unieron a él. Por ello muchos miembros habían abandonado el movimiento y se habían postulado como enemigos acérrimos, guardando un resentimiento fanático y dispuestos a verter cualesquier acusación, aun siendo calumniosa contra Koresh. 

            Debido en parte a esto y a que se granjeo la enemistad de algunos seguidores de Roden, David Koresh no se sentía seguro, de hecho temía que en cualquier momento lo fueran a matar. Por ello se dice que se empezó a coleccionar armas a gran escala, según parece legalmente a través de ciertos miembros de la iglesia que renegaban una armería. Además en el rancho del Monte Carmelo, en Waco, donde se estableció, incitó a que muchos de sus seguidores a que vivieran en comunidad, algo realmente sospechoso para las autoridades, sobre todo por tratarse de un grupo religioso y dado el recelo que se tenía hacia movimientos comunales desde los sucesos de Guyana. Por otro lado, sus sermones de Koresh empezaron a llamar la atención, sobre todo por tratarse de menajes apocalípticos, que anunciaban la pronta destrucción del mundo, y un panorama de final inmediato con tintes de castigo divino, invitando a la gente a que se salvara siguiendo su camino.

El camino a la catástrofe

            En los primeros años de la década de los 90, se dieron varias circunstancias, que hicieron que todo el movimiento desarrollado en Waco, desembocara en una catástrofe. Algunos de los ex miembros se habían unido en torno a Marc Breaut, un anterior líder del grupo y que ahora se postulaba como el mayor enemigo del movimiento de Koresh. Empezó a lanzar acusaciones, muchas de ellas infundadas sobre supuestos sacrificios de niños, violaciones, prácticas depravadas, etc. El problema es que nunca se pudieron demostrar ante la ley ese tipo de violaciones y en cuanto a ciertas prácticas sexuales, dado que al parecer eran con el consentimiento de quienes lo practicaban y en todo momento se demostró que eran mayores de edad, la justicia ordinaria poco podía hacer al respecto.    

            La CAN, una muy importante asociación anti secta americana, famosa por los secuestros para practicar las supuestas desprogramaciones de sectarios, también tuvo un papel crucial en el desenvolvimiento de los sucesos de Waco. Si bien había un desconocimiento total entre los expertos de dicha asociación con respecto a los davidianos, sin embargo lograron contactar con una familia que solicitó sus servicios y actuaron en un caso, el de David Block, quien había aceptado someterse a una desprogramación voluntaria, como le llamaban ellos al proceso. Es muy extraño que pueda haber una desprogramación voluntaria, cuando el propio termino “desprogramación”, da por hecho que la mente del individuo no puede actuar por voluntad propia, sino que está programada por el líder de la secta y por lo tanto, si es voluntaria deja de ser una desprogramación en el sentido estricto de la palabra, siempre aceptando que realmente se pueda programar o desprogramar el cerebro externamente, algo que científicamente no está probado, como se indicó en el capitulo relacionado con los grupos anti secta. En cualquier caso, el supuesto experto Rick Ross y el supuestamente desprogramado David Block, a partir de entonces se sumaron a los ataques contra Koresh y sus seguidores. Iniciaron denuncias sobre un supuesto arsenal de armas que almacenaba Koresh en Monte Carmelo, entre otras cosas hablaban la tenencia de ametralladoras, y otras armas modificadas, sumamente peligrosas. También insistieron en el abuso de menores y actos deshonrosos y conducta depravada, pero de nuevo, faltaban las pruebas y en el caso de las armas, si bien el comisario del condado visitó e hizo investigación en el rancho del monte Carmelo, no encontró el supuesto arsenal, si bien es verdad que Koresh y otros miembros del grupo tenían armas, pero todas ellas legales con sus correspondientes permisos. Así que de nuevo, nada pudo hacer la justicia contra Koresh, ni los davidianos, por muy tenaces que fueran los de la CAN.

            Luego entró en escena el organismo llamado ATF (oficina de alcohol, Tabaco y Armas), un organismo que para el año 93 temía que podía ser disuelto, pues el gobierno pretendía ahorrar en instituciones y hacer ciertos recortes presupuestarios en esa materia y estaba en mira el trabajo innecesario de la ATF. De alguna manera llegó a oídos de la agencia las acusaciones que tanto CAN, como Breaut y los suyos tenían contra los davidianos de Waco. Los expertos de la ATF, recabaron informes extraídos de ambas fuentes a fin de tener algo de que acusar a Koresh y desmontar lo que podía ser una secta muy peligrosa y violenta.  Si bien lo más fácil hubiera sido detener a Koresh en las muchas salidas que hacía libremente a la ciudad y acusarlo de algo, después solo se trataría de registrar el centro del monte Carmelo y listo, se hubiera evitado con ello el catastrófico desenlace. Pero, por un lado no disponían de pruebas directas que lo incriminaran, los delitos por los que podían acusarle más directamente, abuso de menores, no era de su competencia y las pruebas eran poco consistentes. Necesitaban algo sonado y que tuviera gran repercusión mediática, para parecer una agencia útil; por lo tanto el asunto de las armas era el pretexto que debían usar, pero no solo ese, debía haber algo más. Por ello se basaron en la antigua acusación de David Block y la CAN, sobre el arsenal de armas, la modificación de armamento ilegal y añadieron a eso que los davidianos tenían un laboratorio para la producción de drogas. Imposible saber de donde surgió esa increíble acusación, pero consiguieron que el juez les diera la orden de allanamiento que necesitaban. 

            Así fue como en la mañana del 28 de Febrero de 1993, sin previo aviso o advertencia, se presentaron ante el rancho y sin mediar palabras se inicio un tiroteo. Según la versión oficial, los hombres de Koresh abrieron fuego sin avisar, pero por el testimonio de muchos sobrevivientes, fueron los guardias los que iniciaron el ataque. El grupo de Koresh en vez de sencillamente rendirse y pacíficamente abrir las puertas a los de la ATF y demostrar la falsedad de las acusaciones, pensaron que tenían que defenderse como pudieran y repeler con las armas el ataque a fin de defender a las mujeres y los niños de lo que ellos pensaron que era el ataque de los enemigos satánicos que pretendían matarlos a todos. Así dispararon convencidos quizás por las arengas del líder que lo hacían en defensa propia. 

            Así en esa primera refriega, murieron varios davidianos y otros tantos guardias de asalto. Koresh por otro lado intentó negociar un alto el fuego, tampoco pretendía morir defendiendo su posición, por muy fanático que fuera, pero estaba claro que los de la ATF no querían negociar, tan solo apresar a la fuerza a Koresh y tomarlo como trofeo. Hasta que no acabaron las municiones los de la ATF, no acabó el fuego. Después, tras el fracaso de ese primer intento y ya bajo las cámaras y los focos de los medios, se pidió ayuda al FBI, quienes tampoco hicieron las cosas de forma acertada, pues en vez de buscar la ayuda de psicólogos o expertos negociadores, buscaron el consejo de los expertos de la CAN, que tan solo se reiteraron en sus acusaciones de peligrosidad y de crueldad de Koresh. La noticia que corrió en los medios era de otro caso similar al de Guyana, pero esta vez se iba a evitar ese desenlace.

            El método para hacerlos ceder, no podía ser más cruel, colocaron música a fuerte volumen, a fin de estresar los amotinados, potentes focos fueron dirigidos hacia el lugar durante la noche para evitar el descanso de estos y agotarles moralmente.  Francotiradores apuntaban al paso de hombres con sus características vestimentas a los cuales disparaban sin piedad. Además se lanzaban gases actualmente prohibidos por todas las legislaciones y que eran arrojados al interior del rancho. Como buenos sitiadores, no dudaron en cortarles los suministros como la luz, el agua y la llegada de alimentos, tal como hicieron en su momento los cruzados de Inocencio III en su particular guerra contra los cátaros. ¡Cuantas veces se ha repetido la misma historia! 

            Dentro del centro, Koresh, quien creía que Dios vendría a rescatarles, animaba a los suyos a esperar, era el día del juicio final que tanto habían esperado, no podían rendirse ni entregarse al enemigo, pues Dios les daría la victoria, con ese mensaje apocalíptico mantuvo el ánimo de sus discípulos intacto. Sin embargo hubo algunos davidianos que pidieron ayuda de personas ajenas a los sitiadores, colocando pancartas mostrando que eran inocentes y que las acusaciones eran infundadas.
            Así pasaban las semanas, hasta 51 días sin resultado, parece ser que los davidianos tenían víveres suficientes para aguantar un largo asedio. Hasta que la paciencia de los jefes del FBI llegó a su final y decidieron actuar de forma fulminante. En un imparable ataque, lograron derribar algunos muros que rodeaban el rancho y pudieron introducir unidades bien pertrechadas dentro, como si se tratara de una guerra.  Al parecer se volcaron varios camiones o tanquetas utilizadas para atravesar los muros y el combustible derramado, unido a los disparos provocó un incendio y la muerte de entre 86 personas, entre ellos 17 niños, muchas mujeres y el líder del grupo, David Koresh, todos calcinados.

           
 En algunas de estas fotos, se puede observar tanquetas del ejercito entrando en el rancho ardiendo. Un misterio sin resolver es como se originó el incendio, una versión afirma que fue Koresh y otra que fue provocado por derramamiento de combustible que en los enfrentamientos explotó. 
Lo más trágico de todo es que no había ni
bomberos ni ambulancias para auxiliar a los heridos o evitar el catastrofico resultado, teniendo en cuenta que dentro había mujeres y niños, que acabaron siendo victimas de la masacre.          
 
 Lógicamente ante los medios de comunicación, se informó que Koresh había animado a hacer un suicidio colectivo y fueron ellos los que provocaron el incendio. Los sobrevivientes, muchos de ellos juzgados y puestos en libertad posteriormente por falta de pruebas, niegan dicho acto y acusan a las autoridades del incendio.
 Este trágico suceso ha sido una demostración del daño que grupos de su`puestos expertos anti desta llenos de prejuicios y recelos pueden lograr, unido a la torpeza y los intereses personales y económicos de los poderes públicos y al fanatismo de algunos movimientos religiosos que abandonan su pacifismo y sus formas originales para distorsionar el sentido cristiano y el rumbo de su movimiento. 

Todavía sobreviven muchos miembros fieles de la Rama de los davidianos, prueba que no dependían tanto de su líder como pensaban los “expertos en sectas” y siguen poniendo flores en el monte Carmelo en lo que se ha convertido en un santuario del recuerdo que los ha convertido en mártires del prejuicio. 

            Otros movimientos religiosos en torno al los davidianos, como los Davidianos del Séptimo día, prefieren ser conocidos como los de la Vara del Pastor, a fin de que aquel nombre ahora maldito de davidianos, no sea utilizado contra ellos por lo peyorativo de su significación actual, ni sean confundidos con aquel inmolado movimiento famoso por el incidente de Waco. 

2 comentarios:

  1. Me gustaría obtener una copia de esta historia. Me es muy útil ya que tenemos problemas con este grupo extremista en nuestra iglesia. Ellos reparten su material para engañar y confundir a la nuestro hermanos Adventista. Como podría obtener una copia?

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  2. Todo esto está contenido en el libro "El trigo ahogado tomo V", algunas explicaciones más profundas sobre lo sucedido en Waco también lo encontrará en el libro "final en llamas" de J. Gordon

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